Oaxaca, México.- El diputado local Flavio Sosa Villavicencio propuso este jueves establecer una asignatura obligatoria con contenidos de cultura de paz en la educación básica que se imparte en Oaxaca, como una medida de largo plazo para “pacificar a nuestro estado” y evitar que la violencia se instaure como mecanismo para dirimir las diferencias.
En conferencia de prensa, dijo que solicitó por escrito a los presidentes de las comisiones de Educación y de Derechos Humanos del Congreso local que, junto con la de Cultura, realicen un foro o panel de expertos internacionales, nacionales y locales que analicen la viabilidad de esa medida, e incluir las experiencias comunitarias de resolución no violenta de conflictos.
[caption id="attachment_124926" align="alignleft" width="300" caption="Foto:www.50mm.mx"]
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Consideró necesario retomar los planteamientos de la Resolución 53/243 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, “Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”, de 1999, que busca instaurar el respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
Expuso como “indispensable y urgente” la aplicación en Oaxaca de dicho instrumento, que prevé “velar por que los niños, desde la primera infancia, reciban instrucción sobre valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que les permitan resolver conflictos por medios pacíficos y en un espíritu de respeto por la dignidad humana, de tolerancia y no discriminación”.
“Las niñas y los niños de Oaxaca viven permanentemente en un entorno de violencia. ¿Cómo pensar que de este contexto puedan nacer la tolerancia, el diálogo, el respeto mutuo? ¿Cómo pensar en un futuro de paz si las raíces abrevan del terror y la ley del más fuerte?” Esto pone en riesgo no sólo la gobernabilidad, sino “la viabilidad de Oaxaca como sociedad”, expresó.
Flavio Sosa señaló que hasta ahora la violencia en Oaxaca está sólo parcialmente controlada por factores heredados de las culturas comunitarias, por lo que también propuso analizar cómo entran o pue-den entrar en juego los valores comunitarios de los pueblos originarios al momento de dirimir sin violencia las diferencias y la conflictividad.
Indicó que para instaurar la cultura de paz la ONU advierte la necesidad de medidas para garantizar el desarrollo económico y social sostenible; la igualdad entre mujeres y hombres; promover la participación democrática; promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad, y garantizar la libre circulación de la información y el conocimiento.
“Así, junto con un nuevo régimen gubernamental que tenga como base de su acción el empoderamiento popular y el mejoramiento de las condiciones materiales de vida, es necesario cultivar, principalmente entre nuestras niñas y niños, una cultura de paz”, destacó el diputado local por el Partido del Trabajo.
“Bajo el imperio del temor no puede haber justicia, (pues) la intolerancia desplaza a los acuerdos y las libertades se reprimen”, expuso a los diputados en la solicitud del foro; “en las sociedades más evolucionadas, que se sustentan sobre un modelo educativo con principios y valores, la violencia tiende a desparecer, y los jóvenes se entregan a la creación y al sano esparcimiento”.
Desde su perspectiva, la superación de los conflictos por la vía pacífica debe ser la pauta de la convivencialidad futura, lo que “no significa una renuncia a las luchas legítimas por un mejor nivel de vida, sino un cambio radical de perspectiva en la manera de obtener las transformaciones sociales indispensables para alcanzar una vida digna”.
“Ya vivimos en el imperio de la violencia”, que se muestra “en las elecciones y después de las elecciones; violencia contra las mujeres; por el uso indebido de la fuerza pública; por el control político; por la posesión o el aprovechamiento de los recursos naturales; violencia caciquil y para liberarse de éste; violencia por intolerancia religiosa, por intolerancia a la diversidad, por homofobia”, dijo.
“Hagamos nuestra parte por que en Oaxaca se revaloren el diálogo y la cooperación; hagamos lo que nos toca por revalorar la vida y el futuro”, expresó Flavio Sosa en su solicitud, de la que envió copia a los coordinadores de las fracciones representadas en el Congreso y al gobernador Gabino Cué; “no esperemos a vivir bajo fuego”.
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Consideró necesario retomar los planteamientos de la Resolución 53/243 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, “Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”, de 1999, que busca instaurar el respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
