Ciudadania Express
Jueves 18 de diciembre, 2008. 12:24 pm

Sin mitos recrean la vida intima y política de Benito Juárez

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Oaxaca, México.- Con su libro “Juárez. El rostro de piedra”, el narrador y periodista mexicano Antonio Parra destruye el mito que rodea a ese “monumento inmóvil” en que la historia ha convertido al Benemérito de las Américas.

Ese hombre es más, “mucho más que el pastorcito que llegó a presidente”, señala el autor.

Parra, quien ha escrito los libros de cuentos “El río, el pozo y otras fronteras” (1994), “Los límites de la noche” (1996) y “Tierra de nadie” (1999), subrayó en entrevista con Notimex que “pensamos en Juárez y nos llegan a la mente las mismas ideas: El pastor, el presidente, el que fusiló a Maximiliano_”.   [caption id="attachment_4184" align="aligncenter" width="500" caption="Para Antonio Parra, fue la sólida formación adquirida en en Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, la que lo llevo a convertirse en Presidente de México "]Para  Antonio Parra, fue la sólida formación adquirida en en Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, la que lo llevo a convertirse en  Presidente de México [/caption]

Sin embargo, dijo, ese personaje histórico es más que un hombre al que nada hizo el viento. “Efectivamente, ganó la Guerra de Reforma y proclamó que el respeto al derecho ajeno es la paz, pero hay que saber cómo lo hizo y qué procesos internos tuvo. Juárez era un ser humano como cualquier otro”, añadió.

 

Al abundar sobre el tema, el entrevistado manifestó convencido que “no era más inteligente que cualesquiera de nosotros, pero sí poseía una inteligencia muy práctica, que le permitió sintetizar las ideas de todos sus contemporáneos para tomar decisiones en base a lo que escuchaba y con ello tuvo sus éxitos”.

A partir de sus investigaciones hemerográficas, bibliográficas y la consulta directa a la correspondencia personal de ese ex presidente mexicano, Parra pudo reconstruir la vida cotidiana de Juárez, recrear su personalidad y llegar a certeras conclusiones en torno a su pensamiento, íntimo y como político.

“La intención es que el lector conozca a Benito Juárez como ser humano, con sus altas y bajas, virtudes y defectos. A la hora de mostrarlo en el libro, es más cercano porque el lector se podrá identificar con él en su calidad de ser real, y no como el santo inmaculado en que lo han convertido los libros de texto”.

El libro, editado por Grijalbo, es una emotiva reconstrucción del universo interno de ese hombre y de una época en la que México se forjó como nación. Es una de las pocas novelas mexicanas, “quizá la única en los últimos 50 años”, que se centra en la figura de Benito Juárez, presentándolo tal cual fue.

Con motivo del Bicentenario, Random House Mondadori, editorial que maneja el sello que presenta el libro, publica una serie de novelas sobre personajes históricos, iniciando con la obra política y personal de quien es considerado por muchos, un héroe, el indio zapoteco que llegó a presidente.

En el texto se refleja la vida íntima y la obra política de Benito Juárez. Cada idea, cada hecho real, está entrelazada en esta novela que remite a una época decisiva en la formación de la nación moderna, “al proyecto que él, como ningún otro personaje del siglo XIX, contribuyó a forjar”, advierte el autor.

“Juárez, el rostro de piedra” sirve de pretexto para que Parra se pregunte cómo el Benemérito pudo saltar el cerco de la miseria y la postración del analfabeta, para convertirse en un jurista consumado, un experto constitucionalista y un admirador obsesivo del pensamiento liberal francés. Y de ahí a la Presidencia.

De acuerdo con el escritor, la palanca que disparó el genio de Juárez fue la educación, a través de la sólida y novedosa formación que recibió en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. “Este Instituto se fundó en 1828 y en él se formó la generación más brillante de liberales oaxaqueños”, dijo Parra.

Parra (México, 1965) tiene relatos traducidos al inglés y al italiano. Ha obtenido varios premios y becas, y ganó el Certamen Nacional de Cuento, Poesía y Ensayo de la Universidad Veracruzana (1994), y por “Nadie los vio salir” ganó el premio de Cuento Juan Rulfo 2000, de Radio Francia Internacional. (Con información de Notimex)

 

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