INICIO  //  patrimonio-cultural  //  Patrimonio cultural intangible, un humanismo en marcha
/  

Patrimonio cultural intangible, un humanismo en marcha

Viernes 15 de abril, 2011.
05:33 pm
183 lecturas | 0 comentarios

COMPARTIR

Andrés HERNÁNDEZ/INAH Oaxaca, México.- En la tarea de preservación del patrimonio intangible, que se ha emprendido en tiempos recientes, “hay un humanismo que está en marcha, en tanto que permite mostrar valores que no se percibían”, es decir, “hace un descubrimiento del hombre”, advirtió el periodista colombiano Javier Darío Restrepo, al participar en el panel La gestión del patrimonio inmaterial, un reto emergente en Iberoamérica, en el marco del Primer Seminario de Periodismo y Patrimonio Cultural, en Palenque, Chiapas. En el encuentro académico, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), el maestro y consultor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) expuso que el patrimonio físico, como lo son las pirámides, perdería todo su valor si no se recupera con ellas el brillo de lo intangible, porque “todo patrimonio cultural tiene consigo un elemento inmaterial”. Luego de la cátedra que ofreció Darío Restrepo sobre la ética para la conservación del patrimonio, comentó que este interés reciente por la preservación de lo inmaterial, es decir, los bienes culturales intangibles, impulsada por la UNESCO mediante la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, “no es tanto una deuda con la sociedad en cuanto a necesidad, porque lo material es lo transitorio, lo que se desmorona; en cambio lo inmaterial es lo que permanece, y esto que queda corresponde a las necesidades más profundas del espíritu humano. “El tener patrimonio material —abundó Darío Restrepo—  es algo de lo que se puede prescindir, en cambio lo inmaterial se convierte en algo imprescindible para el hombre, por tanto es una respuesta que se está dando a los seres humanos; es una necesidad actual del espíritu y del humano porque es lo que dignifica, tener cosas no dignifica, en cambio ser sí dignifica, y ese ser es el que se está atendiendo con el patrimonio cultural inmaterial.” “En la sociedad de hoy no se está acostumbrado a pensar, sino a ver y a oír, por lo tanto la parte del patrimonio que no se ve ni se oye, sino que se capta con el pensamiento, se está perdiendo; vivimos en una sociedad que cada vez está más orientada hacia lo tangible, los valores se basan en las cosas tangibles, y las aspiraciones van hacia lo tangible, por tanto es una sociedad que se está empobreciendo a sí misma”. En el foro, que se desarrolla del 10 al 16 de abril con la participación de periodistas y especialistas en gestión del patrimonio cultural de Latinoamérica, España y EU, el reconocido periodista colombiano destacó el interés significativo, particularmente en las actuales decisiones de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) por “sintonizar” con esta necesidad del espíritu humano. En el panel dedicado al patrimonio intangible, también participaron Alfonso Muñoz, subdirector del Instituto de Patrimonio Cultural de España, y Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial del INAH, quien explicó que el interés por el rescate de este tipo de manifestaciones culturales, “tiene que ver con una acción ética para sacar del olvido a los pueblos, pero también se debe a una evolución en el concepto de patrimonio. El especialista recordó que la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, de 1972, a la fecha ratificada por 192 países, le dio prioridad a las obras del genio creativo humano que ponían en relieve elementos materiales, como las pirámides de Egipto, la Gran Muralla China, o los palacios europeos, lugares en ese momento estaban amenazados por múltiples causas, como guerras o calamidades naturales. Pero con el tiempo, añadió López Morales, esta Convención, que va a cumplir 40 años, tenía carencias que provocaban que diversos pueblos quedaran fuera, las cuales querían poner en valor ese patrimonio intangible, como son las festividades, las ceremonias religiosas, la alimentación, los cantos, entre otros. Sin embargo, dijo, el instrumento de cooperación internacional no ofrecía la posibilidad de reflejar los elementos inmateriales de los pueblos, porque de acuerdo a las condiciones de nominación de la Convención de 1972, éstos no contaban con el valor excepcional universal. A decir del titular de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, la Convención para la Protección del Patrimonio Inmaterial tardó tanto en constituirse porque el mundo actual vive una situación distinta que la de los años 70, cuando los efectos de la globalización no eran tan evidentes como lo son hoy; “la emergencia de esta nueva Convención, ratificada hace apenas ocho años, pone en claro que debíamos haber volteado los ojos antes; sin embargo y afortunadamente, ahora prevalece un gran interés por parte de toda la comunidad internacional. “Es una deuda que tenía la humanidad consigo misma, es rescatar expresiones culturales del olvido, como lo dijo el periodista Javier Darío Restrepo”, finalizó Francisco López, tras recordar un mensaje que dio la directora general de la UNESCO, Irina Bokoval, al inicio de 2011, en el que señaló que su gestión busca resignificar la acción que la institución tiene respecto a los tres grandes sectores; la Educación, la Ciencia y la Cultura, donde el patrimonio cultural debe verse como un vehículo de rescate del desarrollo humano. Por su parte, Alfonso Muñoz, del Instituto de Patrimonio Cultural de España, advirtió que las noticias sobre el patrimonio inmaterial son las que han dado mayor impacto en toda la historia de su país; “la comunidad española tiene puesto su mayor interés en este tipo de bienes culturales como en ningunos otros”. Sin  embargo, advirtió que este interés por la conservación del patrimonio cultural al que se ha llegado en los momentos actuales tiene una importancia social de la que todavía no somos conscientes, porque supone una socialización del universo por encima de derechos sociales, como la propiedad, lo que va a provocar cambios sociales, económicos y educativos en las próximas décadas. Muñoz concluyó que el cambio al patrimonio intangible es de carácter cualitativo, lo que ha puesto en cuestionamiento la disciplina tradicional aplicada a la conservación y gestión del patrimonio cultural que llevaba dos siglos de desarrollo para atender lo material. En el caso de España, dijo, hubo que cambiar metodologías, instrumentos y la concepción de cómo conservar.
!

Esta conversación es moderada acorde a las reglas de la comunidad “Ciudadanía Express” . Por favor lee las reglas antes de unirte a ella.
Para revisar las reglas da clic aquí

-
Todos los comentarios (0)

Publica tu comentario

Nombre

E-mail, no será publicado.

Sexo

Comentario * 200 caracteres