Oaxaca, México.- Poeta, maestro y diplomático, el mexicano Gilberto Owen, un malabarista y renovador del poema en prosa, será recordado este lunes, a 57 años de su deceso, y como uno de los "Contemporáneos" más destacados del país.
Autor de obras como "Sindbad el varado" y "Desvelo", Owen abarcó prácticamente todos los géneros literarios.
Nació en El Rosario, Sinaloa, y aunque por mucho tiempo se dijo que de 1905, ahora se tiene claro que fue el 4 de febrero de 1904.
Vivió su infancia en Toluca, Estado de México, y en 1922, cuando representaba al Instituto Científico Literario pronunció un discurso de bienvenida que impresionó al entonces presidente de la República, Alvaro Obregón.
Fue así como Owen se ganó el nombre de lector de periódicos en la Secretaría de la Presidencia, haciendo la síntesis de los diarios capitalinos para el presidente.
Owen también llegó a desempeñarse como profesor de una escuela, actividad que alternó con su verdadera pasión, que era la de escribir versos.
Ya en la Ciudad de México, en 1926, formó parte de la revista Ulises, donde se caracterizó por ser uno de los más entusiastas colaboradores.
[caption id="attachment_9376" align="aligncenter" width="200" caption="El poeta y escritor Gilberto Owen en 1929"][/caption]
Pasaron sólo dos años para que consiguiera un puesto en la revista Contemporánea, como autor, traductor y miembro del grupo.
Luego incursionó en la diplomacia, como miembro del Servicio Consular, en Nueva York, Estados Unidos; Lima, Perú, y Quito, Ecuador; también radicó en varias ciudades de Colombia, donde se casó con la hija de un ex presidente, en 1935.
Durante los cinco años que se desempeñó como diplomático, lapso en el que se alejó de la poesía, tuvo la oportunidad de conocer a otros poetas como Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, con quienes incluso hizo versos y novelas.
Luego de que su matrimonio fracasara, Gilberto Owen regresó a México para incorporarse en 1942 a la redacción de "El hijo pródigo"; y además trabajar en la Secretaría de Economía.
Según los conocedores de su obra, dentro de la cual figuran títulos como "Línea", "Libro de Ruth", "Desvelo", "Poesía y Prosa", "Perseo vencido" y "Sindbad el varado", ésta, aunque breve, está llena de significación y simbolismo.
"Sindbad el varado" es, de hecho, su poema más ambicioso, pues narra el viaje, esotérico y personal, que realizó en busca de la recuperación.
El poeta, quien abarcó prácticamente todos los géneros literarios, viajó en 1947 a Filadelfia, Estados Unidos, con un cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ahí mismo, pero en 1950, cayó enfermo, para morir cuando era vicecónsul en Filadelfia, el 9 de marzo de 1952.
Luego de que se rectificara el año de su nacimiento y se determinara que fue en 1904, en 2004 comenzaron una serie de actos conmemorativos por el centenario de su natalicio.
Se emitió un timbre postal con su imagen, que fue cancellado en el Palacio de Bellas Artes, donde el escritor Vicente Quirarte aseguró que Owen seguía siendo "el malabarista y renovador del poema en prosa y el narrador que se negó a escribir la concreción de los hechos para buscar los misterios del trasmundo".
En octubre de 2004, se celebró el Coloquio Internacional "De sed en sed por el delirio. Los 100 años de Gilberto Owen", para recordar y analizar la obra de este miembro distinguido del llamado grupo de "Los contemporáneos".
En 2005, en el marco de la XXVI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) se realizó la mesa redonda "Centenario del natalicio de Gilberto Owen", donde expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dieron lectura a algunos de sus poemas. (Con información de Notimex)
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