Recibe homenaje Eraclio Zepeda

Oaxaca, éxico.- “Por todos los colegas y discípulos del maestro Eraclio Zepeda que siempre recibieron la mirada generosa de quien mucho contribuyó a fortalecer sus propias trayectorias; por los miles y miles de lectores que gracias al acercamiento a su narrativa descubrieron mundos que nunca se habían imaginado; por los miles y miles de lectores que todavía están por venir, en nombre del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), hoy celebramos tu vida, agradecemos tu obra y te reconocemos como un gran protagonista de la literatura mexicana”.

Esas fueron las palabras de Teresa Vicencio Álvarez, directora general del INBA, en el homenaje al escritor chiapaneco Eraclio Zepeda realizado en el marco del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana este domingo 25 de marzo en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Con el pretexto de sus 75 años vida, los cuales cumplió ayer sábado 24 de marzo, familiares, amigos, alumnos y colegas del maestro Eraclio Zepeda se reunieron para hablar sobre su contribución a la literatura. “Quien no haya leído los cuentos de Eraclio Zepeda se ha perdido de una de las experiencias más gratificantes de la narrativa mexicana contemporánea”, comentó el narrador y maestro Hernán Lara Zabala. Laco, como le llaman afectuosamente sus amigos, es un fenómeno literario, dijo, “como narrador oral no tiene parangón y acaso esa gran cualidad de ser cuentero haya opacado ligeramente su producción escrita. Como cuentista, su voz es de las más originales no sólo de la literatura mexicana sino de la literatura hispanoamericana actual”.

Eraclio Zepeda practica la poesía, el cuento, la novela, pero la parte más destilada de su trabajo se logra a través de su narrativa y muy particularmente de sus cuentos. Dueño de un fino oído que le permite reproducir y recrear el habla popular como Juan Rulfo, a su manera, logra enriquecer sus páginas con diálogos, giros, expresiones, dichos y dicharachos, mismos que son perfectamente identificables como parte del español que se habla en Chiapas, aunque ya transformada y recreada por la veta poética de Zepeda, comentó el autor de El mismo cielo. Además de Lara Zabala, acompañaron al maestro en su homenaje Marco Antonio Campos, amigo desde hace más de 40 años de Eraclio Zepeda; Carlos Navarrete, miembro del sistema Nacional de Investigadores; Gustavo García, crítico de cine e historiador, y Alejandro Sandoval, quien fungió como presentador. Marco Antonio Campos calificó al autor chiapaneco como un fabulador irresistible “ha contado historias de prodigio que creímos se las llevaría el viento, pero un buen número quedaron en sus libros. Eraclio, a sus 75 años de edad, no se ha cansado de dar instantes de felicidad a quienes lo leen u oyen y a quienes lo escuchamos con el asombro de la primera ves”.

El mundo, dijo, hubiera sido menos mágico sin Eraclio Zepeda.

Al tomar la palabra, Gustavo García compartió algunas anécdotas del homenajeado. “Los relatos divididos entre una Tuxtla mítica y un Distrito Federal que insistía en tragarnos, los relatos de Laco daban sentido final a un Chiapas hecho con baños de mar, bebida de pozole en chapa, todo lo que la ciudad no nos podía dar y sigue sin podernos dar. Laco siempre ha dicho y hecho al mundo, la verdad es un estilo de vida”. Finalmente, el maestro Eraclio Zepeda agradeció a sus amigos y compañeros su bondad para hacerle este homenaje y aprovechó el espacio para compartir una que otra anécdota y relatar uno que otro cuento, uno de sus talentos que más elogiaron sus amigos y compañeros. Al tiempo que se dijo feliz por cumplir XV años por quinta vez y encontrarse en un momento de gran producción literaria. Eraclio Zepeda estudió Antropología Social en la Universidad Veracruzana. Fue catedrático en la Universidad Oriente, en la Escuela de Instructores de Arte de la Habana Cuba y en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín. Entre los reconocimientos que ha recibido están el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 1974, la Medalla Conmemorativa del Instituto Nacional Indigenista (INI) en 1978, el premio Xavier Villaurrutia en 1982 y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1994. Su obra figura en antologías en México, Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia, Estonia, Bulgaria, Hungría y otros países y está presente en las más destacadas colecciones editoriales mexicanas