Comunicado
México.- La Asociación Civil, Mexicanos Primero anunció hoy la conformación del Frente para Defender el Derecho de los Niños a Aprender, principalmente en Oaxaca y en el que participan 64 organizaciones privadas a nivel nacional.
En un comunicado se da a conocer que ante los terribles hechos de Nochixtlán, se exige con urgencia el esclarecimiento y la reparación para las víctimas y sus familias, han puesto la atención
nacional en el encono y desajuste de la vida social en ese estado.
A continuación texto integro del posicionamiento:
Las crispación ha cobrado una cuota fatal, y estamos aquí para expresar nuestra preocupación para que no se agregue como una víctima más el derecho de los niños, las niñas y los jóvenes a aprender.
Oaxaca es la entidad que más necesita la transformación educativa. Durante más de 22 años, los niños en las escuelas públicas del estado no han podido gozar de un ciclo escolar completo. Los indicadores de desarrollo social que se heredan como punto de partida son indignantes, pero más dramático es que la promesa de la escuela pública no se está cumpliendo, no se cumple su finalidad de despliegue de las capacidades y de empoderamiento para una vida sana y de participación ciudadana activa, en el marco de la paz y la democracia,.
De cada 100 alumnos que inician la primaria, sólo 69 la concluyen en tiempo y forma, 58
acaban la secundaria y solo 43 llegan al 1º de bachillerato. A pesar de que son pocos los
que alcanzan dicho nivel, a los 15 años cumplidos sólo 12 de cada 100, según los últimos
datos disponibles, quien tienen aprendizajes adecuados para aspirar a nuevos grados
académicos y oportunidades en el mundo contemporáneo. No tenemos pistas claras para
reforzar el logro de aprendizaje ni para verificarlo periódicamente, pues la oposición de la
dirigencia de la Sección 22 ha impedido la realización de las evaluaciones nacionales
ENLACE y ahora PLANEA.
Los maestros, que por su labor ofrecen la mejor oportunidad de los niños y jóvenes
para no repetir las limitaciones de su ambiente, no disponen de algunos de los
elementos más elementales para tan exigente tarea, ni en su ambiente escolar, ni en
su propia preparación: no solo hay graves problemas de infraestructura y materiales
educativos, y una buena parte trabajan en comunidades muy pequeñas y dispersas, sino
que 18% o más no cuentan con el grado académico correspondiente; al acabar la normal,
el 43% tiene un nivel insatisfactorio para la licenciatura en educación primaria. Por la
oposición de la dirigencia de la Sección 22, no se han podido realizar tampoco de la forma
prevista los concursos de oposición para las plazas docentes, ni las de nuevo ingreso ni
para la promoción a nombramientos de directores y supervisores.
Es un sistema distorsionado en extremo, que en lugar de servir a los niños se ha
servido de ellos: hasta hace muy poco se venían haciendo 85 mil pagos de nómina
docente, lo que daría una relación de 11 niños por adulto, si fuesen de verdad maestros
frente a grupo; pero entonces no se explica por qué el 48% de las primarias del estado
siguen siendo multigrado, es decir, con profesores que atienden grupos de niños de
distintos grados a la vez. Sobran pagos y faltan maestros. Parte de la virulencia de la
movilización actual se explica por ese ingreso que ahora muchos no reciben.
No se puede eximir a las autoridades de este abandono de la escuela pública, de las
normales del estado de Oaxaca, del desvío de recursos a pesar de tener escuelas con
infraestructura indignante, como no se puede tampoco eximir a la dirigencia de la
Sección 22 por haber co-gobernado ese sistema, definiendo los nombramientos, los
ascensos, los pagos y la dinámica de las escuelas, incrustados como estaban en el
sistema del viejo Instituto de Educación del Estado de Oaxaca.
En Oaxaca los niños no pueden estar sometidos a un estado de excepción, que
trunque sus posibilidades de futuro. No podemos aceptar el dilema entre contar con
maestros desinformados y sometidos al pase de lista, marchitándose en campamentos y
bloqueos; o tener maestros acorralados por su fidelidad a los niños y sus clases,
atemorizados ante el cierre violento de sus centros y las represalias a su carrera justo por
cumplir con su vocación. Urge salir de esas situaciones de injusticia contra los maestros
de la base.
La transformación educativa no es el problema, es la solución. Ante la protesta
violenta, hay la tentación de las autoridades para ceder. Pero todos los mexicanos
debemos recordar y ser congruentes con el proceso democrático de aprobación, que llevó
a las dos cámaras del Legislativo y a la enorme mayoría de los congresos estatales a
aprobar el cambio al Artículo Tercero Constitucional y las leyes derivadas de ese cambio.
No podemos olvidar, y no podemos permitir que se deje sin efecto la sentencia de la
Suprema Corte que marcó el apremio judicial para que la ley de educación de Oaxaca
correspondiera con el marco nacional. Ni tampoco olvidar su sentencia, igualmente
vinculante, de que los preceptos sobre servicio profesional docente son de observancia
obligatoria, porque no atentan contra los derechos laborales de los maestros y son
debidos para respetar el interés superior de la infancia, que también consagra la
Constitución.
Pretender desconocer o escatimar estos cambios sería hacer injuria y decepcionar
a los cientos de miles maestros que sí han creído en la transformación, que han
creído en que pueda haber un sistema que no dependa de la arbitrariedad de unos
cuantos líderes, ni de la complicidad y ventaja de unos cuantos políticos, sino que sea un
sistema equitativo de oportunidades, con la certeza de que su logro profesional se verá
reforzado y reconocido.
No se puede seguir posponiendo el desarrollo de los niños de Oaxaca, no se puede
dejar para después que la docencia sea una profesión docente digna y exigente. Los
ciudadanos tenemos que ser muy firmes para demandar a los gobiernos estatales, y el de
Oaxaca como ejemplo clave, la implementación honesta, oportuna y sin opacidad de los
preceptos legales del país.
Repudiamos que en el saqueo y el plantón se malogre lo que se plasma en la
Constitución, como también repudiamos vigorosamente que en la práctica, y con cinismo
y/o negligencia culpable, muchos gobernadores, sus secretarios de educación, con
complicidad o beneplácito de las dirigencias seccionales del sindicato oficialista, no
aseguren que se dan los nombramientos a tiempo y según el orden de prelación, permitan
o propicien que se sigan entregando plazas sin concurso, que se den las promociones a
los favoritos, o que se escatimen los aumentos y ajustes salariales por mérito.
Este reto se encuadra en uno mayor, que debe abordarse en otros espacios pero también
con urgencia: que se aborden los puntos que más inquietud causan a los maestros de
todo el país que sí quieren opciones para ejercer su vocación en plenitud. Ello
implica escuchar en serio lo que tienen para aportar sobre la implementación en los
concursos de plazas; sobre la evaluación de desempeño; sobre la regularización y el
fortalecimiento ante las evaluaciones para docentes; sobre los cambios en la formación
inicial de maestros y la transformación de las normales, y sobre los cambios curriculares y
los enfoques pedagógicos que deben ya revisarse. Las propuestas y la conversación
deben hacerse públicos, y siempre en el marco de la ley. Necesitamos, entre todos, dar
vida a una gran coalición del “cómo sí”; así es como defendemos el derecho a
aprender.
Nos pronunciamos por una necesaria escucha a los maestros de Oaxaca, que
supere la dinámica de movilización periódica y disruptiva. Dialogo sí, pero cesión
extralegal no. Se deben discutir, con honestidad y voluntad de acuerdo, los
elementos que faciliten el cumplimiento de la norma y que atiendan con urgencia a
la equidad.
Ese diálogo, con esta agenda mínima, es fundamental para el avance con el magisterio
de Oaxaca. No puede llevarse como una transacción de adultos que se intercambian
beneficios a oscuras, en detrimento del derecho de los niños, ni tampoco desde la
intransigencia que quiera desconocer los procesos legales para el sistema educativo. No
aceptamos la excepción; nos pronunciamos, en cambio, por que se discutan las
condiciones y el apoyo adicional para cumplir con lo que mandata la ley.
Esta expresión hoy, desde las organizaciones, es un llamado a no ser espectadores
pasivos mientras se pone en peligro el aprendizaje de los niños; es un llamado ser
veraces y rendir cuentas sobre lo que podemos ofrecer a la generación joven.
Oaxaca necesita para defender la educación de sus niños. ¡Firma y pasa la voz!
→ change.org/DefendamoslaEducacionenOaxaca
Frente para la defensa del Derecho de los Niños a Aprender
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