Una imagen vale mil palabras: la era Trump  

María Luisa de Villa,/Artista visual Oaxaca.- En el contexto de un México ofendido de manera reiterada, grosera y burda, por la lamentable política de acoso mundial implementada en los primeros días de la nueva administración estadounidense, la portada del numero reciente de la revista mexicana Vanity Fair a simple vista, carece de sensibilidad. En una primera lectura, esta imagen resultaría ofensiva para México en este momento en que tenemos de alguna manera que negociar una difícil relación comercial con los EUA a contra marea, un momento de crisis económica, gasolinazos, el temor y la sicología de sitio que viven nuestros connacionales del otro lado del Rio Grande y, la urgencia de crear empleos para los deportados que forzados, dejan sus sueños y hasta familiares y empiezan a repatriarse.      Pero, haciendo una segunda lectura de la imagen fotográfica de la Señora Melania Trump comiendo espaguetis de brillantes, esta imagen visual proyecta en la mirada del espectador, una cara de los excesos del poder y complacencia. Intencional o no, la imagen resalta la personalidad y mentalidad de una penosa forma de vivir la vida, el racismo, la megalomanía, la arrogancia y la tiranía, representa los ricos y poderosos que no saben serlo, que se ven por encima de todo y piensan solo en “dollars and deals”, no en vidas humanas, imponiendo muros que obstruyen el dialogo en lugar de puentes que comunican y enriquecen a los pueblos.   Vista con detenimiento, la imagen de color de moda “white on white” de Melania con el look de los “ricos y famosos” portando y comiendo alhajas, extravagancia que raya en la locura, logra hacer una critica, nos dice que esta bonita señora de Trump de tez blanca, si puede lo que otros no. No esta comiendo cualquier semolina, su pasta es de alhajas acorde con su nombre y los poderes que representa, mientras otros tendrán que pagar por su muro de seguridad nacional de “su América”. La escena alude a aquella frase dicha por María Antonieta de Francia ante su pueblo que grita por carecer pan que comer: “si no tienen pan, que coman pastel”. También, nos lleva a la escena de seres casi enajenados por el dinero y el poder a expensas de los de a pie, plasmado por José Clemente Orozco en el detalle del banquete de su magistral mural en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. A mi ver, la imagen de la portada de Vanity Fair, es exitosa por que sin caer en panfletos, denuncia los ramos de locura que giran alrededor de la era Trump, a la vez que nos empuja al camino de la sensatez y la cordura. Pues, no seria muy cuerdo, el comer joyería transgénica, teniendo la diversidad de maíces nativos cuyas semillas de colores, son las piedras preciosas de México. Al final del día, resurge aquel dicho de: ”una imagen vale mil palabras” y la imagen que nos ocupa, dice mucho.  Eso mucho refiere por un lado a lo no aceptable en el mundo lucido que queremos la gran mayoría de mexicanos y del mundo, incluyendo las cantidades de norteamericanos que han manifestado su indignación. También nos hace a los mexicanos, pueblo unido, voltear los ojos hacia lo nuestro y querer cuidar aun mas, la enorme cultura y capacidad de trabajo que tenemos. A todo espectador, lo urge a ver una alternativa en lo racional, el respeto entre pueblos y armonía con el planeta tierra, espacio que finalmente todos, plantas, animales y humanos, compartimos.