“Ellos los mataron, ellos los resucitarán, ellos los harán Votar”

Por Salvador José

Oaxaca, México.-   Ni bien pasa la crisis porcina-humana-aviar, y en puerta tenemos las elecciones para diputados federales  sus falsas promesas de campaña, que en honor a la verdad, prefiero éstas mentiras a las de la Ssa, que por cierto, hicieron mella en gran parte de la respetable ciudadanía. Que ahora –en una resaca de huevonitis crónica-tildan de herejes a los partidos políticos por no respetar la preocupación de las sacrosantas instituciones públicas y su combate contra la apocalíptica enfermedad. ¿A quién le preocupa votar? dice la señora ciudadanía, si tenemos a un gobierno que prácticamente salvo  a la humanidad.

Igualmente, se van diluyendo los malabares declarativos del Secretario de Salud Ángel Córdova; la penosa huida de estudiantes en medicina de la universidad  “La Salle” y “Anahuac”, dejando con el paquete a los estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que estaban de guardia; las personas que murieron a consecuencia de la negligencia, omisión, corrupción y pragmatismo.

Queda el miedo como forma mediática para inmovilizar a la gente, literal y mentalmente. La xenofobia también se hizo presente, como un distintivo de la naturaleza humana; países con reciente historia bananera y dictatorial cerraron sus puertas para que los apestados mexicanos no traspasaran sus fronteras. Así, nuestros tradicionales amigos, pasaron a ser presas de la desinformación y del pánico generalizado. Por su parte,los chinos, acostumbrados a eso de la represión, no dejaban salir a mexicanos que como conejillos de indias, estuvieron encerrados en un hotel de mala muerte; bueno, hasta un jugador de las chivas tuvo que sacar la casta y las armas letales: tos, saliva y mocos para lavar el  pateado honor, cuando un homofóbico futbolista sudamericano lo desprecio por su origen virulento.

[caption id="attachment_14103" align="aligncenter" width="293" caption="Mala influenza electoral, discriminación, miedo... como en las películas"][/caption]

No así nuestros primos del norte, que avezados en eso de las buenas relaciones, nos obsequiaron, mejor dicho obsequiaron al gobierno de Felipe Calderón, millones de dólares, pagaderos en oro negro, hasta el fin de la última fumarola y en módicas generaciones de mexicanos. Sabiendo que la cochina influenza era curable, Obama, hizo gala de generosidad, matando varios pájaros de un solo tiro.  Por supuesto, sus bonos subieron,  no así los de su homólogo mexicano, que aunque los medios masivos trataron de mantener el miedo con tapabocas  desinformativos, la tal influenza porcina ya había hasta cambiado de nombre, con el funesto resultado de un marranicidio egipcio, provocado por tan funesto nombre.

Un virus recorre el ciberespacio……..

Con toda la información que fluye tanto en el ciberespacio como en el espacio real, la concurrencia está sospechando que todo fue una trama bien planeada, ya que a medida que las aguas porcinas bajan, la cloaca sanitaria fluye. Así se maneja que el préstamo en miles de millones de dólares que diera el gobierno de Barack Obama y que “sólo se utilizaría en casos de emergencia”, se dió con la oportuna llegada de la influenza marrana.   

Esperemos que tan millonaria cantidad, ahora se destine al sector salud. Ya que debemos estar preparados no sólo de un eventual retorno de la influenza humana, quizá más peligrosa que la mal llamada porcina. Que ahora sí se destine a la investigación, estructura y equipo para diagnosticar, detectar y curar enfermedades como el cáncer de mama-según un diario local, cada dos minutos muere una mujer por este mal- y el VIH entre otros pandemias que aquejan a nuestro país, pero sobre todo, encausar más recursos a la medicina preventiva: sana alimentación, centros deportivos, medio ambiente sano, etc.  

Hay que seguirle la pista a ésos y otros recursos económicos que están llegando del extranjero, con destino a varios estados pobres del país, entre ellos….¡correcto!,  el estado de Oaxaca. No vaya a ser que  aparezcan en forma de un condicionado programa de beneficio social, sobre todo ahora que saltamos al campo de las fiebres porcino-electorales.

Lo que sí debemos agradecer, es que de los ciento cincuenta y nueve fallecidos, nos hayan revivido a mas de ciento veinte, y otros más que resucitarán para poder votar. Amén.    

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