Oaxaca, México.- El país ganó fama internacional de ser tierra de asilo en los años 30 cuando abrió sus puertas a más de 25 mil españoles exiliados y más tarde, a principios de los 70, acogiendo a cientos de argentinos y chilenos, una tradición refrendada por el país con la inauguración hace ahora una década de la Casa Refugio Citlaltépetl para Escritores, que hasta hoy a recibido a ocho autores perseguidos.
En 1998, las autoridades capitalinas firmaron con el Parlamento Internacional de Escritores el convenio "México, Distrito Federal: Ciudad Refugio". Entonces, una casona de los años 30 situada en el barrio de la Condesa del Distrito Federal empezó a hospedar a escritores amenazados de muerte en sus países de origen o censurados por el contenido de la obra. Ahí, en la Casa Refugio Citlaltépetl para Escritores, han convivido distintos temperamentos artísticos, culturas y formas de vida.
Un ejemplo es el escritor iraquí Hatem Saleh, actual residente en la casa refugio, a quien intentaron quemar vivo por criticar al Islam. "Tras la guerra, cualquier periodista o artista en Iraq puede ser asesinado", señala este autor tras denunciar que desde el año 2003 han muerto unos 350 creadores críticos con la religión y el actual gobierno.
Saleh descarta volver a Iraq, "porque el país necesitará de 15 años a un siglo para estar bien". Además, en México es un escritor "con mucha más libertad".
[caption id="attachment_4272" align="aligncenter" width="500" caption="El director general de la Casa Refugio Citlaltépetl para Escritores, Philippe Ollé-Laprune (d), conversa con el escritor iraquí Hatem Saleh (c) en las instalaciones de la Casa Refugio de Escritores de México./Foto:EFE"][/caption]
Koulsy Lamko, originario de Chad, encontró en México su destino en 2003, tras 20 años de exilio que le llevaron por otros seis países como Costa de Marfil, Francia y Ruanda.
Cuando estalló la guerra civil en Chad, Lamko se vio obligado a escapar a Burkina Faso, donde organizó una resistencia con otros estudiantes, y tras el conflicto no regresó, porque a otros compañeros que sí lo hicieron los asesinaron. "Aquí no se nota la xenofobia en contra de los negros", señala.
El escritor, llegado hace dos años, piensa quedarse en México y espera cumplir el próximo año su sueño de abrir la Casa Refugio África, especializada en acoger a escritores de ese continente. Lamko espera que la situación política en su país le permita volver a morir en Chad para que su alma se quede con sus antepasados.
La Casa Refugio Citlaltépetl ha dado la bienvenida también a autores entrañables que han hecho de México su patria, como el poeta albanés Xhevdet Bajraj, quien decidió nacionalizarse mexicano y vive con su familia en la colonia Roma).
El lugar ha acogido también a escritores de Serbia (Vladimir Arsenijevic), Argelia (Yasmina Khadra), Myanmar (Min Kyaw Khaing), Egipto (Safaa Fathy) y Senegal (Boubacar Boris Diop).
El francés Philipee Ollé-Laprune, director de la Casa Citlaltépetl, explica que la mayoría de los escritores perseguidos lo son por motivos religiosos en el mundo musulmán y por razones políticas en el continente africano.
Para ayudarles, la institución acoge dos autores por dos años para que hagan "su labor de escritor sabiendo que no tienen más preocupaciones de tipo conflictivo".
Dice Ollé-Laprune que "uno nunca sabe, recibimos un currículum, nos hacen la propuesta, pero cada persona es un temperamento, otra cultura, una forma distinta de ser". Lo que queda al final, añade, "es la capacidad que tiene México de saber recibir de forma positiva a los exiliados y la sensación de que el país ha construido su identidad en parte gracias al exilio".
Acerca de la Casa Refugio Citlaltépetl
• La Casa Refugio Citlaltépetl es una asociación civil con sede en la Ciudad de México y cuyo principal cometido es hospedar a escritores amenazados o perseguidos en sus países de origen. • Propone un intenso programa cultural, que incluye la producción de la revista trimestral Líneas de Fuga y la organización de ciclos de conferencias, presentaciones de libros, lecturas de poesía y talleres literarios, entre otras actividades.
• La creación de la Casa Refugio Citlaltépetl es "un acto de solidaridad concreta, expresión de la permanencia del tradicional espíritu de apertura y generosidad de México.
• El primer acto público consistió en una lectura de los poemas de dos miembros fundadores de la Casa Refugio: la escritora mexicana Carmen Boullosa y el autor colombiano Álvaro Mutis. • Son también miembros del consejo administrativo Bárbara Jacobs, Carlos Monsiváis, Augusto Monterroso, José Emilio Pacheco, Sergio Pitol, Ignacio Solares, Roberto Vázquez, Juan Villoro y José Areán.
Fuente: El informador.com