Presenta Juan Villoro ¿Hay vida en la tierra? editado por Almadia

Oaxaca, México.- Narraciones que se mueven entre la crónica periodística y el cuento breve, están reunidas en ¿Hay vida en la tierra?, libro de Juan Villoro  que fue presentado este 22 de febrero en el Centro Cultural Bella Época, con los comentarios de Fabricio Mejía Madrid. Conaculta informa sobre la presentación de este libro, el número cien en la colección de editorial Almadía, que reúne igual número de relatos en los Villoro narra aspectos de la vida cotidiana, de su entorno y de cómo lo percibe, bajo una mirada irónica, lúdica y por tanto crítica. Mejía Madrid señaló que ese perfil de los textos puede definirse como “villoresco”, pues a lo largo de la producción literaria y periodística del autor, esa ha sido la manera en que refleja de manera aguda la vida y el ser mexicano. Según Madrid, para Villoro haber nacido en este país es motivo de orgullo y pena, pues existe un sin número de situaciones que sólo pueden ocurrir en México, tanto positivas como negativas, por lo que la ironía se convierte entonces en una manera de hacer menos pesada la vida. “¿Qué es lo ‘villoresco’?” se preguntó el también escritor y a manera de respuesta comentó una anécdota: “En una ocasión, estando Juan (Villoro) en Nueva York dando clases, y harto de la interminable burocracia para poder justificar su estancia allá e incluso cobrar su sueldo, lo encontré por casualidad. “Cuando nos reunimos me preguntó sin amabilidad: ‘¿ya tienes tarjeta para el metro?’, ‘claro que no, acabo de llegar’, le respondí y entonces me sacó un billete de veinte dólares y me llevó deprisa a una máquina expendedora. Cuando el aparato preguntó si quería comprobante, él respondió que sí y dijo molesto: ‘para que le cueste a los pinches gringos’, acto seguido arrugó y tiró el papel”. Mejía Madrid dijo que esa actitud rebelde y muy mexicana es una de las constantes de la escritura de Villoro y de las narraciones de su nuevo libro, en cuya portada aparece el rostro de la Luna, caracterizado desde luego con rasgos femeninos, y con expresión de sorpresa, al intentar responder a la pregunta con la que se ha titulado al libro. ¿Hay vida en la tierra? contiene una serie de relatos en los que Villoro aborda situaciones cotidianas, como los problemas que implican salir de la casa, y el regreso, que por lo general, considera el autor, “transcurre con un profundo sentimiento de fracaso”. Los cien textos reunidos coquetean con la ficción a través de planteamientos como la posibilidad y consecuencias de ubicar un capítulo de Los Simpson en el Distrito Federal, así como el significado de La mexicana alegría –título de otra narración-,  que debe ser realizada siempre acompañado, nunca de manera solitaria, mientras que el texto denominado La segunda tortuga, habla acerca de las huellas del fascismo alemán. De manera igualmente irónica, con estilo “villoresco”, la obra termina con Los presentes, texto en el que aborda de manera reflexiva lo que ocurre en las presentaciones de libros, eventos en los que él siempre encuentra rostros familiares y por tanto se siente como en casa. Villoro explicó que ¿Hay vida en la Tierra? se originó por "la tensión entre los desastres nacionales, los de la modernidad y las posibilidades para tolerarnos. Algo que Italo Calvino ejemplificó muy bien cuando estuvo en Oaxaca y comparó la vida en México con las formas del árbol del Tule. “Dijo que somos como esas raíces entrelazadas en desorden, que lo resisten todo. Así que para mí, esa idea es muy acertada porque en verdad que vivimos en medio de situaciones que sólo aquí ocurren, que nos hacen pensar ‘¿pero cómo podemos estar así?’ pero también, desarrollar un capacidad de ironía casi única". Con los cien textos que presenta en esta ocasión, Villoro pretende ver la realidad como si se estuviera en la Luna, "con una perspectiva que permite descubrirnos como risibles, que nos hacer ver que es en lo cotidiano donde está la verdadera trascendencia de la vida. "Las narraciones de este libro son un gesto crítico, porque reconocemos que no todo está bien, o mejor dicho, todo está bastante mal. Pero en este apocalipsis lo mejor es que la he podido librar y tenemos la posibilidad de abrir otra botella de tequila. Como lo he dicho en otras ocasiones, hay tres cosas de las que carecemos en México: seguridad, justicia y delanteros"