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De cómo masca la iguana

Domingo 14 de noviembre, 2010.
02:03 pm
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  Clemente Jesús LÓPEZ* Oaxaca, México.- Los procesos legalmente autorizados para la creación de normas jurídicas.Son los procesos de creación de las normas jurídicas. Con sus pretensiones de validez general, abstracta, impersonal, por medio de los cuales, cumplidas ciertas formalidades, se crea la norma jurídica o el derecho y son: La costumbre la legislación la jurisprudencia el reglamento la doctrina   wilfridodebareEl Proceso Legislativo  consta de seis etapas. Para que una ley sea considerada como tal se requiere el cumplimiento de formalidades exigidas en un proceso legislativo.   Las formalidades generales también llamadas etapas son: Iniciativa, Discusión, Aprobación, Sanción, Publicación Iniciación de la vigencia.   A contrario sensu, que si el proceso legislativo no se cumple en las etapas generales o en las formalidades particulares,  el producto obtenido no tiene carácter de ley.   Perdón con estas palabras pretendía iniciar mi intervención para ilustrar parte de las tareas que los diputados tienen en su ejercicio. Sin embargo  formalmente iniciare de otra manera:       CAMARADAS INTEGRANTES DE ESTE PRESIDIUM. SEÑORAS Y  SEÑORES ASISTENTES. COLEGAS Y COMPAÑEROS DE LOS MEDIOS: Es para mi una especial distinción el participar como comentarista en la presentación del libro “El debate parlamentario hacia la transición”  del diputado Wilfredo Fidel Vásquez López. El proviene de una larga tradición parlamentaria de quienes, desde las filas del Partido Comunista Mexicano, optamos por la vía de la participación electoral y la lucha parlamentaria, como instrumentos para conseguir la libertad política y lograr la democratización de nuestro país. Dirigentes del Partido con profundas raíces en el movimiento social, en sus distintos estratos: Estudiantil, campesino, magisterial, obrero y sindical que lograron con el registro electoral de los comunistas y con la conquista de su primer fracción parlamentaria, dar voz a quienes no  la tenían, utilizar la tribuna como un foro de denuncia de las injusticias y abusos del poder cometidos por gobernantes sátrapas,  denunciar los abusos de los patrones, caciques y terratenientes pueblerinos que, dueños de horca y cuchillo mantenían en la más oprobiosa opresión a nuestro pueblo. Pero no solo fue para la denuncia  que los comunistas y socialistas utilizaron la tribuna, sino principalmente para confrontar proyectos distintos de nación, visiones distintas del mundo, apreciaciones disímbolas sobre la orientación de las leyes en beneficio de  la inmensa mayoría de la población  y sobre todo el combate a ultranza del régimen autoritario y sus secuelas de tiranos, sátrapas y malos gobernantes. A esa escuela de diputados comunistas y socialistas como Arnoldo Martínez Verdugo, Valentín Campa, Othon Salazar, Pablo Gómez, Ramón Danzos Palomino, Gerardo Unzueta,  Amalia García y Antonio Gómez Vásquez a quienes desde aquí también rindo homenaje, pertenece el más joven de nuestros parlamentarios Wilfredo Vásquez quien hoy nos presenta en este ejercicio intelectual, una summa de estos esfuerzos. Desde luego que la lucha parlamentaria ha cambiado y no siempre ha sido para bien, antes la mística, la ética política y la profunda convicción ideológica de nuestros diputados comunistas y socialistas eran un garante de confianza e integridad que contaba con el respaldo y el reconocimiento del pueblo trabajador. Los debates,  fundamentados, con conocimiento a  fondo de los temas tratados,  con el conocimiento de la ley, de la técnica jurídica y legislativa,  no ajena a la confrontación y el debate ideológicos, eran la principal premisa de las cámaras en donde los comunistas y socialistas exponían públicamente sus ideas.  El trabajo en comisiones, el ejercicio pleno de las practicas parlamentarias, el conocimiento de los reglamentos,  la elocuencia oratoria, la búsqueda de acuerdos, el dialogo y la concertación política, eran nuestras  principales armas para impulsar más y mejores leyes en beneficio de la población y el incentivo principal  de quienes, convencidos de su tarea partidaria y militante, arribaban a los congresos estatales y al congreso de la Unión. Después, la diatriba, el dislate, la corrupción y los intereses particulares se fueron enseñoreando en el debate parlamentario, en la medida en que a su vez la clase política, toda,  entraba en el tobogán de la degradación y la ignominia.  Los diputados se auto degradaron y auto limitaron, sucumbiendo a las presiones y tentaciones de las dádivas financieras del régimen autoritario, representado por los autócratas que han poseído la titularidad del poder ejecutivo, principalmente en nuestro estado, donde las condiciones de atraso en todos los rubros de la vida pública, con una sociedad considerada  pre capitalista, se convierten en verdaderos tiranos como el que aun nos desgobierna en Oaxaca y a quien Wilfredo, a lo largo de sus casi 300 intervenciones, fustiga, denuncia, desnuda, condena.     Somete al tirano al más puro estilo de Francisco de Quevedo, al escrutinio público, en discursos no exentos de sátira y buen humor, dureza crítica, despiadada y en ocasiones brutal y excesiva, pero siempre necesaria para poner cotos al crimen, la corrupción y la impunidad de los gobernantes. El libro en comento, es un testimonio vivo, latente, audaz, que sirve de ejemplo e instrumento para las nuevas generaciones de legisladores, una herramienta para el análisis sobre las prácticas parlamentarias, incluso para el análisis lingüístico, técnico y gramatical sobre la estructura del discurso político y sus contenidos. En fin estimados oyentes, el texto en si incita a la lectura y a la reflexión, hagamos el ejercicio y desde luego derivemos la crítica para evitar que esta, como decía Marx no sea  con el paso del tiempo y el abandono del libro, sólo la critica despiadada de los ratones. Por último cito las palabras del gran Novel Colombiano García Márquez, quien a propósito de su libro de discursos escribió: “ Que hago yo encaramado en esta percha de honor, yo, que siempre he considerado los discursos como el más terrorífico de los compromisos humanos?. MUCHAS GRACIAS. *Participación del C. Clemente Jesús López En la presentación del libro:  “Debate parlamentario hacia la Transición”, del  Dip. Wilfredo F. Vásquez López. Salón Guelaguetza del Hotel Misión de los Ángeles. Oaxaca, Oax. 12 de nov del 2010
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