Investigación sobre Cuevas de Yagul recibe el Premio Monte Albán

  Oaxaca, México.- Con la entrega del Premio Monte Albán a un estudio del paisaje efectuado en torno a las cuevas prehistóricas de Yagul y Miltla, en Oaxaca, mismo que sirvió para elaborar el expediente con el que México obtuvo la declaratoria como Patrimonio Mundial de la UNESCO de ambos sitios, concluyó la VI Mesa Redonda de Monte Albán. Se trata de la investigación del arqueólogo Antonio Martínez Tuñón, en la que hace un análisis del espacio geográfico para acercarse al conocimiento de las antiguas culturas de esa área de los Valles Centrales de Oaxaca, la cual quedó inscrita en agosto de 2010, en la categoría de Paisaje Cultural de dicho listado mundial. Estos espacios albergan los testimonios más importantes del inicio de la civilización en América; en la llamada Cueva Guilá Naquitz (Piedra blanca, en zapoteco), se hallaron semillas de calabaza con 10 mil años de antigüedad, los restos más tempranos de plantas domesticadas conocidas hasta ahora en el continente. Al hacer un balance de la sexta edición de la Mesa Monte Albán, la doctora Nelly Robles, organizadora del foro académico, comentó que en esta ocasión se rebasaron las expectativas por la cantidad y calidad de los participantes, que fue superior a más 350 asistentes nacionales y extranjeros dedicados al estudio de la región oaxaqueña. Durante la clausura del foro académico, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), Nelly Robles, delegada de la institución en Oaxaca, hizo entrega del  Premio Monte Albán al joven arqueólogo de 29 años. El galardón consistió en una estatuilla de plata y 40 mil pesos. El espacio en la diversidad oaxaqueña es el título del estudio realizado por Antonio Martínez Tuñón, que a decir de Nelly Robles es una propuesta del orden teórico para comprender las variables que un antropólogo debe tomar en cuenta cuando escudriña en la diversidad cultural. Se trata de un trabajo bien fundamentado que cumple con todos los requisitos que debe tener una investigación. Muñoz Tuñón explicó que en su trabajo galardonado plantea la utilización de cuatro categorías espaciales para identificar relaciones culturales: lugar, paisaje, región y territorio; cada una conceptualiza diferentes vínculos entre el ser humano y su entorno y éstas pueden ser identificadas como relaciones culturales en el espacio. “El espacio no es sólo un contenedor, y la diversidad no sólo interfiere en la distribución espacial, sino en la relación del ser humano con el espacio; las categorías espaciales pueden trazar distintos márgenes de diversidad cultural. “El espacio puede ser una cuestión muy personal, íntima de cómo cada persona se relaciona con su lugar de origen, el que nos dice de dónde venimos y quiénes somos. Pero no es sólo un referente de la identidad individual, también de la   colectiva. En mi investigación explico distintas categorías espaciales y cómo están establecidas cada una, para identificar distintas diversidades culturales”. El galardonado con la presea Monte Albán dijo que el lugar puede ser colectivo como los lugares religiosos, que tienen un significado para una comunidad más amplia, la sociedad, o también los lugares institucionales, que el Estado o las instituciones intentan hacer un vínculo de identidad, “por ejemplo en el caso de Oaxaca, identifiqué a Guelatao, que por su relación con Benito Juárez es una comunidad representativa para el Estado-nación”. Sobre el caso del paisaje, Muñoz Tuñón  agregó que es un término muy usado últimamente y puede aplicar diferentes relaciones; una de ellas es el concepto de paisaje como la percepción que el ser humano tiene de su territorio, “esta categoría la utilicé como ejemplo de las cuevas prehistóricas de Yagul y Mitla”.     VI Mesa Redonda rebasa expectativas Durante la conclusión de las actividades del foro académico, la arqueóloga Nelly Robles, impulsora de las mesas redondas de Monte Albán, comentó que durante esta sexta edición la reunión académica rebasó las expectativas del comité organizador por la cantidad de participantes, que sumó 352, “muchos de ellos procedentes de importantes universidades del extranjero que tienen años de investigar la región oaxaqueña a través de convenios de colaboración con el INAH, así como la asistencia de los investigadores más destacados del país”. Durante el desarrollo de la VI Mesa Redonda de Monte Albán, del 29 de junio al 2 de julio, expertos de México y el extranjero presentaron 44 ponencias con los resultados de las investigaciones que se han llevado a cabo en los últimos años en ese sitio arqueológico y otros puntos de la región. Asimismo, Nelly Robles resaltó que uno de los objetivos de estas mesas académicas es incentivar la participación directa de los jóvenes en este tipo de foros, no sólo como espectadores, “por eso en esta VI edición se implementó la modalidad de carteles”. En total se exhibieron 17 carteles que dieron la oportunidad a los autores de exponer sus investigaciones al público. Hubo tres primeros lugares definidos por medio de una votación abierta en la que participó el público asistente. El primer lugar se otorgó a Laura Diego Luna y Gonzalo Sánchez Santiago, por el trabajo Siete flor en los xantiles de Teotitlán de Flores Magón; el segundo lugar lo recibió Dante García por su estudio sobre el uso y aprovechamiento de la piedra en Monte Albán, y el tercero tuvo un empate para Xóchitl Bautista y Haydeé Morales,  con su trabajo Trama de significados: continuidad y diversidad cultural; y Dante García y Jesús González con el tema  Protección técnica de los recursos culturales de Monte Albán