La reforma energética debe integrar la cohesión social

Por Lilia Torrentera G.

Oaxaca, Oax., En la aprobación inminente de la reforma energética, es urgente que los legisladores incluyan también el tema de la cohesión social en los proyectos contemplados en la iniciativa, porque de no hacerlo, será otro factor de descontento que se agudizará con los actuales y futuros efectos de la crisis económica mundial, advirtió, Isidro Morales Moreno, catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) al presentar el libro La crisis del petróleo en México de Susana Chacón.

En el marco del XXII Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, Morales Moreno expuso que tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores, no deben dejar de lado la urgencia de aprobar una reforma enfocada no solo al petróleo, sino en torno a otro tipo de fuentes de energía  como la solar, la atómica y la de biomasas, con un marco legal ceñido al respeto del medio ambiente y las necesidades de los grupos sociales para lograr así, una reforma realmente energética.

En ese sentido, el investigador ponderó la importante aportación que la obra de Susana Chacón, La crisis del petróleo en México, hace para construir una iniciativa integral energética en el debate que se aproxima en el poder legislativo, ya que en este libro –dijo- se hace una compilación ensayos de especialistas y recoge la opinión  de personajes en la política y la economía nacional sobre este tema, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas.

Dijo que en este libro se proporciona un diagnóstico de por qué, hay un reacción de rechazo hacia el cambio de políticas energéticas a fondo, a pesar de que ahora exista un consenso entre gobierno y legisladores.

Explicó en el texto de Ernesto Marcos, funcionario de PEMEX  se indica cómo en la administración foxista, se tuvo una burbuja de súper ganancias, en parte por los incrementos al precio del petróleo, la coyuntura por el envío de remesas era favorable y por las bajas tasas de interés en esos momentos en el que México vivió un “boom” petrolero sin darnos cuenta.

En ese sentido, resalto que Ernesto Marcos expone el porque existe un rechazo en la reforma de Pemex al indicar que nadie quiere perder los privilegios, porque los actores son rentistas: El Estado, federación, entidades y  municipios se han beneficiado al obtener recursos extraordinarios; el sindicato con sueldos y prestaciones exorbitantes y los consumidores, con  gasolinas importadas y baratas, y que son hechos que no se han dicho en el debate nacional.

Esta obra, señaló Isidro Morales, también profetizó la debacle petrolera y financiera de estos momentos, al indicar que el cambio para lograr una reforma como la que ahora se propone ya con el consenso de todos los partidos políticos, se debió a la llega de la crisis anunciada con anticipación por varios de los autores en este libro.

Dijo que otra de las aportaciones de la obra editorial de Susana Chacón, es el marco de la reforma, en la cual el texto de Cuauhtémoc Cárdenas, con su posición nacionalista, señala cual debe ser el contexto en que se debe discutir una reforma energética en la que hace una diferenciación muy importante entre lo que es el petróleo como patrimonio de la Nación y los activos de Pemex como empresa paraestatal.

“No es lo mismo desincorporar activos de las empresas que desincorporar activos de la nación”,  que explicó Morales Moreno es una definición clave para el debate que proporciona Cárdenas quien agrega en su texto:

“Lo que está en el fondo de la discusión, es qué actividades se mantienen bajo la exclusiva sujeción del Estado para que se manejen de acuerdo con un interés nacional y público, y cuáles los que hoy están reservados con exclusividad al Estado, se abran a la participación de particulares”.

Morales Moreno, dijo que esta distinción es fundamental porque una cosa es que PEMEX tenga que desincorporar algunas cadenas de la producción petrolera como lo es la cadena de distribución y transportación de refinados, que en sí son servicios y que en los hechos se hace, y otra cosa es que Estado privatice el  petróleo que es un bien nacional previsto constitucionalmente.

Señaló que la diferenciación hecha por Cárdenas acotará el ámbito en que se debe centrar la discusión parlamentaria y evitará la contaminación ideológica y política que frenó la reforma en meses pasados y que ahora por la crisis, irónicamente, los diputados de manera apresurada la han consensuado.

Por su parte, Adrián Lajous en su análisis en este libro, precisa la urgencia de independizar a PEMEX del gobierno, no del Estado.

En este aspecto Morales Moreno señaló que todos en ese sentido estamos de acuerdo de que Pemex debe seguir siendo una empresa pública, el problema es cómo se moderniza, porque en la actualidad está “encapsulada” por los intereses políticos del momento de un gobierno.

Por ello para que PEMEX sea verdaderamente una empresa de Estado, abunda Lajous en su texto, debe en primer lugar tener una autonomía financiera del gobierno, la cual según Isidro Morales, en la propuesta del presidente Calderón se queda a medias, porque solo modifica la constitución del Consejo de Administración, incorporando a cuatro ciudadanos como consejeros, pero éstos, siguen siendo designados por el gobierno en una pretención equilibrar fuerzas con el  cuestionado poderío del sindicato, lo cual dista mucho de lograr esa independencia para que Petróleos Mexicanos sea una empresa transparente y eficiente.

Por último  sentenció que  si los legisladores no amplian su visión de que la reforma debe integrar a otros ámbitos tan vitales como el medio ambiente y la cohesión social en los proyectos que se emprendan como las hidroeléctricas, la reforman que podrían aprobar quedaría en deuda con todos los mexicanos.