El bienestar social se contruye desde la política económica:Narro

·         El fin último de la economía debe ser la mejoría de los niveles de vida de la población, consideró el rector de la UNAM

·         Además del rescate económico, México requiere uno de carácter social que permita atacar la desigualdad, señaló

·         La crisis no debe ser divisa política de nadie y menos en este año electoral

·         El uno por ciento de los hogares mexicanos concentra 9.2 por ciento del ingreso nacional; mientras el uno por ciento de los más pobres sólo obtiene el 0.07 por ciento

·         Participó en el foro México ante la crisis. ¿Qué hacer para crecer?

Por Emiliano Parra

Oaxaca, México.- Ante la crisis financiera que afecta al mundo y al país, el rector de la UNAM, José Narro Robles, advirtió que el bienestar social no debe ser de carácter marginal, sino debe constituirse en el centro de la política económica.

En su intervención en el foro México ante la crisis. ¿Qué hacer para crecer?, organizado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, subrayó que el fin último de la economía no puede ser el control de las variables macroeconómicas, sino la mejoría de los niveles de vida de la población.

En el auditorio Aurora Jiménez Palacios, del Palacio Legislativo de San Lázaro, sostuvo que además del rescate financiero, el país requiere de uno social, que permita atacar directamente el asunto de la desigualdad.

En presencia de académicos de diversas instituciones educativas, representantes de organizaciones sociales, empresariales, gubernamentales y de legisladores, el rector consideró que “la crisis no debe ser divisa política de nadie, y menos en este año electoral”.

[caption id="attachment_6384" align="aligncenter" width="300" caption="La crisis económica es problema de todos y requiere la participación y el acuerdo de la mayoría, dijo el rector de la UNAM, José Narro, en el foro México ante la crisis: ¿Qué hacer para crecer?"][/caption]

No obstante, se trata de un problema de todos y su atención requiere la participación y el acuerdo de la mayoría. Por ello, recalcó, la salida debe ser una oportunidad para avanzar hacia una sociedad incluyente, y los beneficios de la inversión, que necesariamente se dará, se extienda, lo más posible, a la población, en especial a la más necesitada.

La situación, estableció, amerita medidas urgentes que no impliquen acciones que, a la postre, no resuelven nada y sólo intensifiquen los problemas. Es inadmisible que después de cada crisis, en el país se acentúe la desigualdad y se debilite la participación social.

En la actualidad, destacó, México es uno de los países con mayor desigualdad; los datos oficiales revelan que el uno por ciento de los hogares concentra el 9.2 por ciento del ingreso total nacional; mientras, en el otro extremo, el uno por ciento de las familias más pobres sólo obtiene el 0.07 por ciento de dicho ingreso, es decir 130 veces menos.

Consideró que ante la coyuntura originada por la crisis, se requieren acciones gubernamentales para impedir una recesión generalizada en el sector productivo, así como establecer prioridades y reglas claras que ayuden a paliar los efectos negativos entre los más necesitados. Debe apoyarse a los jóvenes, a los trabajadores, a los pequeños y medianos empresarios; además de proteger los empleos y asegurar el funcionamiento correcto de las grandes instituciones públicas.

Asimismo, abundó, es necesario instrumentar programas de empleo emergente, masivo, para aquellos que pierden su trabajo y para quienes se deben incorporar al mercado laboral; incrementar las becas a los jóvenes que están en las universidades y que difícilmente podrán obtener una plaza en los momentos actuales; ampliar los programas públicos de salud para que se mantenga la cobertura a quienes pierdan la protección formal de la seguridad social.

Por último, refirió que la crisis es también una oportunidad de ver hacia adelante y para extraer lo positivo del pasado, para que la nueva etapa de crecimiento se haga en las mejores condiciones.

En la mesa, moderada por el profesor emérito de la UNAM, Rolando Cordera Campos, participaron: la periodista Denise Dresser, del Instituto Tecnológico Autónomo de México; el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes Arroyo; el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás; el dirigente de la Central Campesina Cardenista, Max Correa; el presidente del Congreso del Trabajo, Enrique Borrego; así como el presidente de la Junta de Coordinación Política de Senado de las República, Manlio Fabio Beltrones, y el diputado Javier González Garza.