INICIO  //  desastres-2  //  Investigan para prevenir desastres por sismos en México
/  

Investigan para prevenir desastres por sismos en México

Miércoles 30 de marzo, 2011.
09:10 am
267 lecturas | 0 comentarios

COMPARTIR

UNAM/Investigación Oaxaca, México.- En México, el límite de encuentro de placas tectónicas convergentes se extiende a lo largo de aproximadamente mil kilómetros, de Jalisco a Chiapas. El movimiento abrupto de esas estructuras puede causar sismos frecuentes y, en ocasiones, maremotos, afirmó María Teresa Ramírez Herrera, investigadora del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), con sede en Morelia. El país está ubicado sobre las placas de Rivera, Cocos y Norteamericana. Los registros revelan que de 1732 a 2003, en 271 años, ocurrieron 92 tsunamis. En el CIGA, sostuvo María Teresa Ramírez, trabajamos para disminuir el riesgo por estos últimos fenómenos. Desde 2003, inició su labor de búsqueda de evidencias históricas y prehistóricas de grandes temblores y tsunamis en las costas del Pacífico de México, que continuó en 2007. El estudio se hace de manera conjunta con un grupo interdisciplinario de Chile, Canadá, EU, Australia y España, además de instancias de la UNAM, como los institutos de Geofísica y Ciencias del Mar y Limnología, donde se utilizan diversas metodologías, por ejemplo, documentación histórica, análisis de sedimentos y fechamiento. En el Centro, abundó, también se realizan investigaciones relacionadas con la vulnerabilidad por maremoto, es decir, la creación de mapas de riesgo y susceptibilidad, necesarios para saber cuáles son las zonas donde la población e infraestructura se encuentran en peligro. Además, en colaboración con Marcelo Lagos, del Laboratorio de Tsunamis de la Universidad Católica de Chile, y Diego Arcas, de la Agencia de Océanos y de la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) se trabaja en la medición de parámetros de maremotos en tiempo real. Japón, una de las naciones mejor preparadas para enfrentar este tipo de fenómenos naturales, deja un importante mensaje: queda mucho por aprender todavía, y nos recuerda que es más costoso remediar un daño que prevenirlo, dijo Ramírez Herrera. La historia muestra, añadió, que en 1787 hubo un terremoto en el litoral de Oaxaca, con magnitud estimada (porque no había instrumentación) de 8.4 grados, que provocó una ola que invadió las costas de esa entidad y de Guerrero; en la zona más cercana al epicentro, se inundaron hasta seis kilómetros tierra adentro, de acuerdo a fuentes documentales. Los estudios de paleosismicidad, es decir, de terremotos y maremotos que quedan en un registro geológico, en sedimentos, realizados por Ramírez Herrera, también muestran su ocurrencia en épocas remotas. A escala mundial, se ha detectado en años recientes una serie de tsunamis y el peligro que entrañan. En Indonesia, en 2004; en Islas Salomón, en 2007; Samoa y Tonga, en 2009, y en Haití y Chile, el año pasado. “En los últimos 100 años han acontecido terremotos de mayor magnitud en el planeta. En tanto, en la prehistoria se conoce que existen variaciones de la ocurrencia de maremotos de acuerdo con la zona”. Luego del megasismo de 9 grados, en las costas japonesas, la llegada del tsunami a México se registró a las 10.45 horas, en costas de Baja California; luego alcanzó Sinaloa, Guerrero. Debido a que el territorio nacional no estaba en posición directa de la trayectoria de la gran ola, los efectos fueron menores; el ascenso del nivel del mar fue, en general, menor a un metro y sólo en Acapulco, se registraron 1.3 metros.
!

Esta conversación es moderada acorde a las reglas de la comunidad “Ciudadanía Express” . Por favor lee las reglas antes de unirte a ella.
Para revisar las reglas da clic aquí

-
Todos los comentarios (0)

Publica tu comentario

Nombre

E-mail, no será publicado.

Sexo

Comentario * 200 caracteres