El arte de la salud zapoteca, herencia por revalorar

Fortino TORRENTERA Oaxaca.-El área mesoamericana, ha sido una de las más diversas y efectivas en el desarrollo de la salud en el mundo y donde Oaxaca tiene un papel trascendental en la integración de la herbolaria y los tratamientos a enfermedades comunes. Ello está sustentado en el libro “El arte de la salud zapoteca” que editó Oaxaca Intercultural Programa de Fortalecimiento para el Desarrollo Cultural del Estado de Oaxaca Este libro que se presentó el pasado jueves 8 de diciembre, es de vital importancia en el estudio, pero sobre todo en la reconsideración de los saberes tradicionales y comunitarios ante la cada vez más evidente intervención dañina de la farmacoterapia que reina en nuestro sistema de salud occidental. Se trata de un libro que integró el conocimiento y experiencia del chamán urbano, Jorge Luis Círigo Vásquez y la filósofa española, Nerea Mandiola Solozabal, ambos integrantes del Consejo Ciudadano de Formación y Cultura Autogetiva. Al darse a conocer, en aquella ocasión este ejemplar fue presentado por el investigador, José Francisco Ruiz Cervantes, así como la actriz y cineasta Ángeles Cruz; reconociendo el primero la importancia de este material que se suma al muy escaso acervo de información sobre el tratamiento de enfermedades desde la época prehispánica. El investigador e historiador oaxaqueño, dijo que esta publicación despierta grandes expectativas, pues se inscribe en una corriente que busca valorar el aporte de lo que ahora conocemos como medicina tradicional, por lo que es indispensable para quienes se interesen en la curación de enfermedades desde la cosmovisión de los pueblos indígenas. Explicó la estructura de la obra y destacó el trabajo de investigación realizado por la autora y el autor, y resaltó como un acierto muy importante las imágenes que muestran a las mujeres que hoy son portadoras y practicantes de los rituales y recursos terapéuticos vegetales y el temazcal como la casa más antigua de la salud, como señalan los autores de El Arte de la Salud Zapoteca. Hay que recordar que fueron los conquistadores quienes trajeron a esta parte del mundo cientos de enfermedades, bacterias y virus que la medicina tradicional ni siquiera consideraba, por lo que el desarrollo de esta ciencia siguió parámetros en las propiedades medicinales de la naturaleza, pero también del estado anímico, físico y hasta del entorno, que hoy en día la medicina actual no considera. La medicina que encontraron los españoles a su llegada a México en 1519 era un sistema médico integral, que resumía el saber en cuanto a las enfermedades y sus tratamientos, que se había acumulado a lo largo de por lo menos dos milenios y medio; además de que se documenta la carencia de médicos de tradición europea al menos durante los 50 años posteriores a la conquista. A pesar de sus numerosas aportaciones, que han llegado hasta nuestros días, el sistema de salud prehispánico vio sumamente restringido su ámbito de influencia, debido a su posición subordinada después la conquista española y a la imposición de un sistema diferente de pensamiento médico hasta hoy institucionalizado. Al respecto, este libro sustenta: “El ser humano se entiende como un sistema complejo donde no se da la separación entre el cuerpo y el alma tan tajantemente como en otras culturas, la cristiana por ejemplo. Aunque si se llegue a plantear y mencionar, ya sea en los ritos o en las explicaciones  de los propios curanderos, el alma como componente específico de los pacientes, el significado de la palabra no vá más allá del propio término: La idea del ser humano que se esconde detrás, está muy lejos de quedarse en la dualidad cuerpo-alma”. Este libro no es un catálogo de tratamientos, ni un recetario, es un estudio comparativo de los indicios de intervención médica de las culturas originales, donde podemos aportar que adecuaron y llegaron a un nivel de conocimiento superior de las propiedades de hierbas y materias primas para la curación, pero también de la explicación de muchos padecimientos recientes y de cómo influyen los entornos en nuestro estado de salud. Un ejemplo simple, es que en los recién nacidos se puede recurrir a los mejores especialistas y clínicas y solo con una limpia con hierbas, lo que podría parecer mágico, desaparecen malestares relacionados con el llamado “Mal de ojo” que a decir de curanderos tradicionales es la influencia de energías contrarias que muchas veces se trasladan a estos pequeños seres que en su encuentro con el mundo son como esponjas que las absorben, aunque el emisor nunca tenga la mala intención. Ángeles Cruz compartió “me encontré con un libro que puede describir lo que yo siento cuando me enfermo y que puede describir lo que quisiera sentir cuando acudo a un médico a tratar de curarme, es un viaje en el tiempo y en la memoria”. Esta investigación desmenuza, por un lado, la cosmovisión de la cultura indígena dentro de la cultura zapoteca, su modo de vida ancestral en que lo sagrado y lo profano se encuentran y coexisten en la vida diaria, un mundo en el que los dioses y las fuerzas de la naturaleza juegan un papel imprescindible en la vida y en el concepto de enfermedad y curación; y por otro lado, la historia de los pueblos zapotecas, sus acercamientos más importantes, y lo que ha pervivido de la medicina tradicional en nuestros días. La investigación aborda aspectos teóricos y prácticos de la cosmovisión de los pueblos zapotecas de Valles centrales como de la Sierra Norte de Oaxaca, incluyendo los diagnósticos y tratamiento que actualmente se ocupan como son: la lectura del huevo, cera y maíz, interpretación de la pulsación, inducción del sueño, herbolaría, además se explica la forma de construcción y la utilidad de la casa de salud más antigua: el temazcal.