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Urge en México critica ciudadana ante los medios de comunicación

Jueves 25 de febrero, 2010.
09:50 am
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UAM/Comunicación   Oaxaca, México.- Entre los déficits que tiene la sociedad mexicana en el marco de la transición democrática resaltan el derecho a la información, el escaso control de los medios de comunicación y la inexistente rendición de cuentas de éstos a sus audiencias, señaló la doctora Maribel Núñez Cruz, profesora visitante del Departamento de Derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) .   [caption id="attachment_44671" align="alignleft" width="189" caption="los mexicanos sin critica hacia actuación de los medios de comunicación"]los mexicanos sin critica hacia actuación de  los medios de comunicación[/caption] Las audiencias, por su parte, no saben cómo ejercer el control democrático de los mass media, por ello es pertinente extender a diversos públicos -entre ellos el universitario- el análisis de los expertos para conocer cómo funcionan y desarrollar una actitud crítica frente a éstos como ciudadanos y consumidores, indicó la investigadora de la Unidad Azcapotzalco.   En el marco de la presentación del libro Nota Roja. La vibrante historia de un género y una nueva manera de informar, del periodista Marco Lara Klahr y el investigador Francesc Barata, Núñez Cruz calificó la obra como una apuesta extraordinaria para contribuir a la profesionalización del oficio periodístico, que hoy más que nunca “debe ejercerse con responsabilidad y conciencia”.   La publicación conduce un debate ameno –que combina crónica, reportaje y ensayo periodístico– sobre tres vertientes: el devenir histórico de la nota roja y el necesario giro del concepto hacia el periodismo de seguridad pública y justicia penal; la ausencia de estándares de control de calidad y éticos para producir contenidos en la industria del tipo, y el análisis del papel social de los medios y los periodistas en el tratamiento noticioso de la violencia.    Lara Klahr, quien cuenta con una experiencia de 30 años como reportero, establece en su obra que “el periodismo actual ha dado cuenta de las inseguridades civiles y se ha mostrado poco sensible a las incertidumbres sociales que confinan a millones de personas a una vida de miseria, horror y frustración”.     [caption id="attachment_44672" align="alignleft" width="300" caption="Marco Lara "]Marco Lara [/caption] Esta problemática, consideró, deriva de la inexistencia de estándares en las empresas periodísticas, ya que las pautas ejercidas en estas organizaciones son únicamente las de orden autoritario y jerárquico.   En cuanto a los códigos de ética, si existen en algunas de ellas, se circunscriben sólo al cumplimiento de la oferta programática brindada a las audiencias. Lara Klahr, quien fue ganador del Premio Nacional de Periodismo en los años 2000 y 2009 en las categorías de transparencia y reportaje, respectivamente, aseguró que la atmósfera noticiosa puede hacer que una ciudad sea más insegura, porque el enfoque bajo el que el reportero trata un suceso en una coyuntura determina una visión.     En la actualidad, puntualizó, el periodismo que trata la violencia y el delito, por un lado “sobrevisibiliza” y “estigmatiza” ciudadanos y, por otro, “invisibiliza” problemas estructurales.   Algunos de los medios de comunicación están enmarcados en un discurso “guerrerista” autoritario del gobierno, y se olvidan de considerar la importancia de documentos como el Informe mundial sobre la violencia y la salud, de la Organización Mundial de la Salud, que estipula que siendo atroz y teniendo una sobreexposición mediática, la violencia atribuida al terrorismo y delincuencia organizada es marginal, respecto a la estructural.   Uno de los mayores problemas de la nota roja es el uso de un lenguaje que emana de un modelo mental autoritario y que lesiona un conjunto de derechos fundamentales de la democracia y de otras garantías de personalidad –como a la propia imagen, la buena reputación y a la protección de actos personales–.    Lamentó que las audiencias no sean aún contrapesos democráticos, “no nos responsabilizamos de las noticias que consumimos”, y el conflicto será mayor, ya que  transitamos a la “sociedad de la postinformación”, al espacio público digital en el que las redes sociales y recursos tecnológicos de comunicación similares posibilitan que la afectación a los derechos antes mencionados ocurra en forma veloz, además de que para los receptores digitales es cada vez más irrelevante si algo es verdad.

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30/12/2010 | 06:11 pm | lilia
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