Son estructurales la desigualdad y pobreza que registra México

Por Dolores Magallón

Oaxaca, México.- El origen estructural de la pobreza y la desigualdad en México debe reconocerse con la finalidad de adoptar políticas públicas para combatirlas, así lo señaló el maestro Agustín Porras Macías, profesor-investigador del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en el Foro Pobre, pobreza, empobrecimiento. Para contender con la pobreza, refirió que este fenómeno y la desigualdad se han generado a la par del modelo de desarrollo capitalista, que se implantó en el país a partir de los años 40 del siglo pasado. [caption id="attachment_9564" align="aligncenter" width="300" caption="La pobreza urbana y rural sin soluciones tangibles con el actual modelo económico"][/caption]

El académico de la Unidad Xochimilco explicó que los estados del país que tienen menor desempeño económico son los que registran el más alto índice de marginación y destacó que al relacionar la variable ingreso generado por las entidades federativas y compararla con el grado de marginalidad, se encuentra que la correlación entre estas dos variables es de 0.70 en 1950 y que esta cifra se mantiene sin cambios para el año 2005.

Esta situación explica el poco avance en la distribución del ingreso y que además en el caso de México el Producto Interno Bruto per cápita se incrementó a una tasa media anual de 0.98 por ciento entre 1990 a 1995, la cual decreció a 0.56 por ciento entre los años 2000 a 2004, este bajo desempeño es resultado del modelo económico que ha imperado en nuestro país.

Detalló que desde el Porfiriato se priorizó la industrialización de la zona norte de México, a partir de la inversión en minería y la construcción del ferrocarril, mientras que el sur ha quedado rezagado, y a la fecha ese abandono influye para que la población de esta segunda región viva en condiciones de pobreza.

[caption id="attachment_9565" align="aligncenter" width="370" caption="Las políticas públicas insuficiente e ineficaces para contrarrestar el empobrecimiento de la población"][/caption]

Ante esta situación de desarrollo regional desigual, señaló el especialista, se requiere transformar al país que se encuentra fragmentado territorialmente.

El investigador resaltó que la población indígena concentra la mayor pobreza en México, que se explica por este desarrollo regional desigual, que se ha quedado petrificado en el tiempo, sin que se haya podido modificar esta asimetría en el país.

Porras Macías expuso que un panorama que potencia la pobreza ha sido la aplicación de una política de contención de los salarios –a grado tal que desde fines del sexenio de José López Portillo la reducción del poder de compra de los salarios ha sido dramática, en este periodo perdió más de 75 por ciento de su valor real, combinada con el trabajo informal que se concentra en la población más pobre.

En su ponencia “Desarrollo regional, desigualdad y pobreza en México 1990-2005” propuso un debate político de alcance nacional, con la finalidad de arribar a un consenso entre los actores económicos y políticos para delinear el rumbo del país y que entre sus prioridades se establezca el combate de la desigualdad regional, así como la pobreza.

El doctor César Octavio Vargas Téllez, del Departamento de Estudios Institucionales de la Unidad Cuajimalpa, mencionó que en México ha operado un “Estado de bienestar precario”, en parte porque las instituciones gubernamentales no han hecho su trabajo de forma adecuada y también por la falta de recursos para los programas sociales.

El experto subrayó que desde 1989 no ha habido cambios redistributivos en la política que implementa el gobierno mexicano, por el contrario en este tiempo se ha profundizado la concentración del ingreso. Añadió que sólo el Impuesto sobre la Renta tiene un perfil progresivo, mientras que los otros gravámenes directos o indirectos no tienen esta particularidad.

Vargas Téllez indicó que el Progresa-oportunidades es el único instrumento del Gobierno que genera transferencias redistributivas netas en virtud de la grave pobreza de la población, mientras que las becas tienen el peor efecto en este sentido.

Aseveró que las políticas distributivas que se aplican en el país sólo mejoran en 12 por ciento la distribución del ingreso, esto significa que únicamente seis por ciento del ingreso nacional se reparte.

Mientras que en naciones desarrolladas, principalmente de la Comunidad Económica Europea, las políticas sociales de los gobiernos mejoran la distribución del ingreso en 60 por ciento.