Recibe Huberto Batiz gran homenaje en el Palacio de Bellas Artes

  Gilberto J, BLANCARTE/Conaculta   Oaxaca, México.- El Palacio de Bellas Artes, abrió sus puertas a Huberto Batis (Guadalajara, Jalisco, 1934) para recibir, de manos de la presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar,  la Medalla de Oro de Bellas Artes por sus aportaciones a la cultura, y un homenaje por sus 75 años.   Durante la entrega, Consuelo Sáizar expresó: “Huberto Batis: por tu obra, por el aliento que le has dado a la literatura, por ser maestro de escritores, tengo mucho gusto de entregarte, respetable Huberto, la Medalla de Oro de Bellas Artes en reconocimiento a una vida consagrada a la difusión, la crítica, a la cultura, a la literatura y a la amistad. Muchas felicidades”.   [caption id="attachment_36570" align="alignleft" width="300" caption="Escritores y poetas rindieron un homenaje a Huberto Batiz"][/caption] En la ceremonia también estuvieron presentes Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general de Bellas Artes en representación de Teresa Vicencio, directora general del INBA; Stasia de la Garza Batorska, titular de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA; así como Pura López Colomé, Guillermo Fadanelli, Julio Aguilar, Alejandro González Acosta, Eko y Anamari Gomís, ex alumnos del maestro Batis que el  próximo 29 de diciembre cumplirá 75 años de edad. Durante dos horas y media del domingo, los amigos del galardonado decantaron  una lluvia de recuerdos y anécdotas de su tutor como escritor, crítico, editor y catedrático. Comentarios que de vez en cuando eran interrumpidos por los recuerdos de Batis, quien en tono de broma los calificó como los “chismes literarios”.          La primera en tomar la palabra fue la poeta Pura López Colomé, quien sin temor a equivocarse aseguró que este hombre fue el que le enseñó todo: “Es mi maestro con M mayúscula. Me enseñó el culto al periodismo, al oficio de la pluma. Nos ha mostrado una entrega devocional al oficio como el que se consagra a un culto. Es miembro orgullosamente de una generación valiente, irreverente”.          López Colomé, quien ha sido ganadora del Premio Xavier Villaurrutia, compartió algunas reflexiones que le provocó tener entre sus manos uno no de los libros más emblemáticos de Batis: Por sus comas los conoceréis, texto cuya lectura recomendó ampliamente no sólo porque, entre otras cosas, se trata de un sutil y curioso estudio de los medios de comunicación, sino porque el autor se exhibe a sí mismo.            La poeta dijo estar convencida de que su maestro sabe que la obligación de un escritor no es el de dar soluciones, sino escribir con tal veracidad que el lector no refute su contenido.          Por su parte, Guillermo Fadanelli exaltó esa personalidad irreverente de Batis y por la cual puede presumir de mantener una amistad con el literato tapatío, no obstante de tener “raíces vulgares”, como él las define.          [caption id="attachment_36571" align="alignright" width="300" caption="La presidenta del Conaculta, Concuelo Saízar con el homenajeado"][/caption] “Es un monstruo libre y sin ataduras –aseguró Fadanelli–, que pone el desorden al protocolo y suscita desconfianza y molesta a los necios. Nunca sé lo que está tramando ni a dónde se dirige cuando comienza una historia que no tiene fin porque es el inicio de otra nueva historia. Su ánimo de guerrero va acompañado de su espíritu por saber”. Desde el punto de vista de Fadanelli, Batis es un ejemplo de lo que es un verdadero escritor, pues en una época donde muchos pueden hacer alarde de serlo, el  muro de la sabiduría de este hombre los hará fracasar.          Fue el ensayista y periodista Julio Aguilar quien trajo al presente las enseñanzas que Batis ha sembrado en sus pupilos: “Esfuerzo, rigor, autocrítica, sentido común y, sobre todo, un interés genuino por la literatura son las exigencias que Huberto Batis pide a sus alumnos en su curso de teoría literaria. Hoy lo deduzco, y en el recuerdo para alcanzar tales virtudes, todos los alumnos de mi generación resbalamos alguna vez bajo el implacable fuego de nuestro maestro Huberto”.          Aguilar refirió que nunca antes había visto a una persona como el literato tapatío sumergido en tremendas faenas literarias. Por ende, no ha vuelto a ver alguien parecido a él.  De ahí que se sienta contento de haber trabajado a su lado en el suplemento Sábado que, en su opinión, era más que un suplemento, un taller de creación encabezado por un hombre que ha sido creador de creadores.          Enseguida habló el escritor Alejandro González Acosta, miembro de la Academia de la Lengua de Cuba, quien recordó cuando por primera vez escuchó el nombre de Batis y se sorprendió de la existencia de una publicación tan fascinante como el suplemento Sábado, donde escribían grandes plumas.           [caption id="attachment_36572" align="alignleft" width="300" caption="Huberto Batiz y su Medalla de Oro de Bellas Artes 2009"][/caption] González también resaltó el lado humano del galardonado: “Llevo años diciendo que Huberto, a pesar de esa fama que se ha hecho, es un cordero cubierto con piel de lobo. Por eso, esperamos que cumpla muchos años más fastidiándonos, divirtiéndonos y enseñándonos”.          Después, el artista plástico Eko recordó la década de trabajo en el suplemento cultural encabezado por Batis, sobre todo aquel cajón que tenía el tapatío llamado “El limbo” donde muchas de las colaboraciones que recibía se quedaron en la oscuridad. Luego de sus palabras, el caricaturista le obsequió un grabado que contiene la leyenda: “Antes el castigo de la posteridad que el olvido”.          Al final, el maestro Huberto Batis relató varias anécdotas de su andar por el mundo de las letras, siempre con el sentido del humor que le caracteriza. Al referirse a la Medalla de Oro de Bellas Artes dijo que era un galardón que dedicaba a todos aquellos fantasmas que lo han acompañado en su andar. Asimismo, a aquellas personas que en el pasado le recomendaran regresarse a tu tierra porque no la “iba a hacer”, y les respondió: “Sí la hice”.