Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca.- Frente a la forma gobernar Oaxaca por Gabino Cué Monteagudo y que ha sido calificada por sectores de la sociedad como autoritaria, el padre Alejandro Solalinde Guerra es tajante en su opinión para sentenciar que al gobernador se le acabó su tiempo para el cambio y porque además, en Oaxaca sigue mandado el PRI.
Quien se ha convertido en una figura emblemática en la defensa de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos a nivel internacional, deja ver en su rostro el desencanto por un gobierno que a cinco años de haber prometido un cambio, parece replicar, en demasía, los defectos del priísmo que se mecen entre la prepotencia, la trasgresión a la Constitución, represión y una escandalosa corrupción.
[caption id="attachment_297788" align="alignleft" width="300"]
Foto/@padresolalinde[/caption]
“Me causa mucho dolor que Oaxaca no se pueda liberar de estos paisajes policiacos, de los caciques en las regiones, de los político corruptos y qué no ve la suya en cuestión de justicia”.
La sociedad fue confrontada con una consulta ciudadana que no existe constitucionalmente y seguir la construcción del Centro Cultural y de Convenciones que beneficia al empresario hotelero José Zorrilla, que además es Secretario de Turismo y Desarrollo Económico ¿es válido este conflicto de intereses en un gobierno que se asume como democrático?.
Solalinde Guerra con más de 30 años de trabajo pastoral en las más intrincadas zonas rurales de Oaxaca, donde privan las prácticas autoritarias como un “pan nuestro de cada día”, precisa lo que Gabino Cué dejó en el camino trás asumir la gubernatura hace cinco años.
“No se ve en el horizonte para cúando la sociedad oaxaqueña pueda tener un estado con autoridades verdaderamente representativas, que las ponga el pueblo y en dónde exista transparencia, rendición de cuentas y revocación del mandato que fueron promesas en papel que no llegaron a los hechos en este gobierno”.
Y prosigue.
“Oaxaca es un pueblo muy noble, con su diversidad cultural que le da el 70 por ciento de su población indígena y sus riquezas naturales, pero además, un clero humano y cercano a la gente, con toso eso se hubiera gestado un verdadero cambio democrático”.
Oaxaca gobernado por el caciquismo del PRI
-¿Por qué considera que no se logró una verdadera transición democrática con una alianza de partidos que se proclaman ser hasta de izquierda?
-El PRI nunca se fue de Oaxaca. Todo su sistema de caciques sigue en todos lados del gobierno y en todas partes del estado. Yo estuve en la mixteca alta, en Chalcatongo, Yosundua, Tlaxiaco, en donde gobiernan caciques como uno apodado “El Millón o la familia Iglesias en la Costa y en bajo mixe, con José Raymundo Fabián, compadre de Ruiz Ortiz
Pero entonces ¿se puede atribuir al gobernador el fracaso del cambio en Oaxaca?
-Yo preguntó ¿cómo un gobernador que se suponía era de transición, haría un cambio si el PRI nunca se fue. Gabino siempre estuvo rodeado de priístas y entregó las carteras más importante de su gobierno a príistas?. Así nunca se puede hacer un cambio y menos democrático. Oaxaca necesita un cambio verdadero, desde abajo porque arriba puede haberlos, pero solo es un cambio de amos, por eso los de abajo, son los que tenemos que empujar y tiene que venir de la conciencia de la gente. A nadie le duele más el callo sino al que se los están pisando.
-¿Haría un llamado al mandario estatal, en estos momentos en que crece la indignación social por los desaciertos e ineficiencia de su gabinete, los escándalos de corrupción de sus funcionarios en como Nezahualcóyotl Salvatierra o German Tenorio, y ahora por una obra faraónica avalada con una ilegal consulta ciudadana aunado a la aparición de una “casa blanca”?
.
-Es tarde para recomendarle algo. Su tiempo se terminó, sobre todo, cuando para poder decidir o deliberar, una persona tiene que estar en libertad, pero Gabino Cué está demasiado presionado y no es libre. Es un hombre de buena voluntad, pero no basta con eso para un cambio y menos con el reloj en su contra. Es tarde, muy tarde