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Llama GCM a dejar reyertas y construir el futuro de Oaxaca

Lunes 21 de marzo, 2011.
12:59 pm
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Oscar VALDIVIESO Oaxaca, México.- No debemos perder tiempo en reyertas, ni detenernos en debates estériles, fue he llamado hecho por el gobernador Gabino Cué en el marco del 205 aniversario del natalicio de Don Benito Juárez García. En una ceremonia realizada en Ciudad Administrativa y ante la estatua el Benemérito de las Américas, el mandatario estatal expreso que con serenidad y templanza se contruye en el presente el curso de la transición democrática con visión de Estado y responsabilidad de futuro. “Juárez comprendió que para ser perdurables, las grandes transformaciones sociales, económicas y políticas, debían estar basadas en el imperio de la Ley, y ganar perfección y fortaleza con en el tiempo” Reconoció que la tarea  no será sencilla,  sin embargo confío  en sacar a Oaxaca de sus rezagos ancestrales hacia por una nueva senda de prosperidad. Pero advirtió que para logarlo “necesitamos establecer un gran pacto entre el gobierno y la sociedad. Soy gobernador por el mandato soberano del pueblo; y mucho me honra servirlo; pero sé que sin el respaldo de la sociedad, será poco lo que mi gobierno puede lograr. De ahí que convocó a la sociedad y sus organizaciones para trabajar en la construcción de un mejor futuro para Oaxaca al manifestar que  “en esta cruzada de unidad social y productiva,  llamo a los servidores públicos, a los legisladores, a todas las fuerzas políticas del estado; a las mujeres y jóvenes, a los hombre y mujeres del campo y de la ciudad, los invito a todos a reafirmar con trabajo y unidad, el voto de confianza que hizo posible este gobierno impregnado de democracia”. Sostuvo que en los tiempos de transición democrática que vive Oaxaca, el gobierno de Paz y Progreso, honra al Benemérito de las Américas ajustando el poder público al Estado de Derecho y cumpliendo su mandato. De ahí que deslindó a su administración de cualquier intento de agresión a persona alguna o cualquier acción que pretenda socavar el derecho a la libre expresión, al libre tránsito o de asociación. A continuación el texo integro del discurso del mandatari estatl: ¡Juárez palpita en la sangre libertaria de Oaxaca y de nuestra Patria! Se alza en nuestro devenir histórico como el gran forjador de la República, quien hizo posible el triunfo de la legalidad frente al autoritarismo ominoso; quien impuso la fuerza de la razón sobre la intolerancia; y el peso de las libertades y las garantías ciudadanas por encima del vasallaje y la explotación. La obra y legado histórico de Benito Juárez, ha influido -como ningún otro- en la construcción del México de instituciones, de libertades y derechos que hoy conocemos y ejercitamos los mexicanos. Por ello, con profunda fe y convicción juarista nos congregamos aquí en la Casa del Pueblo, después de rendir honores al Benemérito en San Pablo Guelatao, y celebrar su Natalicio; no solo al hombre más representativo y emblemático de Oaxaca, sino al paradigma político que simboliza. Evocar la obra de Benito Juárez García, es hablar de los más altos ideales patrióticos y republicanos de México. Como gobernador de Oaxaca impulsó el desarrollo económico del estado; estimuló la obra pública; fundó las Escuelas Normales y apoyó decididamente la educación; además de elaborar el plano de la ciudad de Oaxaca y reconstruir el Palacio de Gobierno. Su liderazgo político y profunda vocación liberal, fueron determinantes para la construcción y promulgación de la Constitución Federal de 1857, logrando avances sustanciales para la creación de un Estado moderno, bajo la supremacía de la Ley. Fue la generación liberal que encabezó Juárez la que consolidó a la República; la que dio soporte y pertinencia a la Nación con el establecimiento de un régimen federalista y representativo; garantizando así -con la División de los Poderes-, que el ejercicio de la autoridad no recayera en un solo hombre, sino en el sano equilibrio de los tres poderes de la Unión. Durante su mandato presidencial, Juárez –con valor y decisión- impulsó la primera gran transformación del Estado Mexicano al promulgar las Leyes de Reforma; al incorporar el principio de laicidad a la República, y con ello, acabar con más de tres siglos de dominio clerical sobre el patrimonio nacional, al separar los asuntos y bienes públicos del ámbito de la Iglesia, además de garantizar la libertad de culto a los mexicanos. Juárez defendió la soberanía de nuestro pueblo como nadie, al restituir la independencia de México frente a la invasión extranjera, logrando con ello la restauración de la República y la construcción de un cuerpo legal que sentó las bases de un Estado moderno. La lucha de Juárez por la Soberanía Nacional,  fue reconocida a lo largo y ancho de México; y más allá de nuestras fronteras. Su entrada triunfal a la ciudad de México el 15 de julio de 1867, luego de detener la invasión francesa y vencer al Segundo Imperio, tuvo una amplia significación para toda América, y su lucha por la soberanía fue reconocida por los gobierno del continente. En sesión solemne del 11 de mayo de ese año, el Congreso de República Dominicana, lo aclamó como el ”Benemérito de las Américas‘ por su lucha ejemplar por la soberanía, la igualdad de los estados, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. Los gobiernos de Venezuela, Chile, Perú, El Salvador, Uruguay y Colombia respaldaron también la distinción conferida, e incluso, el Congreso Argentino dio el nombre de ”Benito Juárez‘ a un poblado de la provincia de Buenos Aires, que en la actualidad lo habitan poco más de 13 mil juarenses. Señoras y señores: ”Que el Pueblo y el Gobierno respeten el derecho de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz‘. El histórico apotegma condensa los valores y principios históricos de nuestra Nación: Soberanía e Independencia, legalidad y respeto a los derechos humanos, tolerancia y una búsqueda incesante de paz y progreso. Esa es la fuente de inspiración de mi gobierno. Celebramos así, con inquebrantable fe juarista, 205 años del Natalicio del Benemérito. En los tiempos de transición democrática que abrazan a Oaxaca, el Gobierno de la Paz y el Progreso, honra al Benemérito de las Américas ciñendo el ejercicio del poder público al Estado de Derecho y cumpliendo su mandato. El destino de Oaxaca es la Ley y la justicia, nunca más la impunidad ni la regresión al autoritarismo. ¡Asumimos así, la enseñanza de Juárez! Desde el primer día de mi gobierno hemos cumplido con esa encomienda. El 4 de julio de 2010, la sociedad oaxaqueña marcó un hito histórico en el desarrollo político de la entidad, al protagonizar una jornada electoral –ejemplo nacional de democracia- que ha dado cauce a la transición de Oaxaca y a la instauración de un gobierno comprometido con el Pueblo; con la Paz y el Progreso. Un mandato decidido a servir a Oaxaca y su pluralidad. A lo largo de 111 días, hemos trabajado en la construcción de los cimientos jurídicos que permitan una transición democrática real, ordenada y con perspectiva de futuro. Recibimos el gobierno con una gran deuda y sin recursos económicos; con simulación laboral, un parque vehicular altamente deteriorado, una estructura administrativa onerosa y poco funcional; cientos de obras inconclusas; y subejercicio de recursos presupuestales en áreas estratégicas para la seguridad, el desarrollo social y productivo de la entidad. Despojados de prejuicios, asumimos la problemática y las carencias, como desafío de gobierno. Con serenidad y templanza nos constituimos en el presente para apuntalar el curso de la transición democrática con visión de Estado y responsabilidad de futuro. No debemos perder tiempo en reyertas, ni detenernos en debates estériles. Juárez comprendió que para ser perdurables, las grandes transformaciones sociales, económicas y políticas, debían estar basadas en el imperio de la Ley, y ganar perfección y fortaleza con en el tiempo. Inspirado en su ejemplo transformador, mi gobierno ha impulsado un profundo proceso de reforma que adecue la Constitución del Estado, a las expectativas del Pueblo de Oaxaca y a la realidad política y social de la entidad. Un proceso de reforma constitucional, que garantice a los oaxaqueños, su derecho a ser escuchados y obedecidos. De ahí nuestro propósito para proponer al Poder Legislativo del Estado, una Iniciativa de Ley que busca otorgar a la sociedad, valiosos instrumentos de democracia directa como el plebiscito y el referéndum; y sea el Pueblo quien decida el curso de los asuntos trascendentales del quehacer gubernamental. Con la misma orientación, hemos propuesto a la Legislatura Estatal, la iniciativa para la Revocación del Mandato del Gobernador, cuando se cometan violaciones graves que en forma sistemática contravengan el mandato de la Constitución. Encabezo un gobierno de puertas abiertas y profunda vocación democrática. Con ese ánimo hemos llevado a cabo tres Audiencias Públicas en los Valles Centrales, en la Cuenca del Papalopan y la Mixteca, con la finalidad de crear un vínculo directo entre el gobierno y la sociedad civil. Hemos incorporado también la voz y la participación de la sociedad, a través de 9 Consejos y Comisiones Estatales en las áreas estratégicas de gobierno, donde la presencia ciudadana garantizará que los beneficios y recursos de la obra gubernamental, lleguen en forma directa y transparente a sus verdaderos destinatarios. De esta manera se han conformado el Consejo Estatal para el Desarrollo Rural Sustentable, el Consejo Estatal para la Conciliación Agraria, el Consejo Consultivo Ciudadano de las Infraestructuras, el Consejo Estatal de Seguridad Pública, entre otros importantes órganos de participación. Honramos la herencia juarista, al fortalecer la División de Poderes que su espíritu liberal supo plasmar en la Constitución de 1857. Por ello, nos afanamos en construir y cultivar una nueva relación entre los Poderes del Estado, que se forje y nutra en el diálogo, la cooperación, el respeto recíproco y la autonomía plena. Por eso mantengo una interlocución abierta, franca y estrecha con todos los partidos políticos en el estado, así como con sus representaciones en la Legislatura Local y en el Congreso Nacional. Tengo absoluta claridad que la comunicación política es un factor primordial de la gobernabilidad de Oaxaca; consolidarla, es una prioridad en nuestro quehacer cotidiano. Con ese espíritu propusimos y fue aprobada una iniciativa de decreto, que faculta al Congreso del Estado para ratificar la integración del gabinete y la nueva estructura gubernamental. Con igual propósito, mantenemos permanentes vínculos de comunicación y cooperación republicana entre los miembros de mi equipo de trabajo y los representantes de los grupos parlamentarios del Congreso Local, que nos están permitiendo alcanzar acuerdos para desahogar los temas de la agenda legislativa comunes a ambos poderes. Es este el caso de la iniciativa de Ley para Regular el Uso de la Fuerza por los Integrantes de los Cuerpos de Seguridad Pública del Estado, cuyo objetivo es dar certeza a la sociedad de que en Oaxaca nunca más habrá una policía represora. Buscamos también fortalecer y mejorar la procuración y administración de la justicia, mediante la creación de la Fiscalía de Investigaciones en Delitos de Trascendencia Social, y en breve, se emitirá el decreto que creará la Subprocuraduría Especializada en Delitos Cometidos en Contra de la Mujer por Razón de Género, así como la Fiscalía para la Atención de Migrantes. En la nueva relación entre los Poderes del Estado hemos decidido fortalecer al Poder Judicial del Estado en tres temas de vital importancia, que garanticen su autonomía presupuestal, la reingeniería de su estructura orgánica y el control constitucional. Con profundo apego a la legalidad y a los derechos políticos de la sociedad, la Secretaría General de Gobierno ha coadyuvado en la solución de los conflictos post-electorales de la entidad, sin estridencias y en un clima de diálogo democrático, respetando la autonomía y esfera de competencia del Tribunal y el órgano electoral del estado. Hemos creado también la Oficina de la Comisionada para la Atención de los Derechos Humanos de Oaxaca, y procesando con puntualidad las recomendaciones de medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para el caso de las 135 personas desplazadas de San Juan Copala; así como las relativas a Santo Domingo Ixcatlán y Zimatlán de Lázaro Cárdenas, entre otras importantes acciones. Con ello, el Gobierno del Estado hace patente su firme e irrenunciable compromiso con la justicia y la legalidad; con su obligación constitucional para respetar y hacer respetar la Ley; para garantizar el orden público y el respeto escrupuloso de los derechos humanos. Porque está en las obligaciones que me impone la Ley, en este día memorable, deslindo al Gobierno del Estado de cualquier intento de agresión a persona alguna; o cualquier acción que pretenda socavar el derecho a la libre expresión, al libre tránsito o de asociación; pero reservo también la facultad gubernamental de intervenir cuando se afecte el orden público. El Gobierno de la Paz y el Progreso, busca afianzar la transición democrática reconstruyendo de raíz la estructura gubernamental; para hacerla más eficiente y sensible a las aspiraciones de una sociedad que exige respuestas a la altura de los grandes desafíos y rezagos de Oaxaca. A la luz de esa premisa, estamos optimizando el gasto gubernamental suprimiendo privilegios, pagos excesivos y las estructuras burocráticas inoperantes. Con ese mismo rasero combatimos la discrecionalidad y el gasto oneroso, que ofende la dignidad de quienes sobreviven apenas con lo indispensable. Asumimos la transparencia, la rendición de cuentas y la austeridad como pauta de conducta de la función gubernamental, y en ese sentido, estamos reorientando el gasto y liberando recursos para destinarlos en forma creciente a la nueva política de Bienestar que impulsa mi gobierno. Los resultados de la acción gubernamental en materia social son evidentes, y se pueden advertir en la integración de un fondo de recursos estatales y federales de poco más de 2,600 millones de pesos, que a lo largo de 2011, beneficiarán a más de un millón de oaxaqueñas y oaxaqueños que residen en municipios y comunidades de alta y muy alta marginación, cumpliendo con ello, los compromisos que asumí durante mi campaña política. Me refiero a 1,000 millones de pesos de origen estatal que serán invertidos a través del Programa BIENESTAR; así como 1,628 millones de pesos adicionales que serán canalizados en el marco de los Acuerdos de Coordinación que mi gobierno suscribió con la CDI y la SAGARPA, el 15 de febrero y el 3 marzo, respectivamente. Se trata de una cifra que no tiene precedente; y que representa el punto de arranque de la nueva Política Social y de Bienestar para todos, que impulsa mi gobierno en favor de los sectores más vulnerables de nuestro tejido social, con quienes tenemos un compromiso irrenunciable. Nuestro compromiso es preservar la salud de nuestra sociedad, y por ello, del 1º. de diciembre a fecha, hemos incorporado a más de 40 mil familias al Seguro Popular; hemos adquirido medicamentos y material de curación por más de 85 millones de pesos; y puesto al servicio de la ciudadanía un helicóptero y una avioneta para el traslado de enfermos graves. A través del Programa de Bienestar para Todos, apoyaremos a las niñas, niños y jóvenes oaxaqueños, mediante un Fondo Estatal de Becas, así como uniformes y útiles escolares que estimulen su desarrollo académico y coadyuven al fortalecimiento de la economía familiar, mediante la erogación de 669.8 millones de pesos. Con una inversión de 47.5 millones pesos, vamos apoyar a las jefas de hogar en condición de desempleo, así como a los adultos mayores agobiados por la precariedad y la falta de oportunidades para su manutención. Estamos canalizando apoyo económico por 150 millones de pesos, para atender a las oaxaqueñas y oaxaqueños que han sido excluidos de la educación y de la actividad productiva por padecer alguna discapacidad; y cientos de mujeres amenazadas por el cáncer cérvico- uterino. Frente al agobio y apremios económicos que golpean a un gran número de familias oaxaqueñas, la sociedad y el gobierno no podemos ni debemos permanecer pasivos e indiferentes. Como tampoco quisimos abrir nuevos frentes de obra, sin antes concluir las 799 que heredamos sin soporte presupuestal de la pasada administración. La acción conjunta de las 9 dependencias que integran el gabinete de obras de mi gobierno, han logrando –con gran dinamismo- terminar 510 obras de infraestructura, además de iniciar 72 proyectos constructivos recibidos sin avances. A lo largo de los próximos meses, conforme se liberen los recursos destinados a la creación de infraestructura social y productiva, la actividad constructiva en el estado será cada vez más intensa y ostensible; hasta lograr la ejecución de más de 4 mil obras en el presente año, con una inversión cercana a los 6 mil millones de pesos. De esa manera cumpliremos nuestro compromiso para construir un polideportivo cada año, además de apoyar a nuestros atletas de alto rendimiento y paraolímpicos, a través de un fondo de becas deportivas. Nuestro reto es que la actividad constructiva tenga el suficiente poder para incentivar la dinámica económica de Oaxaca; acrecentar la riqueza social y generar los empleos que demanda nuestro tiempo. Buscamos que la creación de infraestructura se convierta en una poderosa herramienta de transformación que nos permita cerrar la brecha de desigualdad entre las regiones de Oaxaca; que brinde acceso privilegiado a los constructores oaxaqueños en condiciones de sana competencia empresarial; y que proporcione a nuestras comunidades, servicios de agua potable, drenaje, electrificación, vivienda y caminos; que mejoren y dignifiquen la calidad de vida. Tal y como lo comprometí el 1º. de diciembre de 2010, mi gobierno está obligado a poner en marcha a la sociedad para lograr que Oaxaca sea un estado modelo en el desarrollo humano; un lugar atractivo a las inversiones que generen empleos y oportunidades de buena vida. Los resultados que hoy estamos reseñando son una clara y contundente consecuencia de los compromisos asumidos desde el primer día de mi mandato. Hemos pasado de los compromisos a las acciones; y abrevamos del Benemérito, su sentencia para no ser juzgado por los dichos, sino por los hechos que el Gobierno, con la acción corresponsable de la sociedad, hemos alcanzado y que juntos habremos de acrecentar. Señoras y señores: Oaxaca tiene una cita con el progreso y la grandeza. Sin embargo, reconocemos que el proceso de cambio no será rápido ni espectacular, porque nuestros rezagos se han acumulado por décadas, y por más que se quiera, no podrán ser superados  con una visión de corto plazo. Los oaxaqueños debemos mirar hacia el futuro en horizonte de gran visión; imaginarnos colectivamente cómo queremos ver a Oaxaca en prospectiva de 25 años, iniciando desde ahora con inquebrantable responsabilidad y firmeza. Como gobernador electo convoqué a una amplia consulta ciudadana para construir, desde abajo, el programa Preliminar del Gobierno, que ha orientado la acción pública en los primeros 111 días de gobierno. Impulsamos así un ejercicio de profunda reflexión ciudadana que ha cimentado la elaboración, en esta nueva etapa de gobierno, del Plan Estatal de Desarrollo 2010-2016, nutrido en 18 Foros Temáticos en todas las regiones del estado. El pulso ciudadano es el motor que mueve a este gobierno; y por ello, avanzamos con rumbo claro y bien definido. La tarea que nos aguarda no será sencilla, pero creo con toda firmeza que juntos podremos sacar a Oaxaca de sus rezagos ancestrales y encausarlo por una nueva senda de prosperidad. Para lograrlo, necesitamos establecer un gran pacto entre el gobierno y la sociedad. Soy gobernador por el mandato soberano del Pueblo; y mucho me honra servirlo; pero sé que sin el respaldo de la sociedad, será poco lo que mi gobierno pueda logar. Por ello, convoco a la sociedad y a sus organizaciones para trabajar en la construcción de un mejor futuro para Oaxaca. A esta cruzada de unidad social y productiva convoco a los servidores públicos, a los legisladores, a todas las fuerzas políticas del estado; a las mujeres y jóvenes, a los hombres y mujeres del campo y la ciudad. Los invito a todos a reafirmar con trabajo y unidad, el voto de confianza que hizo posible este gobierno impregnado de democracia. Estoy convencido que los derroteros del cambio serán favorables a nosotros, porque nuestro proyecto tiene rumbo democrático y un profundo humanismo. Y a pesar de lo difícil que hoy pudieran resultar los tiempos y ensombrecer nuestro horizonte, detrás de las nubes se esconden mil soles, son los rostros de nuestra gente, que iluminan a Oaxaca en su devenir de grandeza. El ideario Juarista nos da fortaleza y rumbo en nuestro anhelo de bienestar, paz y progreso para todos. ¡Que viva el Gran Juárez! ¡Que viva Oaxaca!

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