La microteconología fundamental en la investigación genética:UAM

Oaxaca, México.- Un rápido desarrollo de la investigación bioquímica existente, superior en velocidad, se lleva a cabo con la tecnología de microchips, en los campos de aplicación en microrreactores para la industria química, sistemas de control del doping, detección de microbios, herramientas en investigación genética y descubrimiento de nuevas enzimas.

  Así lo señaló el doctor Luis Olguín Contreras, quien fue invitado por los departamentos de Procesos y Tecnología y Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), para dictar la conferencia “Promiscuidad catalítica en enzimas y búsqueda de nuevos biocatalizadores utilizando microemulsiones en microchips”.

En la conferencia realizada en la Unidad Cuajimalpa, abundó que todo ello, se debe a “la habilidad que tienen las enzimas para producir, de manera simultánea, gran número de reacciones químicas diferentes”.

  En el campo de la Bioquímica las enzimas desempeñan el papel de “catalizadores biológicos” –aceleradores de reacciones químicas que tienen lugar en los seres vivos–, incluso sin ellas dichas reacciones serían tan lentas que la vida se detendría.

  Olguín Contreras, doctor en Bioquímica por la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña, explicó que otra característica de las enzimas es “su alta especificidad” −y que con frecuencia se ilustra como un modelo de llave-cerradura−. Esto es, que los catalizadores son capaces de reconocer, de manera muy específica, un sustrato entre la abundancia de compuestos que están dentro de la célula.

  La promiscuidad catalítica, dijo, es un fenómeno frecuente en la Naturaleza que permite estudiar en forma distinta el mecanismo de reacción de diversas enzimas. “A partir de las actividades promiscuas es posible comparar cómo un catalizador estabiliza distintos estados de transición y hace mediciones cuantitativas de este fenómeno”. [caption id="attachment_14437" align="aligncenter" width="300" caption="La microtecnología y su aplicación en las ciencias químicas y de salud"][/caption]

  Diversos proyectos de investigación, comentó, se desarrollan a partir de la actividad promiscua de las enzimas, en los que se requiere de ensayos bioquímicos y la utilización de micro-gotas generadas con base en la tecnología de microchips, en cada una de las cuales se lleva a cabo una reacción diferente.

  El especialista refirió que “si se generan las gotas de una forma continua se obtiene un gran número de muestras en un tiempo relativamente corto, comparado con otros métodos. Dentro de estas microgotas es posible encapsular células individuales, donde cada una de ellas contiene un gen diferente”.

  El también egresado de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que con la utilización de los chips se logra un bajo consumo de reactivos y ahorros en la investigación.

  “Los experimentos no sólo son cualitativos, sino también cuantitativos. Además, estudian células a nivel individual, lo que tiene muchas aplicaciones”.

  En relación con este tipo de investigaciones en México consideró que si bien la fabricación de microchips “no es difícil ni cara”, el equipo que se requiere para producirlos “sí lo es”. Sin embargo, afirmó que en el contexto internacional existen compañías que los fabrican “al por mayor”, de diversos materiales y costos económicos.

  Explicó que la fabricación de microchips es un área multidisciplinaria “que requiere la experiencia de mucha gente” y cuyo propósito se ajusta a construir un laboratorio en un chip, lo que significa sustituir tubos de ensayo, vasos de precipitado, matraces o platos con cultivos de células, cromatógrafos de líquidos y citómetros, “por microsistemas programables que lleven a cabo análisis biomédicos y químicos”.