Recibe Marcela Lagarde premio Latinoamericano por la Vida y las Mujeres

Elizabeth MUÑOZ V./CIMAC   Oaxaca. México.  El delito de trata de personas no sólo debe ser visto como un hecho del crimen organizado, sino como resultado de una complejidad social apabullante, que abarca a la sociedad y al Estado, y que éste último no se ha reformado para hacer frente a sus obligaciones legales, afirmó aquí la feminista Marcela Lagarde y de los Ríos.   Ante los comités de organización y académico del II Congreso Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas: Migración, Género y Derechos Humanos, se pronunció por recurrir a los aportes teóricos de la investigación de la perspectiva de género, para definir y diferenciar los límites precisos sobre los riesgos de ser objeto de trata, que corren las mujeres y las niñas, por edad, clase social, etnicidad, condiciones de migración, de legalidad e ilegalidad.     [caption id="attachment_73843" align="alignleft" width="300" caption="La trata de personas, un problema social complejo, dijo Lagarde."][/caption] Al impartir su conferencia magistral, “Sinergias por los Derechos Humanos de las Mujeres Frente a la Trata”, la presidenta de la Red por la Vida y la Libertad de las Mujeres, especificó que al hablar de migración se dice inmigrantes, no las inmigrantes.   “Lingüísticamente, dijo, se hace una discriminación brutal porque se habla de la trata de personas, pero al decir personas en clave patriarcal se traduce a hombres, no se traduce que hay tráfico y esclavitud de mujeres y niñas, ellas casi nunca son mencionadas y cuando se omiten, se contribuye a su invisibilización”.   Insistió en que al abordar la problemática de trata de personas sin perspectiva de género, no se alcanza a comprender que este “tiene que ver con la dominación y cosificación sexual de las mujeres”.   Ante ello, sólo se buscan soluciones al tema de la delincuencia organizada y no para lograr la igualdad entre mujeres y hombres, la dignificación de la sexualidad de las mujeres, y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de niñas y adolescentes, abundó.   Eso es lo que no se ve, lamentó, no obstante a que en el fenómeno de la trata, a las mujeres se les priva de su libertad, se les trafica con fines de explotación sexual y laboral, y tampoco se dice que hay casos de violación y sólo son consideradas como migrantes ilegales, aún cuando todo lo que enfrentan tiene que ver con todas las formas de violencia hacia las mujeres.   Insistió en que quienes trabajan en la prevención y atención a victimas de trata deben revisar materiales y documentos, además de recurrir a los movimientos civiles, científicas y organismos internacionales, que han visto desde la perspectiva de género el problema, como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, que han realizado estudios al respecto.   La antropóloga y feminista, remarcó que está en manos de la ciudadanía exigir a las autoridades que no simulen y dejen de ver a las mujeres sólo como cuerpos para el placer, para el ejercicio de la maternidad, cuerpos sin voluntad, cosificadas, porque lo que se pretende lograr son cuerpos de mujeres vestidas de derechos y con ciudadanía.   Al final de la conferencia, Marcela Lagarde recibió de manos de Teresa Ulloa, directora general de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe AC (CATWLAC), el tercer premio Latinoamericano por la Vida y la Seguridad de las Mujeres y de las Niñas 2010, en la categoría de premios especiales relacionado a “Aportes sobresalientes por la vida y la seguridad de las mujeres”.