Por Copelia Malle

Oaxaca, México.-  Para Luc Delannoy la música no es una habilidad adquirida, sino una facultad humana, porque somos seres acústicos en el que se pone a funcionar la alteridad a su máxima expresión, así la música es la esencia del ser fuera de si mismo y su intersubjetividad con los otros.

En su visita a esta para presentar su más reciente obra “El Espejo: Ensayos de la conciencia musical seguido de la conciencia inacabada”, en el marco del 20 Aniversario del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca,  Delannoy expuso ante un público ávido de conocer esta tendencia filosófica, que el hombre siempre ha tenido una relación acústica, sonora, con el mundo y con él mismo, pues desde el momento en que el ser se da cuenta del universo sonoro interior que el tiene, con el latido de su corazón y el ritmo de su respiración, empezó a tratar de organizar el mundo exterior, basándose en su mundo interior.

[caption id="attachment_3199" align="aligncenter" width="500" caption="Delannoy, Amaro Nieva y Javier Sánchez en el MACO"][/caption]

En su conferencia realizada en en Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (Maco) con la compañía de Javier Sánchez Silva y Amparo Nieva que realizaron la presentación de esta obra filosófica, el musicólogo nacido en Bélgica, señaló que su propuesta es la de incitar a construir una nueva teoría del conocimiento con base en las neuroartes y la filosofía pero con una apertura hacia lo interdisciplinario a partir de la música.

Por ello dijo que en los últimos 25 años gran parte de su trabajo lo ha dedicado a explorar desde la ciencia, las conexiones neurológicas del cerebro y su relación con el cuerpo humano con los actos motores que genera la música.

A la vez de reflexionar sobre cómo es que los seres humanos racionalizan la música, ya que consideró que al menos en este contexto, “la ciencia sin un pensamiento filosófico,está incompleta”.

Invitado por el Buró Intercultural de Cooperación A.C, Delannoy afirmó que “la música es la filosofía de la acción”, de ahí que indicó la urgencia de que la academia y la investigación ahonden este tipo de estudios en la confirmación del origen biológico del arte,  que como en el caso de la música, es una facultad natural  y no cultural como sostienen algunas disciplinas de las ciencias sociales.

“Mi visión viene de un proceso físico-psicológico, de la acción de la conciencia musical que parte inicialmente de un monólogo interior al escuchar el sonido, para llegar a un diálogo con uno mismo, con la obra, el intérprete, el público es decir con los otros”, precisó