Los eventos de este año aparentemente tuvieron más repercusión en Estados Unidos, y Trump ha emitido tuits que han enfurecido a México, que en años recientes ha detenido y deportado a cientos de miles de migrantes centroamericanos antes de que puedan llegar a la frontera.“México hace muy poco, si no es que nada, para detener a las personas que cruzan a México por su frontera sur, y después a Estados Unidos. Se ríen de nuestras tontas leyes de inmigración. Deben parar el enorme flujo de drogas y personas, o yo pararé su fuente de liquidez, el TLCAN. ¡Necesito el muro!”, escribió Trump. “Con todo el dinero que ganan de Estados Unidos, esperemos que impidan a las personas que pasen a través de su país e ingresen al nuestro, al menos hasta que el Congreso modifique nuestras leyes de inmigración”. El secretario de Gobernación (Interior), Alfonso Navarrete Prida, rechazó esas exigencias. “Actuamos con absoluta soberanía en el cumplimiento de nuestras leyes”, dijo el lunes Navarrete Prida. “Sí, desde luego actuaremos.... con estricto cumplimento de nuestra ley migratoria, sin presión alguna de país alguno”. En un comunicado emitido el lunes por la noche, el gobierno de México indicó que unos 400 participantes en la caravana ya habían sido enviados de vuelta a sus países de origen. “Bajo ninguna circunstancia el gobierno de México promueve la migración irregular”, se afirma en el texto de la Secretaría de Gobernación. Hizo notar que México considera estas caravanas anuales como “una manifestación pública que busca llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos”. Al gobierno estadounidense se le ha informado totalmente de la situación, agregó. La secretaría dijo también que, a diferencia con las caravanas realizadas en años anteriores, “en esta ocasión autoridades migratorias mexicanas han procedido, conforme a la legislación correspondiente, a ofrecer la condición de refugio en los casos en que así proceda”, pero insinuó que no depende de México evitar que la gente continúe hasta Estados Unidos para solicitar asilo. “No compete a este gobierno ejercer decisiones migratorias de Estados Unidos o de cualquier otra nación, por lo que serán las autoridades competentes de la Unión Americana las que decidan, de ser el caso, autorizar o no el ingreso a su territorio de los integrantes de la caravana que lo solicitaran”, añadió. Navarrete Prida conversó el lunes con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen. Nielsen tuiteó luego que la conversación se refirió concretamente a la caravana anual de migrantes. “Trabajando con funcionarios mexicanos de cara a la caravana extranjera anual ilegal. Explorando todas las opciones”, escribió. México suele detener a centroamericanos, a veces en cifras que igualan a las de Estados Unidos. Las deportaciones de extranjeros bajaron de 176 mil 726 en 2015 a 76 mil 433 en 2017, en parte debido a que se cree disminuyó el número de los que llegan a México, y aumentó el de los que solicitan asilo en el país. México aceptó 3 mil 223 solicitudes de asilo efectuadas en 2016, y 9 mil 626 presentadas el año pasado están en trámite o recibieron luz verde.