● El director artístico del programa de desarrollo musical señaló que fue Maestro de maestros
● Instrumenta es heredera de las enseñanzas del maestro Spiller: José Luis Castillo
● El famoso violinista vino por primera vez a México invitado por el programa de desarrollo musical en 2003, recordó Ignacio Toscano
● El músico croata-argentino colaboró en las dos primeras ediciones del encuentro realizadas en Puebla
Oaxaca, México.- Tras conocer la noticia de la muerte de Ljerko Spiller, acaecida el domingo pasado, el director general del programa de desarrollo musical Instrumenta Oaxaca, lamentó el fallecimiento del gran violinista y académico, quien fuera parte de la planta académica de Instrumenta Verano en sus dos primeras ediciones realizadas en 2003 y 2004 en la ciudad de Puebla. "Además de su generosa amistad y de transmitirnos su importante experiencia obtenida a lo largo de su carrera musical, el maestro Spiller nos dejó aportes invaluables en el terreno de la formación y la enseñanza artística como el gran pedagogo musical que fue, que nos dejó una huella imborrable".
Ignacio Toscano recordó que Spiller, quien falleció poco después de cumplir los 100 años de edad en Buenos Aires, vino por primera vez a nuestro país invitado por el programa que dirige para dar una conferencia magistral y cursos de especialización de violín a los estudiantes y músicos de alto nivel procedentes de varios países que participaron en el primer encuentro académico-artístico realizado en julio de 2003. En esa ocasión, dijo el promotor cultural, el destacado músico croata, maestro de muchas generaciones de músicos, ofreció uno de los diversos cursos simultáneos de los instrumentos de una orquesta sinfónica diseñados como parte del programa académico de Instrumenta Verano.
Quien fuera uno de los músicos más longevos en el mundo, hizo gala de su ampliamente reconocida faceta docente en México, que lo hiciera merecedor de la fama mundial de la que gozó en vida como maestro de brillantes generaciones de instrumentistas, que hoy son reconocidos en todo el mundo.
Al referirse a la inolvidable participación de Spiller en este encuentro, Toscano comentó que aquella invitación que le formuló Jorge Risi al gran maestro del violín para participar en Instrumenta fue un gran acierto, invaluable, que le permitió a muchos jóvenes músicos conocerlo, aprender de él y compartir su experiencia como ejecutante. "Las enseñanzas del maestro en las dos ocasiones que estuvo en Instrumenta no se quedaron únicamente en el ámbito académico, supo contagiar su energía y pasión por la música".
Al respecto, José Luis Castillo, actual director artístico de este programa, agregó que Spiller ha sido maestro de maestros. "Para él la pedagogía del violín iba mucho más allá; era fundamental la relación con el instrumento como algo vital y como un proceso musical, más allá de la mera enseñanza o aprendizaje". Desde su punto de vista, Jorge Risi, quien fuera el primer director artístico de este encuentro, le tocó ser, de alguna manera, el traductor y el representante de las ideas del maestro Spiller en nuestro país".
El decano centenario de la enseñanza del violín en Latinoamérica, nacido en Croacia y nacionalizado argentino; maestro emblemático de Ljerko Spiller; amigo de Maurice Ravel, y quien en vida conoció a importantes músicos como Luciano Bello, Manuel de Falla e Igor Stravinsky, estuvo a cargo de las Clases Maestras para cuerdistas en sus dos visitas que hizo a nuestro país para participar en Instrumenta Verano.
En opinión de Castillo, el violinista que residió desde 1930 en Argentina, donde pasó también sus últimos días, fue un músico integral: "Era un pedagogo que sabía detectar claramente qué necesitaba el alumno, tenía una mente analítica impresionante; llegaba a la técnica a través de la música, no al revés".
Desde su creación Instrumenta Verano ha apostado por la excelencia musical a partir de la certeza de que el perfeccionamiento técnico no representa un fin en sí mismo, sino una poderosa herramienta para la comprensión y la expresión de los diversos lenguajes musicales, al igual que lo concebía Spiller.
Este encuentro académico-artístico, dirigido a estudiantes de música de diversos países, de alguna manera recoge las enseñanzas pedagógicas de Ljerko Spiller, según reconoció Castillo. "Creo que todos los docentes, todos los que nos dedicamos al proceso educativo de alguna manera somos un poco herederos del maestro Spiller; incluso podríamos decir que Instrumenta misma es un poco heredera de las enseñanzas de este gran maestro".
Instrumenta Verano reunió en su primera edición realizada hace cinco años a 39 maestros y ejecutantes del más alto nivel musical y académico de once nacionalidades, entre los que destacó sin lugar a dudas el violinista fallecido el domingo pasado.
"Lo que más impresionó cuando lo conocí personalmente en 2003 fue precisamente su forma de plantear la pedagogía del violín como un metadiscurso profundo de la música; es un lugar común y es muy sencillo decir que la técnica está al servicio del arte, de la música, pero él supo resolver la técnica a través de la música", apunto Castillo, quien recordó más adelante una conversación que calificó como "maravillosa" entre Spiller, Risi y él:
"Era relativamente sencillo vislumbrar el futuro, sabíamos muy bien lo que queríamos hacer, aunque ninguno de nosotros sabíamos que tan ligados o qué rol íbamos a jugar en Instrumenta; pero aquella conversación fue para mí una lección, ya no sólo de música, sino una lección de vida. Sí puedo decir entonces que en ese sentido creo que Instrumenta es un poco heredera del maestro Spiller, y que todos los docentes, todos los que nos dedicamos al proceso educativo, quienes lo conocimos, también lo somos.
En palabras de Jorge Risi, "con este nuevo espacio aspiraban a propiciar un encuentro intercultural de características únicas, en el que la diversidad y la búsqueda colectiva de las llaves de la expresión artística marcaran la pauta para la formación musical".
La primera edición de Instrumenta Verano sentó un precedente de excelencia y originalidad. Al año siguiente, en la segunda edición en la cual también participó Spiller, otros jóvenes músicos descubrieron una concepción integral de la música a través del rigor académico de los expertos maestros cuya trayectoria musical estaba comprometida con la academia.
"Es la calidad humana el secreto de la formación artística", dijo Ljerko Spiller, quien buscaba sembrar en los estudiantes la semilla de la espiritualidad y el estudio con una mente abierta al cambio, "porque nada está escrito ni tampoco existe la perfección", según advertía en sus clases.
"Para mí nunca nada ha sido terminado. Ningún conocimiento es terminal, siempre se puede aprender algo más y yo he tomado eso como sistema. Nunca pienso que yo digo la última palabra; la última palabra no existe: existe el progreso y la humildad y el espíritu necesario para ese progreso." Ljerko Spiller. Puebla, México. Instrumenta Verano 2004.
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