El analfabetismo científico impide una sociedad crítica en México

Por Dolores Magallón

Oaxaca, México.- Las consecuencias por el analfabetismo científico son hoy más graves que en cualquier época y resulta peligroso que la sociedad mantenga su ignorancia, afirmaron el doctor Raúl Alva García y el maestro Enrique Mendieta Márquez, profesores-investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

  Los académicos del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa precisaron que una tarea de los investigadores es alertar al público de manera juiciosa de los peligros posibles, en especial de los que derivan de la ciencia o pueden prevenirse con su aplicación.

  Los docentes, coordinadores del Seminario Pensamiento Crítico: Ciencia y Sociedad,  consideraron que la ciencia no es sólo el gozo de desentrañar lo desconocido, sino un asunto práctico, “ella ofrece la más poderosa herramienta para cuestionar las ideas de justicia política, económica y religiosa de la sociedad y es el medio para preservar la vida en la Tierra”.

Muchos investigadores piensan que involucrarse en la crítica política y social es una distracción para el trabajo científico, pero la habilidad de pensar en forma crítica sobre diversos asuntos, estimula una mayor participación como ciudadanos en el debate público, con base en el conocimiento.

  En el mundo los trabajos y los sueldos dependen de la ciencia y la tecnología, y si México no puede producir la energía y los bienes de consumo y de capital que necesita a precio razonable, las industrias seguirán emigrando con la consecuente pérdida de bienestar y de prosperidad en el país, vaticinaron.

  Al realizar un recuento de lo perdido en materia de desarrollo científico en el país, por la falta de la participación de la comunidad, los investigadores recordaron que desde la primera década del presente siglo se ha discutido la perspectiva del petróleo en México y una reforma energética, pero la disputa ha sido sobre todo económica y política, si acaso técnica y en apariencia tecnológica, pero nunca científica.

  Comentaron que se ha argumentado mucho contra el uso extensivo de tecnologías limpias por ser “nuevas, caras y poco rentables”, sin embargo, éstas son bastante antiguas en el mundo y con la inversión y el uso extensivo de las mismas, como el de cualquier otra tecnología, se han perfeccionado, reducido sus costos y los precios finales al consumidor.

  Las celdas fotovoltaicas, por ejemplo, se han empleado en el espacio desde 1958 para suministrar energía eléctrica a los satélites artificiales, en Alemania, Holanda y Japón se utiliza la energía solar para hogares y algunas industrias.

  En 1994 el costo del kilowatt en este tipo de tecnología oscilaba alrededor de 11 dólares, ahora el precio ha disminuido a 5.50 dólares y continúa a la baja.

  En la década de 1980, el Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional instaló la primera planta piloto productora de celdas fotovoltaicas de silicio en México; sin embargo, una década después, la falta de apoyo económico y de políticas públicas que proporcionaran incentivos, impidió a este lugar continuar su trabajo.

  Lo mismo, advirtieron los investigadores, puede decirse sobre otros intentos para que el país cuente con fuentes alternas de energía limpia.

  El objetivo del Seminario Pensamiento Crítico: Ciencia y Sociedad –que una vez aprobado por el Consejo Divisional, iniciará en el trimestre Otoño/2009– es crear la habilidad para pensar de manera crítica sobre diversos asuntos científicos, como un proyecto para estimular una mayor participación como ciudadanos en el debate público con base científica.

  Se proporcionará la comprensión de los métodos y el significado de la ciencia y la tecnología, como elementos dinámicos de la sociedad. Además se interpretarán episodios sociales en el pasado y presente de la ciencia, a la luz del contexto histórico, económico y político de los investigadores, usos del lenguaje e ideas sobre la causalidad y la responsabilidad.

  Los tópicos del Seminario incluyen evolución y selección natural, herencia, desarrollo y genética determinista, biotecnología, intervención reproductiva, ecología e impacto ambiental, entre otros.