Al maestro … con gran resentimiento social

  Carolina QUEZADA Oaxaca, México.-  Más que cariño, los y las maestras de la Sección 22 han acumulado a lo largo de su supuesta lucha democrática, un  gran y preocupante resentimiento social derivado de su voracidad al pisotear,  durante 30 años el derecho a la educación de generaciones de  estudiantes del nivel  básico para obtener más y más privilegios económicos y políticos ajenos de toda ética. Considerada como una verdadera mafia en el colectivo social de Oaxaca solapada por los gobiernos estatales y federales que se convirtieron en cómplices de las más lacerantes prácticas de corrupción al interior de este gremio, la ciudadanía se encuentra  indefensa ante la violencia que año con año, asume como bandera maestros que se transforman en animales al ataque cuando se encuentran en manadas, es decir, cuando se movilizan masivamente. [caption id="attachment_98260" align="alignright" width="300" caption="Los bloqueos magisteriales parte de la agresión permanente a la sociedad."][/caption] Este año, no podía ser diferente, pues el gobernador  Gabino Cué Monteagudo, que ofreció acabar con la impunidad y la corrupción, réplica el modelo de negociación de los gobiernos priístas- del cual surgió por cierto con Diódoro Carrasco Altamirano-  en el que se esconde  “las demandas” de este sector  para que la sociedad no conozca las lacerantes exigencias económicas que se entregan a la dirigencia en turno y  las bases magisteriales, sin contar a los líderes de los  grupos radicales que ya actúan como terroristas. Como bono adicional, el magisterio ha obtenido del gobierno del cambio, una nueva prebenda; convertir a los maestros y maestras en ciudadanos de primera. Para ellos y ellas, todo el aparato gubernamental cuando alguien se atreva a “tocarle un pelo” y que van desde recompensas para localizar a un desaparecido o implementar operativos policíacos  hasta con helicóptero para localizar el automóvil de un maestro que salió de un antro y fue asaltado. Mientras que los ciudadanos de a pie, pasan a segundo término. Para los padres de una adolescente asesinada en el municipio de Xoxocotlán gobernador por un perredistas corrupto como José Julio Antonio Aquino,  la justicia puede esperar porque ni hubo una respuesta tan pronta y expedita como la que se otorga a los democráticos maestros, que en estos caso nunca alza la voz. A casi el centenar de demandas magisteriales, el gobierno de Felipe Calderón y Gabino Cué, han dado respuestas, por supuesto para la ambición  personal de cada maestros o maestra, todas son insuficientes a pesar de que representen millones de pesos provenientes de la ciudadanía. Dinero-movilizaciones-holgazanería, es el lema que rige a la Sección 22  ante un gobierno temeroso de contrariarlo. Desde el inicio de mayo  los maestros y maestras apenas han trabajado una semana  efectiva. Y ahora amenazan con un paro de labores indefinido sino se eleva el monto económico a sus demandas que en nada tienen que ver con mejorar con su labor docente sino incrementar sus jugos cheques quincenales. Cabe mencionar que los 70 mil trabajadores de la Educación ya han recibido el pago total correspondiente al mes de mayo. Aunado a ello,  hoy  mil 600 maestros y maestras recibirá unos 30 mil pesos y la medalla “Ignacio Manuel Altamirano” además de una gran comilona en la que correrá a cuenta de la sociedad vastos platillos y la borrachera de dirigentes y agasajados. La ciudadanía no ha recibido  un pronunciamiento de apoyo por la serie de agresiones que día a día reciben del magisterio,  ni diputados, ni organizaciones sociales defensoras de derechos humanos, es decir, ante la Sección 22 nada que perturbe su impunidad. Lo más grave es que los gobiernos estatal y federal, han  permitiendo que en tres décadas,  la violencia sea el modelo educativo sea  el que se adquiera  en las aulas cuyos efectos se  ven ya con grupos de jóvenes que agreden a la sociedad y dañan el patrimonio histórico, Por lo tanto este Día del Maestro, la Sección 22 al marchar , agredir y dejar sin clases a niños y niñas, reitera una vez más, 30 años de impunidad y barbarie con el acompañamiento de Felipe Calderón y Gabino Cué.