Un mal clima, aunque mejores cifras ; la represión se desplaza a Internet
African Press Organization (APO)
En 2008 :
60 periodistas asesinados
1 colaborador de los medios asesinado
673 periodistas detenidos
929 agredidos o amenazados
353 medios de comunicación censurados
29 periodistas secuestrados
Y en lo que se refiere a Internet :
1 blogger asesinado
59 bloggers detenidos
45 agredidos
1.740 sitios informativos cerrados o suspendidos
A título comparativo, en 2007 :
86 periodistas asesinados
20 colaboradores de medios asesinados
887 periodistas detenidos
67 secuestrados
1. 511 agredidos o amenazados
528 medios de comunicación censurados
Reporteros sin Fronteras he tenido en cuenta los casos en que o bien ha quedado establecida la relación entre la profesión de la víctima y el incidente, o bien es altamente probable. Las cifras indicadas censan los episodios que han llegado a conocimiento de la organización, lo que deja al margen los casos que las víctimas han mantenido voluntariamente en secreto, con frecuencia para proteger su seguridad. Sin embargo, el balance presentado del año 2008 se basa en la misma metodología que los de años anteriores, lo que hace posible establecer comparaciones.
[caption id="attachment_4600" align="aligncenter" width="324" caption="Aumenta los riesgos para los periodistas en el mundo en su ejercicio de libre expresión"][/caption]
Vista general
Las zonas de Asia-Pacífico y Maghreb-Oriente Medio siguen siendo las más letales para la prensa. Después de Irak (15 asesinados), Pakistán (7 asesinados) y Filipinas (6 asesinados), son los dos países donde más periodistas perdieron la vida en este año. La hecatombe continúa en México, donde asesinaron a 4 periodistas por motivos profesionales. El descenso del número de muertos en Africa (3 en 2008, 12 en 2007) se explica sobre todo por la renuncia de muchos profesionales a seguir ejerciendo su oficio, lo que con frecuencia les ha llevado a emprender el camino del exilio, así como por la progresiva desaparición de medios de comunicación en las zonas en conflicto (especialmente en Somalia).
Los arrestos y detenciones (más allá de 48 horas de privación de libertad) son particularmente numerosos en África, donde las comisarías resultan un lugar de paso obligado para muchos reporteros que « molestan » a los gobiernos establecidos, y franquean las líneas rojas trazadas por ellos. En Irak (31 detenciones), el ejército norteamericano sigue gestionando la seguridad, llegando en ocasiones a encarcelar a los colaboradores de medios extranjeros, o a periodistas locales. En China (38 detenciones), el año olímpico sirvió de excusa para muchos encarcelamientos. En Birmania (17 detenciones), muchos periodistas o bloggers críticos han pagado con su libertad la rigidez de la Junta.
Reacción de Reporteros sin Fronteras :
[caption id="attachment_4601" align="aligncenter" width="300" caption="La censura se extiende ahora ael periodismo en Internet"][/caption]
“Es cierto que las cifras son menos elevadas que el año anterior, pero el descenso oculta muy mal una generalización de la intimidación y la censura, también en Occidente, así como un endurecimiento de los gobiernos más autoritarios. Aunque, efectivamente, algunas situaciones han mejorado cuantitativamente, hay que tener en cuenta que a veces se debe al desaliento de los propios periodistas, que emprenden el camino del exilio o renuncian a su trabajo. En este contexto no podemos decir que cerca de sesenta asesinatos, cientos de detenciones y actuaciones de censura generalizadas, sean un motivo para sentirse optimistas.”
La represión se desplaza a Internet
En el año 2008 mataron o detuvieron a menos periodistas de medios de comunicación tradicionales. Pero, sin embargo, eso no significa que haya mejorado en el mundo la situación de la libertad de prensa : ahora, a medida que se van transformando la prensa escrita y audiovisual y que la blogosfera adquiere una envergadura mundial, la predación se ejerce en Internet.
A este respecto, las cifras hablan por sí solas. Por primera vez, en 2008 mataron a un hombre cuando efectuaba un trabajo de « periodismo ciudadano » : al empresario chino Wei Wenhua le golpearon hasta matarle unos oficiales municipales (”chengguan”) el 7 de enero, después de que grabara un altercado con manifestantes en la ciudad de Tianmen (provincia de Hubei). En treinta y siete países se han verificado actuaciones de censura en la Web, sobre todo en China (93 sitios censurados), Siria (162 sitios censurados) e Irán (38 sitios censurados). Pero tampoco las democracias se quedan cortas en lo que se refiere a la vigilancia y represión del Net : en Tailandia o Turquía, los tabúes del rey o el ejército son tan pertinaces que la policía vigila y castiga cada vez más a los usuarios poco delicados del ciberespacio. Los sitios de vídeos compartidos, como YouTube o Dailymotion, han sido uno de los objetivos preferidos de los censores oficiales. Cada vez son más frecuentes los bloqueos y filtrados en el momento en que tal, o cual, autoridad considera « ofensivo » alguno de sus contenidos.
Esa reacción epidérmica de algunos gobiernos hacia los sitios « colectivos » empieza a generar fenómenos de « censura masiva », sobre todo en las redes sociales. La censura de un sitio como Twitter (en Siria) o Facebook (bloqueado en Siria y Túnez, filtrado en Turquía y en los Emiratos Arabes Unidos) tiene como consecuencia una cascada de bloqueos que, si se añaden a las medidas habituales de control, multiplican el resultado por diez.
La cárcel es, en fin, la respuesta cada vez más frecuente de los gobiernos a las críticas formuladas en los blogs. En China detuvieron a diez ciberdisidentes, a 31 les agredieron o amenazaron y la justicia dictó condenas para al menos tres. En Irán, Reporteros sin Fronteras ha contabilizado dieciocho detenciones, 31 agresiones y diez condenas. En Siria (8 detenciones, 3 condenas), Egipto (6 detenciones) o Marruecos (2 detenciones, 2 condenas), la libre expresión en Internet resulta muy problemática. La máquina de triturar la libertad en Internet fue particularmente severa en Birmania, donde la Junta hizo que condenaran, en condiciones vergonzosas, al blogger y actor Zarganar y al joven ciberdisidente Nay Phone Latt, a penas de cárcel increíblemente graves (59 años para el primero, 20 años para el segundo). Estos dos hombres se han sumado a los muchos otros presos políticos birmanos, 16 de los cuales son periodistas.
Reacción de Reporteros sin Fronteras :
“El aumento de la influencia y las potencialidades de Internet va acompañado de una mayor vigilancia de algunos gobiernos, que ya tenían fuertes tendencias en materia de seguridad. Los países represivos se dotan cada año de nuevas herramientas que les permiten llevar a cabo la caza de datos y vigilancia de la Re, que poco a poco está convirtiéndose en el campo de batalla de ciudadanos con espíritu crítico o de periodistas censurados ; y justamente por eso representa una amenaza para los poderosos, acostumbrados a gobernar a su antojo, y con toda impunidad.”
Mal clima, mejores cifras
Este aumento de la represión de Internet se produce en un contexto en que los medios de comunicación tradicionales, incluidos los de las grandes democracias occidentales, se ven sometidos a nuevas presiones. Las leyes antiterroristas, o « post-11 de septiembre », colocan a los periodistas de investigación en una situación muy delicada. Los enviados especiales tienen que enfrentarse a una hostilidad creciente si proceden de países aliados a la « coalición antiterrorista » de Estados Unidos, o equiparables.
Sin embargo, e incluso aunque la situación es globalmente mala, las cifras no son tan alarmantes como en años anteriores. La represión se desplaza y diversifica. Algunos gobiernos autoritarios ya no están en el poder. Hay que decir que el 24% menos de detenciones no significa que el envío de la policía a una redacción, o al domicilio de un reportero, no siga ocurriendo con demasiada frecuencia, incluso en Francia. Figuras del periodismo o de la libertad de expresión, como Hu Jia, preso “olímpico” de un gobierno chino siempre igual de intolerante, empiezan el año 2009 en la cárcel.
El optimismo no es oportuno. Siguen sucediéndose los asesinatos de periodistas, con un ligero descenso (86 en 2007, 60 en 2008, es decir un 22% menos), y ahora se concentran en zonas “calientes” donde los conflictos armados, la violencia político-mafiosa o el terrorismo, afectan a todos los civiles (Irak, zonas tribales paquistaníes, Filipinas, México). Les secuestros, eficaces fuentes de ingresos y presiones políticas, cada vez son más frecuentes en Afganistán (7 periodistas o colaboradores secuestrados), Somalia (5 secuestros), México (5 secuestros) o Irak (4 secuestros).
Finalmente, la censura es una herramienta que es cierto ha experimentado una ligera deflación (una tercera parte de diferencia entre 2007 y 2008), pero que sigue siendo un arma utilizada diariamente en muchos países, con similar reparto en todos los continentes (Sudán : 4 medios de comunicación censurados ; Guinea : 5 ; Somalia : 5 ; Irán : 27 ; Egipto : 10 ; Siria : 11 ; Rusia : 15 ; Bielorrusia : 18 ; Turquía : 13 ; Birmania : 85 ; China : 132 ; Pakistán : 19 ; Malasia : 25 ; Bolivia : 20 ; Brasil : 14 ; México : 10 ; Venezuela : 7…).
Reacción de Reporteros sin Fronteras :
“No hay que creer que un descenso de las cifras significa una situación mejor. A diario, o casi, asistimos al triste espectáculo de un periodista esposado, en todos los continentes. La cárcel suele ser la respuesta más frecuente de los gobiernos cuestionados. Y los asesinatos, que todavía se cuentan por decenas, en los que es más que probable la implicación de las fuerzas de seguridad, prácticamente nunca son objeto de un proceso judicial, tanto si ocurren en Sri Lanka como en Burkina Faso.”
SOURCE : Reporters without Borders (RSF)
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