Oaxaca, México.- Las compras frenéticas decembrinas no garantizan un aumento de la actividad económica, dijo el investigador del IIEc de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar

Lo más recomendable es saldar deudas, y no recurrir a créditos ni a dinero de “plástico”, aconsejó.

El sector externo se verá deteriorado, y su merma repercutirá en el empleo, el salario, y el consumo, advirtió

Las compras frenéticas decembrinas no son garantía de aumento en la actividad económica del país, pues se espera que las adquisiciones caigan aún más. El 2009 será un año difícil, pues se reflejará lo ocurrido en el último trimestre de este año.

Así lo señaló el especialista en comercio internacional e integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar, quien recomendó saldar deudas, y no recurrir a ningún tipo de créditos, para “no pescar altos intereses que formarán otra bola de nieve, que generará una insolvencia mayor de carteras vencidas”.

Asimismo, el también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), aconsejó dejar fuera el dinero de “plástico”, pues es capital falso, la forma más cara de comprar.

[caption id="attachment_4405" align="aligncenter" width="500" caption="Pagar dfeudas y no usar tarjetas recomendaciones del especialista de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar"][/caption]    

El Tratado de Libre Comercio propiciará que se encarezcan las importaciones, principalmente de artículos alimenticios, granos básicos, electrodomésticos, medicinas, y productos manufacturados, indicó.

Todo ello atizará la inflación y afectará al tipo de cambio que por ahora refleja los efectos de una “tremenda especulación”, agregó.

En cuanto a las ventas al exterior, dijo que es clara una tendencia a la baja. “Aunque las exportaciones a Estados Unidos crecieron el año pasado y ascendieron a 229 mil millones de dólares”.

La situación explicará el acentuado déficit en la cuenta corriente y, por otra parte, habrá fuga de capitales, lo que incidirá en la cuenta de la balanza de pagos, explicó el especialista.

En este proceso, el sector externo se verá deteriorado, luego de que en años anteriores reportara una aparente mejoría; la disminución se transferirá al empleo, al salario, y al consumo, advirtió el también miembro de la Academia de Economía.

Asimismo, se tendrá un impacto en el presupuesto. “Se había hablado de un presupuesto de lujo para 2009, de recursos para obras públicas que serían el motor del crecimiento”. Ahora, se perfila uno austero, que implica menores plazas y menores oportunidades, que frenarán proyectos previamente aprobados, concluyó.