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Celebran el 128 aniversario del natalicio del pintor José Clemente Orozco

Miércoles 23 de noviembre, 2011.
09:10 am
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Oaxaca, México.- De acuerdo con el historiador y especialista en muralismo Gregorio Luke, el artista plástico José Clemente Orozco fue un hombre libre que supo plasmar la injusticia, la hipocresía y la mentira. Nacido en Zapotlán, Jalisco, el 23 de noviembre de 1883, José Clemente Orozco es considerado uno de los tres grandes muralistas mexicanos, al lado de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Desde su infancia, los grabados de José Guadalupe Posadas lo llevaron a interesarse en la pintura. Sus primeros trabajos consistieron en litografías de la vida indígena. En 1916 realizó su primera exposición individual en la librería Biblos de la Ciudad de México y un año mas tarde tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos. Vivió en San Francisco y Nueva York, donde además de pintar carteles, pintó murales para el Colegio Pomona de California, el Dartmouth College y la New School for Social Research de Nueva York. Para 1926, por encargo de la Secretaría de Educación, realizó el mural Reconstrucción en el edificio que actualmente ocupa el Palacio Municipal de Orizaba, Veracruz, como parte del sindicato de pintores y escultores en el que se encontraban Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Tres de sus murales más importantes se encuentran en Nueva York. En 1927 fue invitado al Pomona College en Claremont, California, para decorar el Fray Hall, en el que aparece la figura de Prometeo, el héroe mítico que se apodera del fuego para entregarlo a los mortales. Así inicia una nueva etapa en el trabajo del pintor. También hizo unos murales en la New School of Social Research de Nueva York, además de dibujos sobre escenas revolucionarias y óleos sobre las problemáticas a las que se enfrentan las grandes urbes como Queensboro Bridge, The Curbz, Winter y The Subway, en Hanover, New Hampshire, donde permaneció hasta 1934. A su regreso a México en 1934, realizó el tablero rectangular Catarsis, ubicado en el Palacio de Bellas Artes, que representa el conflicto entre el hombre moderno y el mundo mecanizado que lo rodea y oprime. De 1936 a 1939 Orozco elaboró tres grandes murales en su natal estado. En la Universidad de Guadalajara decoró la cúpula con una alegoría del hombre para hacer hincapié en la educación y la investigación científica. En el Palacio de Gobierno de Jalisco, en los muros y bóveda de la escalera, elaboró un tríptico dedicado a la liberación de México y en la capilla del Hospicio Cabañas hizo una obra monumental conformada por 40 frescos considerados un compendio de la filosofía humanística de su autor, que aborda el origen y desarrollo de América y el mundo. Entre las obras del Hospicio Cabañas destaca la de la cúpula, titulada El hombre envuelto en llamas, convertida en la apoteosis del tema de Prometeo en la obra de Orozco. Para 1940 realizó una obra mural en la Biblioteca Gabino Ortiz en Jiquilpan, Michoacán, y el mural titulado Dive Bomber, por encargo del Museo de Arte Moderno en Nueva York, en el que exhibe el fantasma de la guerra. En 1941, en cuatro tableros para la Suprema Corte de Justicia de la Nación plasmó el tema de la justicia de manera crítica; las riquezas nacionales como la tierra, el petróleo y los metales preciosos y, por último, los movimientos obreros. La pintura de caballete fue explorada por Orozco entre 1941 y 1944, además de decorar los muros del coro de la antigua iglesia de Jesús Nazareno con la obra Apocalipsis. Se integró a la comisión de Pintura Mural del INBA en 1946 y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Bellas Artes. Entre 1948 y 1949 se ubica la que se considera su última obra como muralista, una imagen en la que la figura central es Hidalgo promoviendo la abolición de la esclavitud pintada en la Cámara Legislativa de Guadalajara. Orozco fue un artista incansable que no dejó de pintar en ninguna etapa de su vida: falleció el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de México mientras realizaba los primeros trazos de un mural en el multifamiliar Miguel Alemán. José Clemente Orozco, el artista que se atrevió a ejercer la denuncia a través de su obra y logró imágenes poderosas, dramáticas e inteligentes fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México. En noviembre del 2010, con el apoyo del Conaculta se realizó la  muestra José Clemente Orozco. Pintura y verdad en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, considerada como la retrospectiva más grande y completa de este artista mexicano al estar integrada por 379 obras, entre dibujo, acuarela, gráfica, pintura, tintas, recortes de periódicos y reproducciones fotográficas de su obra dentro y fuera de México

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