Denuncia violencia y uso político contra mujeres de comunidad zapoteca

Oaxaca, México.- Habitantes de la población de Villa Díaz Ordaz, demandaron atención y justicia a las instituciones del Gobierno del estado, por las vejaciones y actos de violencia de que fueron objeto dos mujeres pertenecientes a esa población.     [caption id="attachment_163155" align="alignright" width="300" caption="Foto: Cortesia Quadratn Oaxaca"][/caption] En conferencia de prensa, los pobladores Marbella Bartolo Vera, Mayra Martínez Brito, Maricela Morales Matías, Fulgencio López López, Silvano Hernández Miguel, Macrina Martinez Feliciano, Eulalia Matías Martinez, Carlos Aquino Mrtinez, Matias Morales Cruz) denunciaron que las mujeres fueron secuestradas por parte de autoridades de la agencia municipal de San Miguel del Valle, para tratar de ponerlas como objeto de intercambio para satisfacer prestaciones de carácter político y económico con el municipio de Díaz Ordaz.     Los hechos sucedieron el  7 de abril del presente año, cuando las jóvenes Macrina Martínez Feliciano y Eulalia Matías Martínez, se encontraban de paseo por el centro turístico “La Nevería”, localizado en la agencia municipal de El Carrizal.   Siendo aproximadamente las 12:15 del día, repentinamente llegaron varios vehículos de los que descendieron diversas personas, entre ellas el síndico auxiliar de San Miguel, quien responde al nombre de Ángel Hernández López.   Sin mediar justificación, el servidor público municipal ordenó a los hombres que le acompañaban que detuvieran a las dos mujeres.     Al verse privadas de su libertad, las agraviadas preguntaron el motivo de su detención, a lo que el Síndico respondió que se hacía por órdenes del agente municipal, Otilio Hernández Bazán, del señor Rafael Hernández Pérez, presidente del comisariado de bienes comunales, y de Abel Hernández Hernández, quien funge como secretario auxiliar de San Miguel del Valle. Durante el secuestro, se alcanzó a ver que los hombres que descendieron de los vehículos oficiales, bajaron con ellos machetes, cadenas y diversos instrumentos de campo, con los cuales amenazaban con golpear a las mujeres.     Así, una vez que estaban privadas de su libertad, las Autoridades Municipales de San Miguel del Valle trasladaron a las mujeres a esa población y ahí convocaron a la población entera, y todos gritaban y amenazaban. Incluso más de una persona amagó con linchar a las mujeres.   Éstas fueron llevadas ante el Agente Municipal, quien ya las esperaba sentado y lanzando miradas desafiantes.     Las jóvenes Macrina Martínez Feliciano y Eulalia Matías Martínez relatan que el Funcionario les dijo, textualmente: “el Presidente de Bienes Comunales, el Secretario Municipal y yo dimos la orden para que las detuvieran”.     Del mismo modo, las afectadas refieren que el agente Municipal, Otilio Hernández Bazán, le dijo al Presidente de Bienes Comunales, en zapoteco, lo siguiente “debemos dar un castigo ejemplar para que esta gente aprenda. Y hay que ponerle más exageración a la asamblea para que así, cuando la gente de Oaxaca nos pregunte por qué castigamos de forma exagerada, nosotros podamos defendernos diciendo que fue la asamblea la que ordenó”.     “El presidente de bienes comunales Rafael Hernández Pérez respondió que sí, que estaba bien y agregó que, de una vez fuera y le dijera ‘cosas’ a la asamblea.   Entonces el Agente salió y empezó a manipular los ánimos de la asamblea. Por ello escuchamos como la multitud gritó “hay castigarlos” incluso hubo voces que dijeron ‘Vamos a matarlas’”, refirieron las afectadas. Las mujeres fueron secuestradas por más de medio día. Las dejaron en libertad en las primeras horas del día siguiente. Después se enteraron que el motivo de su detención, era para pedir, a cambio de su libertad, soluciones políticas y prestaciones de carácter económico. Por esa razón, exigen a las instancias competentes del Gobierno del Estado, que actúen conforme a derecho para no dejar impune este tipo de agresiones, que ponen en riesgo la gobernabilidad, las relaciones pacíficas y armoniosas entre municipios y, lo más grave, los derechos de mujeres inocentes que estuvieron en riesgo de ser linchadas.