Insuficientes las medidas para afrontar graves efectos de la crisis

Por Dolores Magallón

Oaxaca, México.- La actual crisis mundial es inédita por los factores económicos que confluyen, entre ellos la sobreproducción, la especulación y la existencia de una “burbuja inmobiliaria” en el sector financiero, sin que el gobierno mexicano haya actuado con prontitud para afrontarla.

  Así lo señaló el doctor Arturo Guillén Romo, profesor-investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), al participar en el Seminario La especificidad de la crisis mundial contemporánea.

  El académico de la Unidad Iztapalapa opinó que ante esta situación el gobierno mexicano ha actuado con lentitud y que los programas anunciados para paliar los efectos de la crisis sobre el empleo y la caída de las exportaciones serán insuficientes ante la magnitud de la devastación económica. [caption id="attachment_9643" align="aligncenter" width="201" caption="Arturo Romo, especialista de la UAM "][/caption]

Guillén Romo expuso que es necesario un cambio del modelo económico que se aplica en el país, a la luz de los desajustes ocasionados por el neoliberalismo.

Sobre la duración de la crisis comentó que es difícil prever el tiempo que persistirá; sin embargo, dijo, rebasará las expectativas señalas por el Gobierno Federal.

  Para el investigador el origen y carácter del actual problema económico se ubica en la década de los años setenta del siglo XX, y aunque en los años ochenta la aplicación de políticas económicas neoliberales recompuso la tasa de ganancia del capital, el resultado fue que pospuso la crisis de aquellos años para la primera década de este siglo.

  El especialista identificó tres momentos difíciles que ha tenido el capitalismo, el primero se ubica entre los años 1873 a 1890; el segundo se gestó entre 1929 y 1944, y el tercero, abarca de 1970 hasta la fecha.

  En esta última etapa, subrayó, la revolución tecnológica ha sido trascendente, ya que permitió avanzar en un patrón de acumulación, pero no tuvo el impacto en la economía como sucedió con la revolución tecnológica de 1929.

  El maestro Luis Arizmendi Rosales, investigador del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del Instituto Politécnico Nacional, comentó que la presente crisis es ocasionada por la configuración cínica-neoliberal, que ha mundializado la pobreza.

  En este momento se enfrentan dos proyectos para organizar la economía capitalista mundial: la postura neokeynesiana contra la visión neofascista de la economía, aunque aún no puede determinarse cuál de ellos predominará en el futuro.

  La crisis en ciernes, como todas las generadas en la historia de la Humanidad, requiere “destruir capital” con la finalidad de agotar la sobreproducción económica, para de esa forma abrir camino y lograr la reconstrucción, así lo demuestra la gran depresión de 1929, argumentó el maestro Arizmendi Rosales.

  Propuso como una alternativa al modelo económico neoliberal instaurar en el ámbito mundial el “ingreso ciudadano universal", lo que significaría una forma para desmercantificar el ingreso (que no sea medido por el mercado), con la finalidad de asegurar una entrada segura y  tener como eje el “ingreso alimentario universal”.