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Angélica Vásquez Cruz, la artesana de la libertad

Viernes 19 de marzo, 2010.
10:00 am
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Soledad Jarquín EDGAR   Oaxaca, México.- La libertad es su condición de vida, con la libertad aprendió a decidir por ella, a no hacer más mariposa de barro y sí nahuales aunque fueran diabólicos, por eso decidió que nunca más ninguna persona le arrebataría sus diseños ni su nombre: Angélica Vásquez Cruz.     [caption id="attachment_47712" align="alignleft" width="236" caption="Angélica Vásquez Cruz, la artesanía su mejor aliada Foto: Juan Carlos Reyes"]Angélica Vásquez Cruz, la artesanía su mejor aliada Foto: Juan Carlos Reyes[/caption] Nació un 20 de septiembre de 1958 en la población de Santa María Atzompa, creció descalza, con hambre, con la imagen de su madre y de su padre amasando el barro amarillento, creando formas con sus manos agrietadas, ella no quería eso. Y no hizo lo mismo, su imaginación la llevó a otros mundos, los rincones desconocidos de las leyendas que su abuela Chucha le contó, el mundo alucinante, cadavérico, de diablos y visiones distorsionadas y “anormales” que su padre rechazaba y le pedía que no hiciera.     Pronto la gente que visitaba el taller familiar notó las creaciones de Angélica y las empezó a comprar, escuchó a su papá decir que él las había creado. Ella, satisfecha con su triunfo sonría para sus adentros, al fin tendría dinero para comprar un lápiz bicolor que por tanto tiempo había deseado.     Casada, con hijos, Angélica siguió buscando su libertad y desarrollo. Durante tres años sus “nacimientos” ganaron concursos nacionales, pero no tenían su nombre, su suegro se adjudicaba la autoría de aquellas piezas argumentando que si llevaba el nombre de una mujer no ganarían. Angélica  no quiso más sufrir esos robos y terminó separada de aquella familia.     Siguió amasando el barro amarillento y creando los nahuales y los diablos, así como las figuras femeninas de la Llorona, la Diosa Cihuacóatl  o protectora de los partos, la Malinche, la Virgen de Guadalupe o Tonatzin y hasta las Chinas Oaxaqueñas.      La niña de dieces no pudo continuar su preparación a los 10 años de edad se graduó en la escuela de la vida como una aventajada artesana en la especialidad de barro decorado al pastillaje.  En 2008 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el rubro de Artes y Tradiciones Populares, mismo que le valió para obtener el nombramiento como integrante del Sistema Nacional de Creadores Eméritos.     Ganó el Premio Especial por Innovación 1996, “96 Salón de Maestros de Arte Popular Banamex” y el Premio “Don Pantaleón Panduro” al Mérito Nacional de la Cerámica. Tlaquepaque, Jal. 2001. Además de las menciones honoríficas del Gran Premio de Arte Popular 2006 en el XIII Concurso Nacional Nacimientos Mexicanos y del Primer Gran Concurso Estatal de Arte Popular de Oaxaca. 1980.   Sus obras artesanales han sido expuestas en diversas galerías del mundo como el Reino Unido y Estados Unidos.   Angélica Vásquez recibió el reconocimiento de Ciudadana Distinguida en el marco del Díaz Internacional de la Mujer por el Ayuntamiento de la ciudad.

 

 

 

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