Por Nadia Altamirano Díaz/CIMAC
Oaxaca, México.- Para Magdalena García Hernández, coordinadora general de la Red Nacional de Organizaciones de Mujeres Milenio Feminista, la falta de sensibilidad de género en el presupuesto que ejerce la Federación refleja las reminiscencias de la misoginia.
“En el Plan Nacional de Desarrollo hay diez objetivos prioritarios y la equidad de género no es uno de ellos”, remarcó al referirse al desinterés del Gobierno Federal por contar con un presupuesto sensible al género, lo que prácticamente nulifica los esfuerzos de estados como Oaxaca, cuyo presupuesto local sí incluye la igualdad de género.
En el Paraninfo del edificio central de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, la maestra en economía presentó algunas de las conclusiones del estudio comparado de presupuestos públicos sensibles al género que analiza los casos de Baja California, Sinaloa, el Distrito Federal y Oaxaca.
“El análisis de los presupuestos públicos es un asunto de gran relevancia, éstos son la más simple expresión de las prioridades establecidas por las autoridades gubernamentales. Sin presupuesto suficiente y oportuno cualquier política, programa o acción no es prioritaria”, explicó.
[caption id="attachment_4384" align="aligncenter" width="122" caption="La brecha de las desigualdades en Oaxaca por falta de un presupuesto suficiente"][/caption]
De Oaxaca --con una población mayoritariamente envejecida, indígena, rural y pobre-- dijo que si bien cuenta con un presupuesto sensible al género no puede reducir las brechas de desigualdad “si el Gobierno Federal no hace lo mismo”, ya que el 95 por ciento de los recursos provienen de la Federación.
A la vez de que tiene alta participación económica de las mujeres, Oaxaca registra el producto interno percápita y los salarios más bajos del país. Además, ocupa el sexto lugar en la tabla nacional de hogares sostenidos por jefas de familia y sólo el 2 por ciento de sus 570 presidentes municipales son mujeres.
Este tipo de factores varían en cada entidad federativa y de nada sirve que el Gobierno Federal aplique políticas públicas homogéneas que tratan a todas las entidades federativas por igual, ya que en vez de reducir brechas, García Hernández consideró, se limitan a ser políticas públicas declarativas.