En pie, para lograr la libertad de los que faltan: Cesár León, Fotoreportero apresado

Oaxaca.-Mi nombre es Cesár León Mendoza tengo 34 años y soy originario de Santa Catarina Ixtepeji, Ixtlán, la Sierra Juárez de Oaxaca formo parte de la Unión Campesina Indígena de Oaxaca (UCIO) y del Consejo de Organizaciones Oaxaqueñas Autónomas (COOA), específicamente de la comisión de prensa.

También participo en La otra Oaxaca, medio libre donde difundimos actividades de nuestra organización y a partir del 2013 nos enfocamos a difundir las movilizaciones de la CNTE contra la Reforma Educativa. Desde el fotoperiodismo y video colaboramos con la sección 22 para difundir sus acciones en nuestra plataforma.

No soy parte de la sección 22 pero desde el surgimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) siempre hemos sido solidarios y colaboramos con su equipo de prensa.

Como cada 20 de noviembre hice presencia en la manifestación que se realizó por la conmemoración de la Revolución Mexicana y por las manifestaciones contra las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto. Sabía que había una campaña de denostación y desprestigio impulsada desde los medios comerciales contra el magisterio y los medios libres pero nunca imaginé que ese día iba a ser detenido.

Llegué a la manifestación en mi calidad de reportero, había tomado algunas fotografías y salí del lugar. Iba en mi motocicleta cuando me interceptaron dos motocicletas y dos vehículos en los que iban sujetos armados que nunca se identificaron, ni me mostraron orden de aprehensión.

Para mi lo más grave es reconocer que las personas que me detuvieron fueron tres personas que se hacían pasar por periodistas, que todo el tiempo estuvieron pegados a las movilizaciones, a las conferencias de prensa, que algunos si pensábamos que eran periodistas, porque portan sus cámaras fotográficas, sus credenciales de prensa, ellos fueron quienes me detuvieron.

Los infiltrados me subieron a un vehículo y me llevaron a las actuales oficinas de la Agencia Estatal de Investigaciones, ahí montaron un teatro, me sacaron para meterme a una camioneta con agentes con armas largas. Tomaron una fotografía y me ingresaron de nuevo a las oficinas. La fotografía montada fue la que las autoridades difundieron de mi detención pero en esa camioneta jamás estuve detenido, esas personas no son las que me detuvieron sino sólo fue un teatro mediático.

Estuve primero al penal de Ixcotel pero cuando supieron que mis compañeros de organización estaban llegando me sacaron por otra vía y me llevaron a Miahuatlán. Fue hasta cuando ingresé al penal cuando me enteré del delito del que me acusan, cuando me tomaron los datos vi la orden de aprehensión en donde me acusaban por daños a las cámaras del C4. A los dos días me notificaron de otra orden, también por daños a las cámaras.

El 14 de febrero de 2016 mis compañeros de COA y UCIO pusieron un plantón en el zócalo, así logramos mi traslado al penal de Ixcotel en la Ciudad de Oaxaca. Estando ahí me notificaron otras dos ordenes de aprehensión, una por robo de vehículo y otra por tentativa de homicidio. Todas estas averiguaciones previas nunca tuvieron sustento para que fueran ejecutadas las ordenes de aprehensión y aún así lo hicieron, aunque yo estaba amparado. Siempre supimos que mi detención fue un asunto político.

Hasta ahorita no hay ninguna prueba que sustente que yo estuve en el lugar de los hechos. Jamás negué mi participación en las manifestaciones pero esta siempre fue para documentar e informar sobre las movilizaciones porque considero que las demandas son justas y que como medios libres nos toca difundir las exigencias de la sociedad oaxaqueña.

Después de 10 meses en prisión, salí de la cárcel el 22 de septiembre, pero mi libertad es bajo causión, tengo que pagar una fianza de 85 mil pesos por los cuatro procesos, tenemos unos cuantos días para juntarla, sigo en proceso, es una libertad bajo causión, seguiré el proceso desde fuera, tenemos que seguir dando la batalla jurídica y política para demostrar la inocencia y lograr la absolución de los delitos por los que nos acusan.