Muestra hoy José Fors la soltura del dibujo en la Quetzalli

Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca. México. “Me considero un dibujante antes que pintor”, señala el artista plástico y músico, José Fors, momentos antes de inaugurar la noche de este jueves su más reciente producción en la Galería Quetzalli.   Pero esta exposición sobre Papel conformada por mixtas/ papel y gráfica, marca una década de cambio en la producción del artista de origen cubano.   En entrevista con este medio, señala: “Esta es la primera vez que expongo sobre papel, pues anteriormente realicé dibujo sobre madera a lápiz, pero ahora me ha emocionado trabajar con la tinta, después de 20 años de pintar”.   [caption id="attachment_41969" align="alignleft" width="300" caption="José Fors comparte en Oaxaca su dominio del trazo y la libertad de las tintas."][/caption]   Comenta que esta serie marca los últimos 10 años de trabajo de búsqueda de una expresión plástica más íntima y libre, precisamente a partir del desarrollo del dibujo.   “En una ocasión regalé una obra a un amigo impresor que vive en Suiza y siempre quiso corresponderme con algo, por lo que le propuse papel, por lo que al trabajar sobre éste sentí una libertad que me ha permitido encontrar una forma de expresión más personal”.   Reconoce que durante los años previos a esta década de producción se dedicó a la pintura, hasta llegar a un punto en que no había más búsqueda, se hacía rutinario.   “En los primeros 20 años me dedique a experimentar con materiales, pero desde el 2000 rompí con ese realismo que venía trabajando”, comenta quien también integró el grupo “La Cuca”.   Y comparte: “Creo que los últimos años de esa etapa fueron los peores momentos, pues aunque con ese realismo era ´reconocido´, desde hace 10 años decidí soltarme a experimentar cosas nuevas y retomé el dibujo”.   “En esos últimos años de realismo, esta complicado llegar al taller a tratar de resolver problemas sobre lo que ya tenía muy hecho; hoy, llego a inventar a partir del dibujo. Considero que estoy retomando la pasión por la línea, por el dibujo y ahora con estas tintas lo reafirmo”.   Recuerda con verdadero respeto a su maestro, el artista español, Roberto Martínez de quien aprendió la soltura del dibujo y quien recomendó a Fors continuarlo, pues le permitiría dominar otras técnicas como la cerámica y la escultura, lo cual ha demostrado a lo largo de su trayectoria.   En ese sentido, opinó que hay que saber dibujar, pues abre muchos caminos la disciplina que da el dibujo que empieza por el hábito de observar todo y permite luego trabajar en distintos materiales y técnicas con mayor facilidad.   Como su maestro, es apasionado del Renacentismo, por ello lleva tatuado en su brazo izquierdo el nombre de Miguel Ángel, que al igual que su maestro nota también en Picasso esa libertad del trazo.   Respecto a las nuevas formas de arte como el conceptual, el performance o al instalación, considera que es benéfico que se abran nuevos canales.   “Me encanta ver lo que están haciendo estos movimientos, lo único que me molesta es que desplacen en los espacios a la pintura de caballete que requiere más exigencia y disciplina, pues se tienen que resolver los problemas en un plano. Un cuadro es más difícil de hacer”.   “Adoro lo artesanal, el contacto con el material, respeto lo que hacen otros, pero a mí me interesa más seguir trabajando con el trazo, el dibujo”.   En ese sentido, comentó que a diferencia de los años anteriores que le importaba la narrativa de la obra, reflejar a los personajes, hoy pondera la expresión plástica a través de la composición, el movimiento y el color.   Por ello, no piensa en temas, en conceptos, en traducir al público su trabajo, es por eso que sólo titula a sus cuadros para diferenciarlos, pues lo más importante es esa narrativa plástica.   “Sabía que tenía que cambiar para encontrar mi propio lenguaje y no situarse como el Miguel Ángel del siglo XXI, por lo que esta constante búsqueda me ha permitido que cada día esto se haga más emocionante. Me llego a sorprender de las cosas nueva que surgen”.   Fors explica que a diferencia de antes en que interesaba más la narrativa, ahora es la expresión plástica sobre la línea, sobre el cuadro que al trabajarlo pareciera que “lo está pidiendo a gritos”.   Respecto a Oaxaca, dijo que es un placer ofrecer su trabajo en el sur del país, en un estado de reconocimiento cultural y en una galería como la Quetzalli que a diferencia de otras, permite la libertad de expresarse.   “Hace un buen tiempo que no me relacionaba con galería, prefiero vender en mi casa, pues las galerías te imponen criterios y hasta temas; aquí me han permitido presentar lo que me llena”, reconoce.   Comentó de su trabajo en la música al señalar: “Para mí la música es más social y la pintura es algo totalmente íntimo que trato de no mezclarlos por esas mismas características”.   En ese campo, adelantó que está por salir el primer volumen de refritos de Forceps que se titula “José Fors Reproducciones”, al tiempo de que este 27 de febrero celebrarán los 20 años de “La Cuca” en el Centro Telmex de Guadalajara, donde radica.   Actualmente dijo, continúa la promoción del grupo Dr. Frankentein que se presentará en la Perla de Occidente el 5 y 6 de marzo, luego de que fuera nominado para recibir a finales del año pasado la Luna de Plata del Auditorio Nacional.   De igual manera, adelantó que tiene en proyecto un cortometraje a partir de la Metamorfosis de Franz Kafka con músicos en vivo, como se estilaba en el cine mudo, incorporando a cinco destacados guitarristas del rock mexicano.   En estos últimos seis meses se ha avocado a trabajar en el guión para cine donde se combina lo visual como lo acústico, el cual tiene planeado presentar pronto.   Esta muestra se estrena este 4 de febrero a las 19:00 horas en la Galería Quetzalli ubicada en Constitución 104-1, Centro Histórico de esta capital.