Por Daniela Estrada * /Tierra América
Entrevista a MARCEL CLAUDE
El capitalismo es una intervención brutal, mefistofélica, en los sistemas naturales, afirma en esta entrevista exclusiva el economista y ecologista chileno Marcel Claude.
Magíster en economía de la Universidad de Chile y candidato a doctor de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, Claude es profesor en tres altas casas de estudio de su país y tiene una amplia trayectoria como activista ecologista.
En 2006, ganó un litigio contra el Estado chileno en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por acceso a la información pública y enfrentó con éxito una querella judicial por denunciar conflictos de intereses en la discusión de la Ley de Pesca. TIERRAMÉRICA: Hoy todo el mundo teoriza sobre el capitalismo a propósito de la crisis financiera global. ¿Qué entiende usted por capitalismo? MARCEL CLAUDE: Menos mal que la gente está volviendo a hablar del capitalismo. Sólo se hablaba de la globalización, del neoliberalismo. Pero el capitalismo existe, está más vivo que nunca y seguirá vivo por mucho tiempo. La actual crisis es una muestra de ello. El capitalismo construyó una tremenda capacidad de desarrollar su razón de ser: el lucro. La esencia del capitalismo no es la propiedad privada, aunque a veces ésta ejerce como instrumento legal para materializar el lucro, ni son los gobiernos de derecha.
El capitalismo es la búsqueda de la utilidad, de la tasa de ganancia. Lo que mueve al capitalismo son dos pecados capitales: la avaricia y la codicia. No son virtudes humanas como la solidaridad, la justicia, la verdad y el amor.
Todas las instituciones capitalistas tienden a favorecer esto. Si la propiedad privada promueve el lucro, bien; si no, se pasa por encima de ella. Lo mismo sucede con la constitución política del Estado o el sistema de regulación financiera.
El capitalismo es una intervención brutal, mefistofélica, de los sistemas vitales, los cuales se convierten en productos económicos por la necesidad de sostener la vida humana. Pero como los capitalistas controlan todo el proceso productivo terminan apropiándose de esos derechos de vida.
[caption id="attachment_4200" align="aligncenter" width="405" caption="El lucro en constante acecho de los recursos naturales"][/caption]
TIERRAMÉRICA: ¿Qué efectos pueden tener las actuales turbulencias en la reproducción del capitalismo? ¿Pasaremos a otra fase o estamos cerca de su fin?
MC: Mientras haya fin de lucro habrá capitalismo. Como la avaricia y ambición siempre existirán, la manera de que el lucro no sea determinante es regularlo, hacer que en la definición de las políticas de Estado otros valores tengan mayor preponderancia. El otro factor posible de destrucción del capitalismo es la desaparición de toda vida sobre el planeta.
En el mejor de los casos, podríamos avanzar hacia una fase más responsable. Si es que no lo impiden las grandes corporaciones multinacionales y los influyentes hombres de negocios. Cuarenta por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial está en manos de 200 multinacionales. Que pasemos a otra fase dependerá de la magnitud de la crisis y de que los Estados puedan ordenarla y recuperarla, cosa que me parece difícil.
TIERRAMÉRICA: ¿Quiénes serán los principales perjudicados?
MC: Siempre son los pobres. Los Estados han privilegiado sostener al sistema financiero con recursos provenientes de los contribuyentes, con lo cual debilitan su capacidad de generar empleo, expandir la economía y hacer frente a los problemas sociales. Están prefiriendo dejar de gastar en educación, salud, infraestructura e investigación.
Esto significará una menor actividad económica, aumento del desempleo y caída de la demanda. Puede que disminuya la presión sobre los recursos naturales, por la menor producción, pero también que se relajen las prácticas de protección ambiental, para hacer factibles otros proyectos.
* Corresponsal de IPS.