Letras Violetas/ Futbol, Calderón ¿y el país?

  Soledad JARQUIN EDGAR Oaxaca, México.- A pesar de que el país está “patas para arriba” y que este mismo sábado, es decir mañana  el precio de la gasolina aumentará de nueva cuenta este año, que el proceso de militarización aumenta so pretexto de la lucha contra el crimen organizado, que aún están pendientes procesos electorales en 12 entidades, que la capacidad adquisitiva de la población ha decrecido y una serie de calamidades como la excesiva violencia, ya sea contra mujeres, indígenas o periodistas crece en México, casi todo el país enfocará su energía a partir de hoy al mundial de futbol y al partido entre la sección de este país y Sudáfrica, anfitrión del torneo. [caption id="attachment_58767" align="alignright" width="300" caption="Felipe Calderón en Sudáfrica en el partido inaugural y México qué?/Foto: Reuter"][/caption] PEOR aún, Felipe Calderón ignorando la pobreza de miles de personas, la inseguridad, el desempleo, que se reflejan en esa masa creciente de mexicanos y mexicanas que se aventuran cada día en busca del sueño americano para vivir sometidos al racismo o para ser asesinados por la patrulla fronteriza norteamericana, Felipe Calderón viajó a Sudáfrica para estar presente en tan “celebre” acontecimiento. A partir de ahora inicia una especie de borrachera sin fin, que nos hará perder la conciencia colectiva en un país al que los medios de comunicación se unen –quizá como parte de su iniciativa México- para inyectarnos suavemente el veneno del futbol hasta dormirnos en un profundo sueño que nos dejará inertes. Es tan terrible todo, que a Elba Esther Gordillo, la dirigente magisterial, se le ocurrió la brillante idea de poner televisores de plasma en las escuelas, a pesar que en muchos estados todavía hay salones de clases sin pizarrón, gises, libros, cuadernos o lápices y peor todavía ni siquiera tienen maestros comprometidos con su enseñanza. A pesar de que los partidos se disputarán por la mañana, las empresas de comunicación tendrán cuantiosas ganancias por la transmisión de publicidad, específicamente de bebidas alcohólicas, que esta visto, sólo provocan más violencia muchas veces de fatales consecuencias. Pero de todo esto no tiene la culpa el futbol, que al final de cuentas no es sino un deporte que practican de manera profesional sólo los hombres en la mayoría de los países del mundo, es decir, se trata de un juego que discrimina a las mujeres incluso en la práctica amateur. No de balde la frase de un conocido comentarista que en repite sin cesar que el futbol es el juego del hombre. Todo ello a pesar que se ha demostrado que como ejercicio podría ayudar a las niñas a fortalecer sus huesos, llegar al proceso de maduración sin tantos problemas como la descalcificación  que sufren miles de mujeres en edad madura, e incluso ayudaría a reducir las tan alarmantes cifras de obesidad que, a su vez, provocan enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otros males, en los que se hace necesario invertir miles y miles de millones de pesos. Pero nada de eso ha convencido a los industriales del futbol que siguen viendo este deporte como un acto exclusivo de hombres en el ámbito profesional, es decir, es una actividad que profundiza las desigualdades entre las mujeres y los hombres desde la infancia. Para los empresarios del binomio futbol-publicidad, las mujeres siguen siendo objetos y no sujetas, son cosas que se venden toda clase de productos enfundadas en diminutos vestuarios, las porritas sexys, parte del espectáculo “visual”, pero nunca sus pies calzarán tacos ni uniformes, nunca serán del equipo ni pisarán el maravilloso césped de los estadios, menos aún el mundial femenil de futbol tendrá la cobertura que hoy tiene el futbol varonil. Este solo hecho, nos muestra que el futbol,  se sigue jugando en una cancha no reglamentaria de la igualdad y es parte de las diferencias que profundizan la inequidad y la discriminación hacia las mujeres, una forma de violencia que se institucionaliza desde el momento en que el que dice gobernar este país se presta raudo y veloz para estar en Sudáfrica a costa de los más pobres entre los pobres, es decir, una gran mayoría de mujeres. Ya despertaremos en julio y entonces sabremos qué clase de resaca nos deja el adormecimiento del futbol, “el deporte del hombre”.