A reserva

 

  Bárbara García CHÁVEZ*       Oaxaca, México.- En tiempos electorales no puede desaprovecharse ningún espacio, fecha o acontecimiento que pueda retribuir puntos a favor a los actores políticos de todos los partidos.     El Día Internacional de la Mujer no podía ser la excepción, muy por el contrario, es ocasión propicia para que quienes ven en la lucha de sus congéneres capital político rentable acudan presurosas a exigir el respeto a los derechos de las mujeres, derechos que dicho sea de paso no solo no han defendido desde sus puestos públicos, sino que además algunas se han convertido en la mano que mece la cuna para cancelar de golpe el derecho a las mujeres a decidir sobre su cuerpo.     [caption id="attachment_46779" align="alignleft" width="300" caption="Gabino Cué Monteaguado, precandidato del PAN a la Gubernatura"][/caption]Dentro de la coalición opositora se ha hecho tal mezcla de intereses con la finalidad de llegar al poder, o permanecer en nómina, que resulta incomprensible la integración del grupo de mujeres que con diversas ideologías, donde hay, o ambiciones simplemente, reclaman espacios si aclarar cuales, o de plano innovan la creación de una secretaría de la mujer en la próxima administración, rebasando por la derecha con propuestas propias del conservadurismo, que seguramente convencerán al ya casi casi candidato bicéfalo de la oposición, pupilo del señor Diódoro Carrasco hoy ilustre militante del blanquiazul (habrá que preguntarle a este candidato de unidad, que piensa de la libertad y derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo)     Y es que la lucha de los derechos de las mujeres ha transitado siempre por la izquierda, formando parte de las demandas sociales y legales de quienes reconocemos en las libertades – de pensamiento, expresión, sexuales y reproductivas, entre otras – la piedra  angular para el ejercicio pleno de todos los demás derechos.     Por el contrario, en este rubro la derecha se ha identificado permanentemente por su abierta oposición a los derechos de quienes no pertenece a su élite, incluidas por supuesto las mujeres.     Hagamos una reflexión, apenas en noviembre del año pasado una de las integrantes de ese grupo, fue quien impulsó la propuesta en el Congreso local para penalizar a las mujeres que se atrevieran a decidir de manera libre sobre su cuerpo, bajo el argumento de proteger la vida; en contraposición a algunas de sus ahora compañeras de caravana electoral, que se manifestaron en contra de dicha propuesta por considerarla un retroceso para la lucha por la defensa de los derechos femeninos. Por cierto, varias de nosotras fuimos brutalmente golpeadas, algunas si nos acordamos.     En este orden de ideas no podemos menos que ver con preocupación que féminas de criterios diferentes y en algunos temas hasta opuestos conceptualmente, pretendan de manera conjunta integrar una agenda sobre mujeres a desarrollar en el próximo gobierno estatal – de ganar la elección la coalición opositora por supuesto –.     Cuantas de las demandas más apremiantes se quedaran en el tintero por controvertidas, cual será el criterio que prevalezca a la hora de implementar planes y programas: el dominio dogmático e irracional donde priva el criterio del pecado o el que promueve un verdadero estado laico republicano en el que prevalece la libertad como máxima ética jurídica ¿Como conciliar posiciones cuando se trata de derechos fundamentales que las mujeres no estamos dispuestas a transigir?     Seguiremos esperando que la ciudadanía con o sin partido sea considerada e informada de los proyectos de gobierno, que nos permita considerar nuestro voto reflexivo y razonado frente a propuestas serias donde nos veamos consideradas las mujeres en términos de respeto, igualdad y libertad.   Yo observo y me reservo.     * Regidora de Equidad y Género del Municipio de Oaxaca de Juárez