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Oaxaca en el programa de rescate histórico y arqueológico del INAH

Viernes 28 de diciembre, 2012.
02:48 pm
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Oaxaca, México.- Una variedad de piezas, entre textiles, esculturas, pinturas, documentos, cerámica e instrumentos musicales, tanto de carácter histórico como arqueológico y etnográfico, a las que se aplicaron diversos tratamientos de conservación y restauración, enriquecen ahora el acervo que resguardan museos, iglesias y comunidades, a lo que se suma la labor que se desarrolló en distintos proyectos regionales del Programa Nacional de Conservación de Pintura Mural Prehispánica. [caption id="attachment_189813" align="alignright" width="300"] Retablo mayor del Ex Convento de Yanhuitlán de la Mixteca Alta, Oaxaca/Foto INAH[/caption] Uno de los proyectos más importantes que concluyó este año el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), con una inversión de 13.5 millones de pesos, fue la restauración de piezas virreinales de tres conjuntos conventuales de los siglos XVI y XVII considerados joyas de la Mixteca Alta, en Oaxaca: Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula, que fueron dañados por los sismos de 1999. Retablos, óleos y esculturas que albergan los tres inmuebles fueron atendidos por especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), ambas instancias del INAH. En el Ex Convento de Yanhuitlán, luego de casi cuatro años de trabajos, finalizó la restauración del Retablo Mayor, único por su forma heptagonal (de siete calles); mide 10.90 metros de altura por 6.76 metros de ancho, y alberga pinturas del siglo XVI, atribuidas al pintor sevillano Andrés de Concha. Para la puesta en valor de dicho bien cultural se montó un taller de restauración dentro del templo. En el Ex Convento de San Pedro y San Pablo Teposcolula, se restauró un grupo de ocho lienzos anónimos de medio punto (de 3 por 2 metros de dimensión), que datan del siglo XVIII y narran la vida de Santo Domingo de Guzmán. En el Ex Convento de San Juan Bautista Coixtlahuaca también se atendieron el retablo y dos esculturas de santos, además de 15 óleos novohispanos que narran la vida de Cristo, también atribuidas al artista Andrés de Concha. En 2012 se lograron importantes avances en el Programa Nacional de Conservación de Pintura Mural Prehispánica que rebasó las expectativas a dos años de su implementación, tiempo en el que a través de 11 proyectos regionales se ha trabajado en la conservación de los vestigios pictóricos de 44 sitios arqueológicos, donde se han dictaminado 101 espacios con pintura, desde fragmentos de menos de un metro hasta murales de gran extensión, como los de Bonampak, Cacaxtla y Cholula. Luego de la realización de un detallado diagnóstico se pudo dictaminar el estado de conservación de 1,367 metros cuadrados de pintura mural plasmada en distintas épocas y regiones del país, desde la península de Yucatán hasta los estados del norte y noroeste. Un ejemplo de la atención de pintura mural por región es Oaxaca, donde se encuentran varios sitios que tienen tumbas decoradas con pigmentos; se hizo una revisión de todas las pictografías en cámaras de Zaachila, Suchilquitongo, Yagul, Lambityeco, Dainzu, Mitla, Monte Albán y la descubierta recientemente en Atzompa, donde los restauradores entraron inmediatamente para determinar las medidas de conservación a seguir durante el estudio arqueológico de la cámara. También se atendió la pintura mural de Veracruz, en sitios como El Zapotal, Vega de la Peña, Tepantipac, Castillo de Teayo, Zempoala y Cuyuxquihui. Asimismo, se hizo el registro de la pintura que se encuentra en diversas zonas de la costa oriental de Quintana Roo y se dictaminó su estado de conservación, entre éstas Tulum, donde se intervino el Templo de las Pinturas. [caption id="attachment_189815" align="alignleft" width="300"] Restauradores del INAH entraron a la tercera cámara del edificio funerario de la zona arqueológica de Atzompa, Oaxaca.[/caption] Otro frente trabajado fue el conjunto arquitectónico de Atetelco, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan, donde actualmente se estudia la implementación de una cubierta para que los murales no estén expuestos directamente al intemperismo. La Tumba I de Ixcaquixtla, Puebla, también recibió atención, toda vez que el crecimiento de raíces de árboles cercanos a la cámara funeraria empezaban a incrustarse en la pintura, además, se hizo la consolidación del mural con nanotecnología para asegurar su permanencia. El tratamiento con nanopartículas también se aplica en murales de las zonas arqueológicas de Cacaxtla y Cholula, para la eliminación de polímeros sintéticos aplicados en los años 70 y la consolidación de las capas pictóricas. La pintura mural que decora la cámara funeraria del Templo XX de Palenque, Chiapas, a la que este año ingresó por primera vez un equipo de arqueólogos del INAH, recibe un tratamiento para la consolidación de aplanados con resanes y ribeteo e inyección de agua de cal. Otras piezas atendidas este año que termina, fueron media docena de objetos metálicos que estuvieron a bordo de una nave española hundida en costas de Baja California hace más de 400 años, a los que especialistas lograron eliminar la corrosión. Se trata de dos monedas de plata, una llave y un fragmento de mecanismo de pistola, ambos de bronce; una pesa, una bala y un trozo de la lámina que recubría el casco del galeón. Los objetos forman parte de un lote de cerca de mil 500 fragmentos de la embarcación rescatados en 12 años por el Proyecto Galeón de Manila, a cargo de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH. Asimismo, se restauraron piezas que pertenecen a diversas comunidades, de gran valor ceremonial o que representan parte de su memoria histórica; son objetos que las propias poblaciones entregan al Instituto para ser intervenidas, entre ellas imágenes religiosas como el Niñopa de Xochimilco, de más de 400 años de antigüedad; y el Niño Limosnerito de la parroquia del Santo Niño Jesús de la colonia Atlampa, realizado a finales del siglo XIX o principios del XX. Destaca también la restauración de un códice custodiado desde el siglo XVII por la comunidad mexiquense de San Pedro y San Pablo Atlapulco, y un órgano tubular de San Juan Tepemasalco, en el municipio de Zempoala, Hidalgo, de 150 años de antigüedad. [caption id="attachment_189816" align="alignright" width="300"] En el Ex Convento de San Pablo Teposcolula fueron restaurados ocho lienzos.[/caption] Entre las piezas de arte sacro intervenidas este año, se encuentra un óleo de la Virgen de Guadalupe del siglo XVIII, del Templo de San Juan Bautista, en Yecapixtla, Morelos; un retablo del siglo XVI del Templo de San Martín de Tours, en Huaquechula, Puebla, compuesto por 17 pinturas de Cristóbal de Villalpando, esculturas y relieves; y 11 piezas de los siglos XVI y XVIII, entre ellas nueve óleos de gran formato, un relieve en madera y una escultura estofada del Ex Convento de Santa Clara, en Atlixco, Puebla. Se restauraron también un par de mascarones mayas modelados en estuco hace más de 1400 años, en la Zona Arqueológica de Edzná, en Campeche, a fin de vencer los estragos que el tiempo y el clima han causado en estos monumentos; también de esta entidad, se atendió un retablo dedicado a la Virgen de la Inmaculada, que forma parte de un conjunto de cinco retablos del siglo XVIII de la Iglesia de San Francisquito, en la ciudad de Campeche.

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