Fortino Torrentera O./Enviado especial
Oaxaca.- Alguna vez el hombre soñó no en dominar, sino en convivir con la fuerza de la naturaleza. Hombres de diferentes países que 10 días antes fueron avisados que por las condiciones meteorológicas la playa de Zicatela, sería la sede del Torneo Internacional de Surf Puerto Escondido Challenge.
Mientras los mortales nos enterábamos que había mar de fondo por las banderas rojas colocadas a lo largo de la playa, aquellos hombres que desafían la fuerza del mar viajaban especialmente a este torneo, provenientes de Brasil, Puerto Rico, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, entre otros.
Desde el inicio, sorprendió la excelente organización y seguridad del evento, cubierto por tres motoskys
y cuatrimotos del Cuerpo de Bomberos de ese puerto, además de voluntarios que acordonaban el área ante la reciedumbre de la mar.
Sobre un mar picado, se dieron las eliminatorias que luego en una semifinal despuntaron tres mexicanos de Puerto Escondido, a la cabeza iba Oscar Moncada, mientras la mar se tornaba indomable.
La final fue una prueba de técnica, experiencia y apoyo logístico, pues tuvieron el apoyo de información satelital que les permitía a sus equipos monitorear las corrientes, pero el mar habla, decía un oriundo de Puerto Escondido y sin avisar de pronto grita con una buena ola.
Fue un reto del hombre a domar al potro salvaje que relincha en la playa, no obstante no hubo lesionados, a diferencia de la edición anterior en que nueve se reportaron con lesiones.
Basta imaginarse la magia de deslizarse sobre una tabla en el interior de una ola y dejarse luego abrazar por la espuma, que puede pesar toneladas, pero estos hombres dialogan con las corrientes, con la intimidad de la bravura del mayor elemento en el planeta.
La final fue difícil para todo, pues ofrecía olas que reventaban o no hacía en tubo, lo que impidió a los mexicanos sacar un buen desliz, sino fue hasta que el hawaiano, Kai Lenny logró cinco minutos antes de que sonara la chicharra del plazo, tomar una ola que lo cubrió con su manto, platicó con ella y se despidió con un giro completo de carro.
Los cientos de espectadores que estuvimos al pie de la playa, esquivando el oleaje que la invadía, vimos sorprendidos como por más de 100 metros se deslizó Kai y de pronto reapareció a la orilla del punto donde revienta la imparable ola. Los presente ovacionamos la hazaña.
El surfer levanta un poco las manos y se dirige hacia la cresta de la ola, donde da una vuelta completa en el aire mientras su tabla se aleja, de inmediato, las motoskyes lo ayudan como a los demás, siendo recogido por una cuatrimoto, pero los aficionados los cargan al saber de los jurados que fue el ganador.
El ganador comentó que el viaje no fue fácil. Pero la mar de Puerto Escondido estaba arrastrando de todo el mundo que se acercaba a él, con gruesas olas de 25 pies que golpeaban los bancos de arena.
Con ello, Kai, el célebre surfer hawaiano logra su primera victoria en el Big Wave Tour y quien trascendió en la mundialmente famosa carrera de paddleboard de Molokai 2 Oahu durante el fin de semana para venir a surfear a Puerto Escondido.
