Por Lilia Torrentera G.

Oaxaca, México, Su figura será inolvidable para muchas generaciones de aspirantes a pintor que vagaron por la Escuela de Bellas Artes, ya que este viernes, murió el artista y académico Liborio López Navarrete, a quien se le negó por parte de las autoridades oficiales el reconocimiento a su obra y aporte a la cultura oaxaqueña.

Seguir pintando era su lema, en las tardes en que aun con sus padecimientos de tiempo a tras, se le veía ir al ex convento de San José para dar sus magistrales clases de pintura y dibujo. Siempre con su inseparable gorro de estambre adornando su cabeza.

Gracias a la sabiduría de este decano de la plástica oaxaqueña, muchos artistas oaxaqueños han trascendido el ámbito de lo local y a diferencia de su maestro, hoy gozan de las mieles de éxito.

El maestro Liborio López fue integrante del famoso “Grupo de los Cincos” a lado de otro gran artista, Virgilio Gómez, Sergio Rodríguez “El Negro mate”, Jaime Hernández y Filiberto Heredia Martínez, que rompieron cánones en la época de los 50’s dentro del quehacer pictórico estatal.

De sus 60 años, 35 los dedico a la enseñanza, luego de haber sido discípulo del maestro Manuel Scherleske Aguirre. En ese devenir entre la academia y su pasión por pintar, vio crecer a pintores como Francisco Toledo, Rubén Leyva, Alejandro Santiago, Francisco Monterrosa, Juan Alcazar, Guillermo Rito, entre muchos otros.

Pese a su fundamental contribución a la plástica estatal, nunca una autoridad ni universitaria ni estatal, supieron apreciar la callada labor de López Navarrete, aun cuando en momentos tan difíciles por el deterioro de su salud, requirió de apoyo.

Descance en paz maestro “Libo”.