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Oaxaca.- En México, nueve de cada diez personas dedicadas al trabajo doméstico remunerado son mujeres, y lo hacen en condiciones precarias, sin prestaciones, siendo víctimas de discriminación y sin un contrato que las proteja.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el primer trimestre de 2017, en México hay 2 millones 480 mil 466 personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado, y el 90 por ciento son mujeres.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 99 de cada 100 personas ocupadas subordinadas y asalariadas en el trabajo doméstico laboran sin un contrato escrito.
En el caso de las mujeres, destaca que se desempeñan en ocupaciones relacionadas con el cuidado de personas, lavanderías, planchadurías y como cocineras domésticas. En contraste, la mayoría de los hombres se ocupan como choferes, vigilantes, porteros y jardineros, todos en casas particulares.
La mayoría (76.5 por ciento) de las y los trabajadores domésticos recibe, como ingreso por su trabajo, hasta dos salarios mínimos o menos.
Datos de la ENOE 2017 indican que la edad promedio de las y los trabajadores domésticos es de 42.3 años: 43.9 para hombres y 42.1 para mujeres. Además muestran que seis de cada 10 de los trabajadores domésticos (57.7% de las mujeres y 57.0% de los hombres), tienen 40 años o más de edad.
El 5.8 por ciento de las y los trabajadores domésticos remunerados es analfabeta. Esta
condición se presenta mayormente en los varones: 6.4 por ciento de los hombres trabajadores domésticos y 5.7 por ciento de las mujeres ocupadas en esta actividad son analfabetas.
Respecto a los niveles de escolaridad de la población ocupada en el trabajo doméstico
remunerado, cuatro de cada 10 trabajadoras domésticas tiene algún grado de secundaria, 32 por ciento sólo concluyó la primaria y 20.9 por ciento no concluyó los grados de primaria. Solo una de cada 10 trabajadoras domésticas remuneradas tiene al menos un año cursado y aprobado en el nivel medio superior o superior.
De acuerdo con la duración de la jornada laboral, 59.5 por ciento de las mujeres ocupadas en
este tipo de actividades cumplen jornadas menores a 40 horas y 38.6 por ciento trabaja 40 horas
o más a la semana; en tanto que siete de cada 10 hombres en estas ocupaciones labora 40
horas o más a la semana.
Respecto a las prestaciones de salud de los trabajadores domésticos subordinados y
remunerados, la ENOE refleja que, en el primer trimestre de 2017, siete de cada 10 no cuentan
con prestaciones de acceso a instituciones de salud. Por sexo, se observa que 75 por ciento de
las mujeres se encuentra en esta situación mientras que en los hombres es 58.2 por ciento.
El 22 de julio, se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico, originado en el
Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de 1992. En este foro se reconoció al trabajo
doméstico como un conjunto de actividades dirigidas a la producción de bienes y servicios cuyo
objetivo es el mantenimiento de la vida humana mediante el cuidado, educación y bienestar de
la población.
De acuredo a la Organización Internaciaonl del Trabajo (OIT), el trabajo doméstico se
caracteriza por realizarse de manera aislada, factor que contribuye a la desprotección y
vulnerabilidad de las personas que desempeñan esa ocupación, ya que las personas se ven
inmersas en relaciones de poder muy desiguales con los empleadores y hacen frente a un
elevado nivel de aislamiento, maltrato, abuso, humillación y discriminación.