Hace 100 años Porfirio Díaz inauguró el Ángel de la Independencia

    Artemisa MENDIZÁBAL/ Cunaculta Oaxaca, México.- El Monumento a la Independencia de México cumple este 16 de septiembre 100 años de haber sido inaugurado por el entonces presidente Porfirio Díaz, en medio de un amplio programa de actividades cívicas en los que se mostraban los deseos de sumar a México a la modernidad. Llamada también Columna de la Independencia, o simplemente conocido como El Ángel o el Ángel de la Independencia, es el símbolo de la patria liberada, el recinto en donde hace apenas unos meses descansaban los restos de los caudillos insurgentes de la lucha de 1810. Con honores militares, el pasado 30 de mayo fueron extraídos de ese recinto los restos de los Héroes de la Patria Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama, José María Morelos y Pavón, Mariano Matamoros, Mariano Jiménez, Francisco Javier Mina, Vicente Guerrero, Leona Vicario, Andrés Quintana Roo, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, Víctor Rosales y Pedro Moreno con el fin de prever lo necesario para su conservación y posteriormente ser trasladados a Palacio Nacional para su honra pública. En 1925, los restos de varios de los héroes de La Independencia fueron trasladados de un nicho en la capilla de San Francisco, en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México al Monumento a la Independencia. En septiembre de 1910, durante el gobierno de Porfirio Díaz, se llevaban a cabo actividades que incluían elocuentes discursos, ceremonias conmemorativas a los héroes de la independencia, inauguraciones de monumentos, parques, obras de desagüe, edificios de beneficencia pública, colocación de primeras piedras de diversos edificios, exposiciones científicas y artísticas, obras de ampliación, concursos, conferencias, veladas literarias, recepciones y desfiles militares y civiles en los que se representaban los episodios históricos más relevantes de la historia nacional: la conquista de México Tenochtitlan y la llegada de Cortés, el periodo colonial y desde luego, el movimiento de Independencia y los héroes que la llevaron a cabo: Hidalgo y Morelos desfilaban frente a las multitudes. Así lo señala el portal México de mis recuerdos, perteneciente al Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. Las memorias de este acontecimiento estuvieron a cargo de Genaro García quien las publicó en 1911 en su Crónica Oficial de las Fiestas del Primer Centenario de la Independencia de México. En ellas quedó plasmado el gran interés del autor por ilustrar profusamente la magnificencia de los festejos, para lo cual integró el trabajo histórico y literario de Nemesio García Naranjo, Alfonso Teja Zabre, Rubén Valenti, Manuel H. San Juan e Ignacio B. del Castillo. Asimismo Genaro García reunió a un equipo de fotógrafos que se dieron a la tarea de retratar la importancia de las celebraciones a través de los retratos de los primeros mandatarios públicos y sus familias, de los representantes extranjeros, del interior de las mansiones; de las vistas de los edificios y monumentos que se inauguraban, de las ceremonias, los actos de caridad, las exposiciones, las fiestas, los desfiles y la iluminación de los edificios. Esta obra es el gran testimonio del lujo, la pompa, la solemnidad y fastuosidad con que Porfirio Díaz celebraba el Centenario de la Independencia y mostraba al mundo el progreso de México, según el portal del INERHM. Monumento de gran belleza, icono cultural de la ciudad de México y del país, lugar de festejos nacionales, localizado en el cruce de Paseo de la Reforma y Río Tíber y Florencia, fue un proyecto a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado y cuya primera piedra se había colocado en 1902 y culminó en 1910 con la colocación de la columna coronada por la figura de una victoria alada del escultor italiano Enrique Alciati que lleva en una de sus manos una hoja de laurel, ofrecida a los vencedores y en la otra una cadena con eslabones rotos que representan la derrota de la esclavitud española. En el oriente del pedestal en su parte superior se ubica un grupo escultórico llamado “Apoteosis del Padre de la Patria” compuesto por tres figuras, dos de ellas figuras simbólicas, de pie se ubica enarbolando una bandera mexicana el cura Miguel Hidalgo, al sur sentada con un libro y una pluma la ninfa de la Historia, al norte en actitud de levantarse y ofreciendo a Hidalgo una corona de laurel se encuentra La Patria. El pedestal, de base cuadrada, tiene en los extremos cuatro estatuas a un nivel un poco inferior que la de Hidalgo y corresponde a José María Morelos la del suroriente, a Francisco Xavier Mina la del surponiente, a Nicolás Bravo la del norponiente y a Vicente Guerrero la del nororiente. La columna en sí mide 36 metros de altura y una vez sumada la altura del grupo escultórico que la corona, alcanza en total 45 metros, que es equivalente a la de un edificio de 15 pisos. El Ángel de la Independencia tiene su anecdotario. En el terremoto del 28 de julio de 1957, la escultura cae a tierra y queda destrozada por lo que es necesaria su reconstrucción. Los trabajos tardaron más de un año en concluirse y a columna permaneció sin su colosal complemento, hasta el 16 de septiembre de 1958 en que fue reinaugurada. En el terremoto de 1985 sufrió daños la estructura y varias de las obras artística del monumento. Es así como nuevamente comienzan las obras de restauración, entre las que se cuenta la construcción de las escaleras oriente y poniente que bajan hasta la calle. Y es en 2006 cuando se le da un mantenimiento general al monumento, por lo que permanece cerrado durante casi un año. A 100 años de su inauguración, el Monumento a la Independencia, que ha sido punto de reunión y telón de fondo para todo tipo de festejos, incluyendo el “clásico” de las victorias de la Selección Mexicana de Futbol, será testigo el 15 y 16 de septiembre del fervor patrio de los mexicanos en la conmemoración del Bicentenario de la Independencia.