Exigen revisar argumentos contra siembra de maíz transgénico

Lidia Bonilla 

• Negativa del juez fue impugnada por omitir algunos de los argumentos presentados

 México, Oaxaca.- Ante la negativa de las autoridades para mantener la medida precautoria que suspende la siembra del maíz transgénico, la organización ambientalista exige que se tomen en cuenta todos los argumentos presentados por La Colectividad del Maíz en contra de la siembra de maíz transgénico en México y que se garantice el derecho de todos los mexicanos a un medio ambiente sano. “La resolución por parte de las autoridades debe tomar en cuenta cada uno de los argumentos en contra de la siembra de maíz transgénico, y considerar las alertas que los expertos dan sobre los daños al medio ambiente por el uso de estas semillas” dijo Sandra Laso, responsable de la campaña Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace. Desde hace dos años La Colectividad del Maíz ha impulsado un juicio en contra de la siembra de maíz transgénico que ha impedido su siembra en el país y que se mantiene gracias a la apelación presentada por la misma colectividad el pasado 19 de agosto, luego de que el Juzgado Décimo Segundo de Distrito negara mantener la medida precautoria que evitaba la siembra de maíz genéticamente modificado sin haber resuelto todos los argumentos y pruebas presentadas por científicos, abogados, campesinos y organizaciones de la sociedad civil sobre los daños al medio ambiente y los riesgos que implica el uso de este tipo de cultivos. Esta decisión pone en riesgo el derecho humano a un medio ambiente sano, a los más de 600 platillos culinarios que emplean maíz mexicano, y a las 59 razas de maíz y las miles de variedades de este grano que existen en México, el cual es centro de origen. La contaminación genética y la imposible coexistencia entre las semillas nativas y los transgénicos ha sido probada, como informa la Colectividad del maíz “(aún durante la suspensión de su siembra) el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático de la SEMARNAT, reporta 89 casos de presencia de transgenes en maíces nativos de 6 estados del país a lo largo de una década”. Por si esto fuera poco, la autorización de la siembra de semillas transgénicas fomentaría la injusticia social ya que se fortalece el control corporativo sobre la venta de semillas que pertenecen a un puñado de empresas, y generando además la dependencia al uso de agrotóxicos que en lugar de favorecer el uso sustentable de los recursos naturales, pone en riesgo la calidad de los mismos y la salud de las personas. Ejemplo de ello es el uso del glifosato, herbicida que se utiliza en todos los transgénicos y que ha sido reclasificado como probable cancerígeno por una agencia de la Organización Mundial de la Salud. “Si se permitiera la siembra de maíz transgénico en nuestro país sería evidencia clara de que las autoridades más allá de garantizar alimentos sanos para las personas y para el medio ambiente, buscan la comercialización y el favorecimiento a las grandes empresas que controlan el mercado de semillas” agregó Laso. Las autoridades deben impulsar la agricultura ecológica que proteja la biodiversidad sin el uso de agrotóxicos y permita el desarrollo de las comunidades en lugar de a las grandes empresas. La suspensión de siembra de maíz transgénico continúa y la lucha por la comida sana también.