Por Soledad Jarquín Edgar/
Oaxaca, Oax., (CIMAC).- María de la Luz Martínez García denunció el intento de agresión por parte de personas simpatizantes a Fredy Eucario Morales Arias, detenido por un homicidio múltiple ocurrido en Santo Domingo Ixcatlán, el pasado 30 de abril.
Desde la masacre en la que perdieron la vida tres personas, entre ellas Melesio Martínez Robles e Inocencio Medina Bernabé, el primero padre de María de la Luz y el segundo su novio, se encuentra “refugiada” en las oficinas del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos indígenas (CEDHAPI), ubicado en Tlaxiaco, en la región de la Mixteca oaxaqueña.
Aunque María de la Luz como otras 177 personas, la mitad de ellas mujeres y un número importantes de niñas y niños, son beneficiarios de medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la noche del jueves 16 de octubre fue amenazada nuevamente por personas vestidas de negro, quienes le exigían que abriera la puerta ya que “iban por su cabeza”.
En entrevista telefónica, a unas horas de partir hacia la ciudad de Washington DC en Estados Unidos, donde junto con otros activistas de CEDHAPI participará en la reunión de trabajo en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) respecto a las medidas cautelares otorgadas a favor de 177 personas de Santo Domingo Ixcatlán, señaló que si teme por su vida y del resto de la comunidad, pues no todos los que cometieron el asesinato están detenidos.
“Abre María, ya sabemos que estas ahí, venimos por tu cabeza”, dijeron los hombres que alcanzó a ver desde una ventana del segundo piso de las oficinas de CEDHAPI, los cuales vestían de negro quienes pateaban la puerta. También decían “pinche vieja, venimos a matarte, abres a nos saltamos la barda”, narra con nerviosismo María de la Luz quien apuntó que fue inútil buscar ayuda pues no hubo manera de comunicarse con los vecinos “al parecer no estaban”.
Fredy Eucario Morales Arias, quien se encuentra detenido, es la persona que asesinó junto con otros a su padre y novio, dice María de la Luz, quien recuerda la crueldad utilizada, al grado de calcinar a Inocencio su novio, con quien pronto contraería matrimonio.
Ella, que junto con otras personas encabezaron la acción para demandar justicia, ha recibido una serie de amenazas por parte de familiares y simpatizantes de Fredy Eucario Morales, en los que le advierten que si no deja en paz las cosas la van a matar, le recuerdan que Fredy va a salir un día de prisión.
Temo por mi vida, porque el 30 de abril mostraron de lo que son capaces. Ellos han intimidado al pueblo, se dicen amigos del gobernador Ulises Ruiz y las “demanditas” que nosotros les poníamos él las libraba con mucha rapidez.
Incluso, en una ocasión, en la ciudad de Oaxaca, fue seguida por varios individuos, entre ellos el padre de Fredy, Eucario Morales Aguilar, “dos veces intentó agarrarme, alcanzarme, me jalonearon pero logré correr, sucedió poco después de la detención de Fredy Eucario. Su intención había dicho era negociar la salida de su hijo por mi vida”, explica.
LA HISTORIA
María de la Luz, quien tenía una tienda de abarrotes en Santo Domingo Ixcatlán, reveló que el problema inició cuando la comunidad se opuso a la reelección de Fredy Eucario Morales Arias como alcalde de esa población, luego de las tropelías y actos violentos cometidos, entre ellos derribar el palacio municipal y la escuela y preferir que el maíz enviado por el Gobierno federal se echara a perder y no repartirlo entre la gente.
La población pidió que fueran otras las autoridades, sin embargo, bajo amenazas y violencia, logró imponer a su hermano, quien en realidad radicaba en Estados Unidos y por ende quien gobernaba era Fredy Eucario, lo que llevó al pueblo a solicitar ante las autoridades la desaparición de poderes, cosa que nadie escuchó, “incluyendo a los medios de comunicación”, apunta María de la Luz Martínez.
Todos volvieron sus ojos a Santo Domingo Ixcatlán cuando el 30 de abril, Fredy Eucario y su gente asesinó con saña a mi padre, mi novio y a una tercera persona, además de amenazar al resto de los habitantes, pues siempre presumió la relación con las autoridades estatales para protegerse, dice.
Ante esa circunstancia acudieron a solicitar ayuda a CEDHAPI, quien pidió que la CIDH otorgara medidas cautelares para María de la Luz y otras 177 personas, la mitad mujeres, dice el dirigente de ese organismo Maurilio Santiago Reyes.
Santiago Reyes explica que no ha habido un acuerdo con las autoridades para proteger a las personas porque “quieren que sean policías preventivos del estado y eso no nos garantiza su protección, nosotros queremos personal de seguridad federal”.
En la reunión de trabajo en la OEA en Washington propondrán un plan de trabajo que contempla el establecimiento de brigadas de paz en Santa Domingo Ixhuatán para restablecer la seguridad, concluye el dirigente de derechos humanos en Tlaxiaco.
Fuente fotográfica: newsdesk.si.edu
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