Oaxaca, México.- Por el delito de allanamiento de morada fue denunciado ante el Agente del Ministerio Público adscrito al Hospital Civil Doctor Aurelio Valdivieso, el secretario General de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Azael Santiago Chepi.
Los hechos se suscitaron ayer alrededor de las 20:00 horas cuando el dirigente magisterial entró por la fuerza al domicilio de Lorenzo Lázaro, padre de la profesora María Isabel Lorenzo Estrada ubicado en la 1ª Privada de Acacia numero 108 de la colonia Las Flores.
La hija del agraviado presentó la denuncia luego de recibir una llamada cuando ella se encontraba en actos litúrgicos del viernes santo.
La agraviada señala que fue informada de la presencia de tres personas que se encontraban dentro de la casa de su padre, por lo que acudió de inmediato e identificó plenamente a Azael Santiago, quien iba tomado y vociferaba palabras altisonantes contra su familia: "Yo soy líder de la Sección 22 y Gabino Cue, no es nada".
Al llegar a su domicilio ya se encontraban 2 patrullas de policías; una de Santa Lucia del Camino y la otra del Municipio de Oaxaca de Juárez, y no hicieron nada por intervenir; en su actuación cobarde dijeron: "No, nos vamos a meter en pedos, no los vamos a agarrar", y se retiraron del lugar.
La maestra señaló que Santiago Chepi y los otros 2 hombres que lo acompañaban, se subieron a la camioneta de su hermano Fernando, que se encuentra estacionada afuera para entrar a la casa por la azotea. Afortunadamente sus padres y su hermano no se encontraban en su domicilio debido a que viajaron fuera de la ciudad, pero su esposo fue cacheteado por el dirigente de la Sección 22.
Ante la negligencia y omisión de los policías, Azael Santiago y sus secuaces salieron de la casa habitación hacia la esquina de la calle en donde abordaron un vehículo que se encontraba parado en lo oscuro y se retiraron de la zona.
Dijo la Profesora María Isabel, que si Santiago Chepi, tiene algún problema con su hermano Fernando, que vaya directamente con él y en juicio, no borracho, ni mucho menos a brincarse la barda para entrar a la casa de sus padres.
