Se revelará el rostro hecho “Yo mismo” de Francisco Toledo en el IAGO

Fortino TORRENTERA O. Oaxaca.- Melancólico, pero animado; enfadado pero con esperanzas de que el estado de las cosas cambie, Francisco Toledo, considerado el pintor en activo más importante del país, después de muchos años vuelve al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) a compartir su obra que bien puede considerarse como retrospectiva.   En “Naa Pia” –Yo mismo- exposición que se inaugura este sábado 6 de mayo a las 12:00 horas en ese instituto, el ícono social y pintor juchiteco revela su visión de sí mismo en una larga serie de autorretratos hechos al óleo, pero también mostrando su sentido de creación al emplear otras técnicas y materiales como la cerámica, hojas de oro y plata. Aquí Toledo comparte no solo su rostro hecho “Yo mismo”, sino también esa curiosidad constante en la búsqueda de nuevas formas, nuevos soportes y materiales, aunque el maestro con sencillez esta búsqueda: “Nooo, al contrario, es algo tradicional, común. No lo veo como un experimento, es papel, colores, pigmentos, pegamentos, plata, en fin es lo tradicional de un guache, de una pintura a la cola como le llaman; al menos yo no puedo salirme de los tradicional de la pintura”. ¿El motivo de esta exposición es usted mismo, es una retrospectiva? Y responde: “Tengo 77 años y es como ver el paso del tiempo en una cara con autorretratos de niño, de joven y ahora”. “Soy yo, el que puede estar quieto, o puede estar frente al espejo, sin moverme, sin perder intimidad en el trabajo porque no hay otra persona a la cual estas dibujando (…) Hay algo que hace que sea más fácil de reconocerme, que el parecido que pueda ser más verídico, ahora a diferencia de hace unos años, pero nunca la preocupación fue de que tenía que parecerme, de poner todas las arrugas, me quito y me pongo arrugas como quiero”. Concibe el arte plástico como “un mundo muy cerrado, pues no tengo muchas salidas” y revela una de las formas que lo distinguen de miles de pintores en el país: “No hay repetición, tampoco variantes, pero cuando pinto y veo que algo se repite lo desecho, lo tiro o lo meto a la regadera para que elimine casi todo lo que dibuje y así vuelva a empezar”. Al preguntarle sobre el costo que ha tenido para su producción artística el ser un luchador social, contesta: “Quisimos con ProOax cambiar algunas situaciones en Oaxaca y no lo logramos, creo que fue tiempo perdido”. “Naa Pia” está compuesta de 120 piezas, donde destacan las pinturas de Toledo antes del juicio final, así como otras en las que se retrata como un niño negro, como un insecto, como un esclavo y aunque diverso en la expresión, predominan los ambientes que crea en tonos tierra, en azules mate con siluetas que nos remiten a su imagen. No es una muestra común, pues recoge más de siete décadas en la vida del maestro Toledo, viéndose a su mismo como parte de ese carácter crítico que lo ha distinguido y del cual se delineó: “Hay una revoltura entre un luchador social, un defensor del patrimonio del maíz y un artista, soy un hombre que no me lo he propuesto en la vida, ha salido como ha salido, no soy un hombre de voluntad que diga ´voy a Paris a triunfar, voy a Nueva York porque voy a estar en la mejor galería, sino que han salido las cosas casualmente. Esto era la casa que se quedó sola y alguien me propuso que hiciéramos un museo que al reunir obra se nos inundó, pero todo ha salido así involuntariamente”.