Por Nadia Altamirano Díaz/CIMAC
Oaxaca, México.- Entre 3 y 4 mil niñas indígenas originarias de entidades pobres de México, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y el Estado de México, son víctimas de explotación sexual comercial infantil en Japón.
El cálculo proviene de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe, cuya directora regional, Teresa Ulloa, detalló que bajo engaños, ofreciendo miles de dólares a cambio de supuestos trabajos en Estados Unidos y aprovechándose de la sumisión a que han sido obligadas las comunidades indígenas, los traficantes de niñas indígenas las llevan a Japón para prostituirse o trabajar como geishas, algo que ya no quieren hacer las mujeres asiáticas porque ahora tienen más poder de decisión.
[caption id="attachment_3890" align="aligncenter" width="306" caption="Aprovechando la desprotección del Estado. la infancia indígena de México es blanco de las mafias internacionales para la explotación sexual de personas "][/caption]
Señaló que antes de repatriarlas se debe hacer una investigación para constatar que existen condiciones para reintegrarlas a su lugar de origen sin que vuelvan a ser explotadas o vendidas.
Lo anterior, debido a que durante el 2002 la Coalición ayudó a repatriar a dos hermanas oaxaqueñas de 8 y 10 años a las que prostituían en un burdel de Nueva York, pero 15 días después volvieron a ser explotadas sexualmente porque su familia “las habían vendido por dos cabras y dos cartones de cervezas, nuevamente”.
Sin decir el nombre de las localidades de donde eran origen por los protocolos de anonimato que la organización maneja, Teresa Ulloa explicó que actualmente las dos niñas residen en Estados Unidos con una familia sustituta y ya aprendieron a hablar el inglés.
Entrevistada vía telefónica, la Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe, cuestionó que la protección de la integridad de niñas y niños no sea una prioridad para las autoridades mexicanas.
“El tema no está debidamente ubicado en la agenda del país, se le ha dado mucha prioridad al tema del narcotráfico y ni siquiera se han percatado que son las mismas redes de narcotráfico las que están operando la red internacional de trafico de menores en este país y que es necesario que se considere como una actividad prioritaria del crimen organizado”.
Lo anterior lo dice conciente de que “un país que no garantiza la vida, seguridad, dignidad y libertad de su niñez está condenado, más tarde o más temprano, a terminar sin posibilidades de progreso o valores sociales”, por lo cual urgió al Gobierno mexicano a cumplir con los compromisos internacionales que el país ha adquirido en el tema y que se den más recursos a las áreas destinadas a proteger la vida e integridad de niñas y niños, ya que “hay más recursos para combatir al narco”.